Martica, cuyo verdadero nombre es Marta Marrero, nació el 18 de mayo de 1969 en California, Estados Unidos.
Hija de padres cubanos que emigraron a Estados Unidos en 1959 tras la Revolución de Fidel Castro, Marta creció rodeada de música y artes.
Desde los 4 años, comenzó a tomar clases de canto y danza, lo que la llevó a desarrollar una fuerte pasión por el arte.
En 1982, con solo 13 años, participó como bailarina en la película Annie, dirigida por el famoso John Houston.
Esta experiencia marcó el inicio de su carrera en el entretenimiento.
A raíz de su participación en Annie, Marta fue elegida para protagonizar el programa infantil Kids Incorporated, donde también tuvo la oportunidad de hacer amigas que la acompañarían en su carrera, incluyendo a Stacy Ferguson, más conocida como Fergie de Black Eyed Peas.
Sin embargo, Marta inicialmente iba a seguir una carrera en la actuación, pero su vida dio un giro tras ver una actuación de Boy George en la televisión.
Esta experiencia fue un punto de inflexión para Marta, quien decidió que quería convertirse en una estrella del pop.
En 1988, a los 19 años, firmó un contrato con la discográfica CBS, que buscaba una estrella femenina morena que pudiera competir con Madonna.
Para elegir su nombre artístico, Marta se basó en cómo sus seres queridos la llamaban cariñosamente “Martita”, y decidió acortar su nombre a Martica.
El 18 de octubre de 1988, lanzó su álbum debut homónimo, el cual contenía 10 canciones, una de las cuales la catapultó al estrellato.
La canción Toy Soldiers, conocida en español como Soldados de juguete, se convirtió en un éxito inmediato, alcanzando el número uno en la lista Billboard el 22 de julio de 1989.
Esta canción, escrita por Martica, no solo la puso en el centro de atención, sino que también destacó la colaboración de su amiga Fergie en los coros.
La canción, aunque aparentemente trata sobre una ruptura amorosa, en realidad fue inspirada por la dolorosa experiencia de Martica al ver a una amiga cercana luchar contra la adicción a la cocaína.
La letra de Toy Soldiers simboliza cómo las drogas pueden controlar a una persona, como los niños controlan a sus juguetes.
A pesar de su éxito con Toy Soldiers, el impacto de Martica fue aún más grande en el Reino Unido, donde otras canciones del álbum, como I Feel the Air Move y Water, también tuvieron buenos resultados.
El álbum debut vendió más de tres millones de copias a nivel mundial.
Sin embargo, lo que parecía ser un ascenso meteórico hacia el estrellato tuvo un giro inesperado.
Tras el éxito inicial, Martica comenzó a desaparecer de la escena pública.
Se especula que la fama y las presiones de ser una estrella pop la sobrepasaron, y comenzó a alejarse del ojo público.
En los años siguientes, se rumoreó que Martica había tenido una relación con el músico Prince, y en 1991 lanzó su segundo álbum titulado Martica’s Kitchen.
La canción principal, que llevaba el mismo nombre del disco, fue escrita por Prince, pero a pesar de las altas expectativas, el álbum no logró el mismo éxito comercial que su primer trabajo.
En los Estados Unidos, el álbum solo alcanzó el puesto 93 en las listas, aunque en el Reino Unido logró llegar al top 20.
La canción más exitosa de este disco fue Love Die Will Be Dang, también escrita por Prince y Martica, que alcanzó el puesto número 10 en Billboard.
En 1991, Martica también se presentó en el famoso Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en Chile, lo que le dio visibilidad en América Latina.
A pesar de la venta de casi un millón de copias del segundo disco, la discográfica consideró el álbum un fracaso comercial, lo que resultó en el fin de su relación con la disquera.
Durante los años 90, Martica desapareció de la escena musical, aunque su trabajo con otros artistas no pasó desapercibido.
A pesar de estar alejada de la música pop, Martica continuó colaborando con otros artistas, como María Conchita Alonso y Luis Miguel.
En el álbum 20 años de Luis Miguel, Martica participó en los coros, y también apareció en el disco Hazme sentir de María Conchita Alonso.
Aunque Martica ya no era el centro de atención, seguía siendo una figura importante en el mundo de la música, aunque fuera en un segundo plano.
En 2004, la cantante también se involucró en la industria musical cuando Eminem utilizó su canción Toy Soldiers en su propio tema titulado Like Toy Soldiers.
Eminem la incluyó como coescritora, lo que generó un nuevo éxito para Martica en ventas.
La música de Martica, especialmente Toy Soldiers, recibió un nuevo aire a partir de 2004, cuando la canción fue sampleada en el tema de Eminem.
En 2010, después de varios años de estar retirada, Martica comenzó a realizar giras nuevamente, compartiendo escenarios con artistas pop de los años 80 como Rick Astley, Samantha Fox y Debbie Gibson.
Estas giras fueron un regreso triunfal para la cantante, quien parecía haber encontrado nuevamente su lugar en la industria musical.
A sus 56 años, Martica se concentra en su vida personal, viviendo en Dayton, Ohio, con su esposo, un músico de origen japonés llamado Nicki Lee, también conocido como Michael Mozart.
Juntos fundaron una banda llamada Ópera, que se dedicó al pop gótico, aunque sin lograr el éxito de sus días de gloria.
El legado de Martica es innegable, especialmente con su hit Toy Soldiers, que sigue siendo un himno de la música pop ochentera.
Aunque su carrera no siguió la trayectoria que muchos esperaban, su talento y su música siguen siendo apreciados por muchos.
Su historia es un ejemplo de cómo la fama puede ser tanto una bendición como una maldición, y cómo el camino hacia el éxito puede estar plagado de altibajos emocionales y personales.
Martica, con su hermosa voz y su legado musical, sigue siendo recordada con cariño por sus fans, quienes continúan disfrutando de sus canciones más icónicas.
Hoy, Martica ha dejado una marca indeleble en la música pop, y aunque su vida en los reflectores fue corta, su impacto sigue siendo palpable.
La cantante que, en su juventud, sorprendió al mundo con Toy Soldiers, sigue siendo un símbolo de una era musical inolvidable.