El 13 de octubre de 1909 nació en Toledo, Ohio, uno de los pianistas más extraordinarios de la historia del jazz: Arthur “Art” Tatum, Jr. A lo largo de su carrera, Tatum estableció un nuevo estándar de virtuosismo en el piano, siendo aclamado como uno de los más grandes de todos los tiempos.
Fallecido el 5 de noviembre de 1956, su legado sigue siendo una fuente inagotable de inspiración para generaciones de músicos.
Con una técnica inigualable y una imaginación musical que parecía no tener límites, Tatum cautivó a audiencias y críticos por igual.
Su capacidad para ejecutar complejas improvisaciones con una velocidad y precisión asombrosas lo diferenciaba de sus contemporáneos.
Esta innovación lo consolidó como un pionero en el desarrollo del jazz moderno.
Tatum nació con un severo problema de visión, quedando prácticamente ciego en un ojo y con visión limitada en el otro.
Sin embargo, su discapacidad no fue un obstáculo para su arte.
Desde joven, mostró un talento prodigioso para el piano, aprendiendo piezas musicales de oído y desarrollando un estilo propio que combinaba elementos del swing, el ragtime y el jazz clásico.
Su dominio técnico del piano, junto con su habilidad para ejecutar complejas armonías y sorprendentes cambios de tempo, lo convirtieron en un fenómeno musical desde temprana edad.
Una de las características más impresionantes de su estilo era su capacidad para tocar con una velocidad vertiginosa sin sacrificar claridad o musicalidad.
Muchos pianistas y músicos de jazz admiraban su destreza, pero pocos se atrevían a imitarlo, dada la complejidad de su enfoque.
Tatum no solo tocaba con las manos, sino que parecía tener el control total de cada nota, cada pausa y cada ritmo.
Su uso del pedal, su velocidad y su armonización innovadora influenciaron a pianistas como Oscar Peterson, Thelonious Monk y Bud Powell, quienes lo consideraban una leyenda viva.
En una famosa fotografía de los archivos de Joe Lauro, Art Tatum se muestra al piano acompañado por John Collins, Slam Stewart, Jimmy McPartland y Marian McPartland, capturando un momento icónico en la historia del jazz.
Esta imagen es testimonio de la gran influencia que tuvo Tatum en la escena del jazz, rodeado de músicos que lo admiraban profundamente.
El impacto de Art Tatum no se limitó a los Estados Unidos.
Su virtuosismo y estilo revolucionario resonaron en todo el mundo, cambiando la percepción de lo que el piano de jazz podía lograr.
A pesar de que su carrera se desarrolló principalmente en los clubes de jazz de Nueva York y otras grandes ciudades de Estados Unidos, su influencia traspasó fronteras, marcando un antes y un después en la historia del jazz.
Hoy, más de seis décadas después de su muerte, el legado de Art Tatum sigue vivo.
Sus grabaciones son estudiadas y veneradas por músicos de todo el mundo, y su capacidad para innovar y desafiar los límites del jazz sigue siendo una inspiración para todos los que buscan elevar el arte del piano a nuevas alturas.