El humor de Ernesto Sevilla en ‘La revuelta’ levanta asperezas: ¿humillación o reivindicación?.

El humorista ha interpretado un peculiar sketch que no ha dejado indiferente a nadie y ha generado tanta gracia como rechazo.

La naturalidad de La revuelta no ha perdido fuelle tras el parón navideño.

Tras revalidar su éxito en su regreso con la reaparición de Lalachus y el regreso para cumplir su promesa de Belén Esteban, ha retomado la dinámica habitual de entrevistas.

Sin embargo, antes de su visita, el humorista Ernesto Sevilla ha protagonizado un peculiar sketch grabado con anterioridad.

La comedia de Ernesto Sevilla en La revuelta ha superado esta noche todas las barreras.

Impactante por lo explícito de lo mostrado en plató, ha desatado un sinfín de reacciones en redes sociales.

Como es habitual con el humor más atrevido, han sido tan numerosos los defensores del humorista como los detractores.

El de La que se avecina se ha puesto en esta ocasión en la piel de un cirujano plástico y ha mostrado cuatro de sus ficticias creaciones.

Uno tras otro, ha hecho desfilar a cuatro individuos cuyos rostros habían sido manipulados para hacer ver una serie de deformaciones que, en su parodia, le habrían solicitado al doctor.

El primero habría pedido reducir el tamaño de sus ojos y ampliar el de sus bolsas, el segundo un aumento en el tamaño de sus orejas, la tercera un ensanche de su frente y el último asemejar su rostro con el de Blas, de Barrio Sésamo.

Sobre el primero ha bromeado con el origen de la piel de sus bolsas: “La pata de gallo es el ojete”.

“Nunca lo había pensado, pero a la piel del párpado, que es muy fina, lo más parecido es el testículo”, ha añadido en la misma línea David Broncano, presentador del formato nocturno de TVE.

Sobre el segundo, que le habría pedido “unas buenas orejazas”, ha hecho alusión a las tendencias sociales: “Las orejas pequeñitas como si fuésemos primates, no.

Ahora se llevan unas buenas orejazas como si fueses un señor mayor”.

La joven de la frente habría pedido “lo que toda mujer quiere”: “una frente más grande y que el pelo empiece más atrás”.

Finalmente, el rostro alterado para simular el de Blas ha sufrido todo tipo de comentarios.

“Se ha quedado entre Blas y Kike San Francisco”, se ha mofado Grison.

“Cuando se echa la siesta te pega un susto”, ha bromeado Sevilla asegurando que el paciente no podría cerrar sus ojos a consecuencia de la supuesta operación.

Hoy en día, todo tipo de alusión al físico de los individuos despierta diferentes reacciones, es un asunto de gran controversia.

En este caso, la hipérbole humorística del actor no ha convencido a algunos espectadores, aunque muchos otros han salido en su defensa asegurando estar disfrutando de la performance en sus hogares durante la emisión.

Lo cierto es que, tal como representan las quejas de los molestos con la actuación de Ernesto Sevilla, las redes se han llenado rápidamente de comentarios y comparaciones que evidencian el peligro de este tipo de bromas.

También han aparecido numerosos memes, algunos de ellos protagonizados por Leticia Sabater y sus reiteradas intervenciones.

De este modo, sus detractores se han quejado de un tipo de humor que aseguran no tener cabida en la actualidad, en la que la sociedad se esfuerza por reivindicar la aceptación de todo tipo de físicos.

Por el contrario, sus defensores han coronado a Sevilla, que ha abandonado el plató de La revuelta por todo lo alto entre las carcajadas de los asistentes a la grabación y el apoyo de sus compañeros.