Durante la Edad de Oro de Hollywood, muchas actrices lesbianas o bisexuales vivieron sus vidas privadas en secreto, ocultas detrás de las normas estrictas de la época.

A pesar de ser figuras influyentes en la gran pantalla, sus relaciones románticas y su sexualidad eran a menudo desconocidas o solo susurradas en círculos selectos de la industria.

Estas mujeres, que enfrentaron una tremenda presión para encajar en las expectativas heteronormativas de su tiempo, no solo contribuyeron de manera significativa al cine, sino también al avance, aunque en silencio, de la visibilidad LGBTQ+.

Una de las figuras más notorias de este grupo fue la icónica Greta Garbo.

Conocida tanto por su impresionante presencia en pantalla como por su vida personal misteriosa, Garbo mantuvo relaciones cercanas con varias figuras influyentes en su círculo social.

Entre ellas, se rumorea que Marlene Dietrich, otra estrella de renombre, compartió más que una amistad con Garbo.

Aunque las pruebas de su relación son principalmente especulativas, se cree que ambas mantuvieron una conexión profunda y posiblemente romántica.

Garbo, famosa por su frase “Quiero estar sola”, dejó entrever su deseo de mantener su vida amorosa alejada de los reflectores, lo que aumentó aún más los rumores sobre sus relaciones con mujeres.

Otra actriz cuyo romance ha sido objeto de estudio es Hattie McDaniel, la primera mujer afroamericana en ganar un premio Óscar por su papel en “Lo que el viento se llevó”.

Aunque la vida privada de McDaniel se mantuvo mayormente oculta, principalmente debido a las barreras raciales y sociales de la época, se sabe que mantuvo una relación significativa con la periodista Ruby Goodwin.

Este vínculo entre McDaniel y Goodwin fue un oasis en una vida marcada por la discriminación racial y de género.

McDaniel, al igual que otras estrellas de la época, tuvo que navegar un entorno en el que tanto su raza como su orientación sexual la colocaban en una situación extremadamente vulnerable.

A pesar de esto, su relación con Goodwin fue un testimonio de su búsqueda de amor y conexión en un mundo que frecuentemente la excluía.

Barbara Stanwyck, otra de las grandes estrellas de Hollywood, construyó una imagen pública de mujer fuerte e independiente, pero en privado mantenía una relación a largo plazo con su publicista, Helen Ferguson.

Mientras que Stanwyck se casó con hombres en dos ocasiones, nunca estuvo lejos de los rumores sobre su verdadera orientación sexual.

Aunque siempre fue discreta sobre su vida personal, muchos biógrafos y estudiosos de la historia de Hollywood han señalado que su relación con Ferguson fue una de las más importantes de su vida.

Stanwyck logró mantener su carrera en lo más alto mientras equilibraba su vida privada en una época que no aceptaba la homosexualidad de manera abierta.

Elizabeth Scott, una actriz que brilló durante la década de 1940 y 1950, tuvo una carrera que fue afectada drásticamente por los rumores sobre su sexualidad.

Scott fue sacada del armario en una época en que un escándalo de ese tipo podía arruinar la vida de una actriz.

Aunque nunca habló abiertamente sobre su orientación sexual, su carrera sufrió debido a las especulaciones.

En ese tiempo, ser señalada como lesbiana o bisexual era sinónimo de marginación en Hollywood, y el escándalo le dificultó encontrar nuevos papeles importantes.

A pesar de estos desafíos, Scott fue una pionera, aunque involuntaria, en la lucha por la visibilidad de las mujeres LGBTQ+ en la industria del entretenimiento.

Uno de los nombres más emblemáticos de Hollywood, Marilyn Monroe, también fue objeto de rumores sobre su atracción por otras mujeres.

Aunque Monroe tuvo relaciones amorosas con hombres muy conocidos, se dice que también buscaba consuelo emocional y afectivo en varias actrices de su círculo cercano.

Monroe, una figura que fue hipersexualizada por la prensa y el público, utilizaba sus relaciones con otras mujeres como una forma de escapar de las expectativas y presiones impuestas sobre ella.

Su vida amorosa, como gran parte de su vida personal, sigue siendo un misterio, pero muchos creen que las relaciones con mujeres eran una parte importante de su experiencia íntima.

Nazimova, otra figura clave de Hollywood, fue pionera en la visibilidad de las relaciones entre mujeres en el mundo del cine.

Nazimova no solo mantenía relaciones amorosas con otras mujeres, sino que creó un círculo social exclusivo para lesbianas en Hollywood, conocido como el “círculo de las amazonas”.

En este grupo selecto, muchas mujeres encontraban un espacio seguro para ser ellas mismas, lejos de la mirada pública y de las exigencias del sistema de estudios.

Nazimova fue una precursora de la visibilidad LGBTQ+ en Hollywood, usando su influencia para crear un ambiente donde las mujeres podían expresarse libremente en una industria opresiva.

Joan Crawford, una de las actrices más reconocidas de su tiempo, también fue objeto de especulación sobre su sexualidad.

Aunque se casó varias veces con hombres, los rumores sobre sus relaciones con mujeres, incluyendo algunas figuras de la industria, han persistido a lo largo de los años.

Aunque Crawford nunca admitió públicamente su bisexualidad, los rumores que la rodearon subrayan la naturaleza oculta de la vida personal de muchas estrellas de la época.

Mercedes de Acosta fue otra figura fascinante en la escena de Hollywood.

Escritora y guionista, De Acosta mantuvo relaciones con múltiples celebridades femeninas, incluidas Greta Garbo y Marlene Dietrich, entre otras.

De Acosta era conocida por su habilidad para seducir a algunas de las mujeres más famosas de Hollywood, y aunque muchas de estas relaciones nunca se confirmaron públicamente, su vida amorosa fue un tema recurrente en los círculos sociales de la época.

De Acosta vivió su vida de manera abierta y desafiando las convenciones de su tiempo, lo que la convierte en una pionera de la visibilidad LGBTQ+ en Hollywood.

En tiempos más recientes, actrices como Jane Lynch, aunque no pertenecen a la Edad de Oro de Hollywood, han ofrecido una perspectiva moderna sobre lo que significa ser una actriz lesbiana en la industria del entretenimiento.

Lynch, quien ha sido abierta sobre su orientación sexual, ha hablado sobre los desafíos y triunfos de ser una mujer abiertamente lesbiana en Hollywood, contrastando con las luchas que enfrentaron sus predecesoras en épocas anteriores.

El legado de estas actrices y figuras públicas LGBTQ+ es complejo y está lleno de contradicciones.

Mientras que algunas, como Garbo y Stanwyck, optaron por mantener sus relaciones en privado, otras, como Nazimova y De Acosta, crearon espacios seguros donde las mujeres podían ser ellas mismas sin temor a las represalias.

A pesar de las dificultades que enfrentaron, estas mujeres lograron dejar una huella profunda tanto en Hollywood como en la comunidad LGBTQ+, mostrando que el amor y la identidad pueden florecer incluso en los ambientes más restrictivos.