La Familia Real encabezó la inauguración de los Premios Princesa de Asturias 2025 en Oviedo, en un acto marcado por la emoción, la música y el cariño del público.

El pasado viernes, el Auditorio Palacio de Congresos Príncipe Felipe de Oviedo se convirtió en el epicentro de la cultura y la emoción con la inauguración de los XXXIII Premios Princesa de Asturias.
Un evento que no solo celebra el talento y la creatividad, sino que también reafirma el vínculo especial de la Familia Real con la ciudad de Oviedo.
A pesar de las bajas temperaturas, miles de ovetenses se congregaron para recibir a Sus Majestades los Reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía, creando un ambiente festivo que resonó con aplausos y vítores.
Desde primera hora de la tarde, la expectación era palpable. Los ciudadanos esperaban ansiosos la llegada de la Familia Real, programada para las 19:00 horas.
Dos coches, cuidadosamente elegidos, transportaron a los Reyes y a sus hijas hasta el auditorio, donde el sonido característico de las gaitas se mezclaba con la alegría del público.
La escena era digna de un cuento de hadas: sonrisas sinceras, saludos cálidos y un mar de gente deseosa de ver a sus ilustres visitantes.

Antes de ingresar al auditorio, la Familia Real fue recibida por diversas autoridades locales, incluyendo al presidente del Principado, Adrián Barbón, y la delegada del Gobierno, Adriana Lastra.
Esta ceremonia no solo marcó el inicio de los premios, sino que también destacó la importancia de la colaboración entre la monarquía y las instituciones locales.
Las autoridades presentes en el evento también estarán involucradas en la ceremonia de entrega de premios que se llevará a cabo en el Teatro Campoamor.
El concierto inaugural comenzó con el Himno Nacional, y estuvo a cargo del Coro de la Fundación y la Orquesta Oviedo Filarmonía.
La velada fue un homenaje a grandes maestros del siglo XIX, como Johannes Brahms y Antonín Dvořák, cuyas obras resonaron en el auditorio. Las interpretaciones de la Obertura trágica en Re menor, Op. 81, y La canción del destino, Op. 54, cautivaron a los asistentes.
Bajo la dirección de Lucas Macías, el evento también contó con la participación de la soprano Juliane Banse y el bajo-barítono Marko Mimica, quienes aportaron su talento a una noche ya de por sí mágica.
La presencia de la Familia Real en este evento no solo realza su compromiso con la cultura, sino que también muestra su interés en apoyar las artes y la música.
Tras el concierto, los Reyes felicitaron personalmente a los artistas, interesándose por sus impresiones y emociones tras la actuación. Este gesto no pasó desapercibido y reflejó la cercanía y el apoyo que la monarquía brinda a la cultura española.
Los ganadores del Premio Princesa de Asturias 2025 también estuvieron presentes, lo que añadió un aire de anticipación a la celebración.
Este evento ha evolucionado a lo largo de los años, y la tradición de realizar un ensayo general abierto al público ha cobrado fuerza, permitiendo que más de 1200 personas se unieran a la experiencia musical.
La conexión entre la música y la comunidad se ha convertido en un pilar fundamental de los Premios, acercando la cultura a todos los rincones del Principado.
El concierto inaugural no es solo un evento aislado; es la antesala de un fin de semana repleto de actividades. Después de la ceremonia, la Familia Real recibirá a los presidentes de los jurados y a los galardonados, en un encuentro que promete ser tanto formal como cálido.
La entrega de la escultura de Joan Miró a los premiados será un momento culminante, simbolizando el reconocimiento a su labor y contribución a la sociedad.
Además, la jornada culminará con un viaje a Valdesoto, un lugar rodeado de naturaleza, donde la Familia Real entregará el Premio al Pueblo Ejemplar.
Este acto no solo destaca la importancia de la comunidad, sino que también resalta el compromiso de la monarquía con los valores de ejemplaridad y dedicación al servicio público.

La princesa Leonor, tras el evento, regresará a San Javier en Murcia para continuar su formación castrense en el Ejército del Aire y del Espacio. Por su parte, la infanta Sofía volverá a Lisboa para seguir sus estudios en Relaciones Internacionales.
Este aspecto de la vida de las jóvenes princesas añade una dimensión interesante a su imagen pública, mostrando que, a pesar de sus responsabilidades reales, también están comprometidas con su educación y desarrollo personal.
La inauguración de los Premios Princesa de Asturias fue más que un simple evento; fue una celebración del arte, la cultura y la conexión de la Familia Real con su pueblo.
La calidez del recibimiento, la emoción de la música y el compromiso con la comunidad fueron los verdaderos protagonistas de la noche.
Mientras los ovetenses se despidieron de sus visitantes ilustres, quedó claro que la tradición de los Premios Princesa de Asturias sigue viva, y que cada año se renueva con un entusiasmo que promete mantener viva la llama de la cultura en España.
En un mundo que a menudo parece dividido, eventos como este nos recuerdan la importancia de la unidad, la celebración de la creatividad y el valor de las tradiciones.
La Familia Real, al estar presente en momentos tan significativos, no solo refuerza su papel simbólico, sino que también se convierte en un puente entre el pasado y el futuro de la cultura española.