En el corazón de Italia, la historia de Carlo Acutis ha dejado una huella imborrable en quienes la conocen.

Este joven de 15 años, fallecido en 2006, no solo fue un apasionado de la tecnología y la fe, sino también un profeta en su propia manera.
En un cuaderno azul, Carlo escribió sobre su vida, sus sueños y lo que Dios le reveló sobre el futuro de aquellos que amaba.
Entre sus páginas amarillentas, se encuentra la historia de Juliana Santoro, una chica que lo amaba y a quien él rechazó.
Pero lo asombroso es que Carlo no solo le dijo que no, sino que también le reveló detalles de su futuro esposo, Marco Bellini, cuatro años antes de que se conocieran.
La vida de Juliana estaba marcada por el escepticismo y la ciencia, hija de padres ateos que consideraban la religión como una superstición.
Sin embargo, la amistad con Carlo la llevó a cuestionar sus creencias.
A medida que pasaban los días, Juliana se dio cuenta de que había algo especial en Carlo, algo que desafiaba su lógica científica.
Él era un chico que dedicaba horas a la adoración eucarística, un hecho que sus compañeros consideraban extraño.
Pero para Juliana, había en Carlo una paz y una certeza que la intrigaban.

El 15 de septiembre de 2006, Juliana decidió confesarle su amor.
Sin embargo, Carlo ya sabía que iba a rechazarla, y lo había escrito en su cuaderno.
“Es mejor que le diga que no”, había anotado, “porque Dios me mostró su futuro completo”.
Su rechazo fue doloroso para Juliana, pero las palabras de Carlo resonaron en su mente.
Cuando Carlo fue diagnosticado con leucemia, su vida cambió drásticamente.
Juliana, llena de remordimientos, decidió visitarlo en el hospital.
Durante su visita, Carlo le reveló que había visto su futuro, incluyendo el nombre de su esposo y el destino de su madre.
“Vas a casarte con un hombre llamado Marco Bellini”, le dijo con certeza.
Juliana se sintió abrumada por la información.
¿Cómo podía un adolescente prever su futuro con tanta precisión?
Tres días después de su muerte, la madre de Carlo le entregó a Juliana su cuaderno azul.
Al leerlo, Juliana se dio cuenta de que Carlo había profetizado no solo su futuro, sino también el milagro que salvaría a su madre del cáncer.
El diagnóstico de su madre llegó justo como Carlo lo había predicho.
Desesperada, Juliana recordó las instrucciones de Carlo: rezar el rosario durante nueve días.
Lo hizo con fervor, y, sorprendentemente, su madre fue declarada libre de cáncer.
Años después, en 2010, Juliana conoció a Marco frente a la tumba de Carlo.
Era el día que Carlo había predicho, y su vida tomó un rumbo inesperado.

Se casaron y tuvieron dos hijas, Carla y Sofía, cumpliendo así con las profecías de Carlo.
La historia de Carlo Acutis no solo es un testimonio de fe, sino también un recordatorio de que a veces, lo imposible puede hacerse realidad.
A través de su vida y su muerte, Carlo dejó un legado que continúa inspirando a muchos.
Juliana, ahora arquitecta y madre, comparte su historia para demostrar que el amor verdadero y los milagros existen.
“Gracias a Carlo, descubrí que la vida está llena de sorpresas y que el amor puede guiarnos hacia nuestro destino”, dice Juliana.
La vida de Carlo Acutis se ha convertido en un símbolo de esperanza y fe para todos aquellos que buscan respuestas en un mundo incierto.
Su historia nos invita a reflexionar sobre el poder de la fe y la importancia de escuchar nuestro corazón.