La historia de Valentina Restrepo no comienza con su fuga, sino con una vida marcada por la violencia y el crimen.

Nacida en Medellín, Colombia, en 1989, Valentina creció en un entorno turbulento, rodeada por la sombra de los cárteles de la droga.
Su infancia estuvo llena de dificultades económicas, con un padre que trabajaba como taxista y una madre que vendía empanadas en el mercado.
A pesar de las adversidades, Valentina era una joven brillante y ambiciosa, destacando en la escuela y dominando varios idiomas.
Sin embargo, su vida dio un giro drástico cuando comenzó a trabajar en un club nocturno, donde conoció a Miguel Ángel Vargas, un operador de un cártel de drogas.
La relación con Miguel la introdujo en un mundo de lujos y peligros, llevándola a convertirse en mensajera de drogas.

En 2012, Valentina se trasladó a Estados Unidos, donde continuó su vida criminal, hasta que fue arrestada y condenada a cadena perpetua.
Pero Valentina no se dejó quebrar por la prisión; al contrario, se volvió más astuta y decidida a recuperar su libertad.
Su historia tomó un giro impactante cuando, tras meses de planificación, logró escapar de la cárcel y asesinar a Robert Hayes, su exesposo.
Robert, un funcionario de prisiones que había testificado en su contra, se convirtió en su objetivo.
La noche del asesinato, Valentina ejecutó su plan con precisión, dejando a las autoridades atónitas y desatando una cacería humana.
La noticia de su fuga y el asesinato de Robert rápidamente se propagó, convirtiéndose en un escándalo nacional.

Las fuerzas del orden se movilizaron para capturarla, pero Valentina ya había desaparecido.
Su historia es un recordatorio escalofriante de cómo las decisiones del pasado pueden tener consecuencias mortales.
Valentina Restrepo, una mujer que comenzó con sueños de escapar de la pobreza, terminó atrapada en un ciclo de violencia y venganza.
Su vida es un testimonio de la lucha por la supervivencia en un mundo donde la justicia a menudo se convierte en un lujo inalcanzable.