Cuando el reloj marcaba cerca de los 60 minutos de juego, Ángel Di María tuvo que salir de emergencia.
La razón: su familia estaba en peligro debido a un violento asalto en su hogar.
Un grupo de ladrones irrumpió en la residencia del argentino mientras su familia estaba dentro.
El director deportivo del PSG, Leonardo, fue el primero en enterarse de la situación.
De inmediato, pidió que Di María fuera sustituido para informarle lo sucedido.
El técnico del PSG acompañó al jugador hacia la salida para explicarle los detalles del ataque.
Un vehículo privado ya esperaba a Di María para trasladarlo rápidamente a su casa.
Al llegar, el jugador encontró a su familia físicamente ilesa, pero profundamente conmocionada.
Los detalles del robo salieron a la luz al día siguiente.
Inicialmente, se pensó que la familia de Di María había sido tomada como rehén.
Sin embargo, el diario L’Équipe desmintió esta versión y aclaró los hechos.
Los ladrones no tenían intención de dañar a la familia del jugador.
El objetivo principal de los delincuentes era saquear los objetos más valiosos de la casa.
El grupo que perpetró el robo estaba altamente organizado y capacitado.
Sabían con exactitud dónde encontrar los bienes más preciados de la residencia.
A pesar de que la familia estaba en el lugar, los ladrones evitaron cualquier confrontación.
El ataque fue tan silencioso que la familia ni siquiera se percató de lo que ocurría.
Cuando la policía llegó, confirmó que los delincuentes habían escapado con un gran botín.
La caja fuerte incluía una colección de relojes exclusivos pertenecientes a Di María.
Además, contenía joyas, dinero en efectivo y otros objetos de gran valor emocional.
El valor estimado del contenido de la caja fuerte asciende a 500.000 euros.
Este robo representó una pérdida significativa tanto económica como personal para el jugador.
Pero el caso de Di María no fue el único incidente que sacudió al PSG ese día.
Otro jugador del equipo, Marquinhos, también fue víctima de un violento robo en su hogar.
En la residencia de Marquinhos se encontraban su padre y sus dos hermanas menores.
Los ladrones irrumpieron en la casa y se encontraron cara a cara con el padre del jugador.
El padre, de 52 años, intentó detener a los delincuentes pero fue golpeado violentamente.
Recibió un fuerte impacto en las costillas que lo dejó incapacitado para resistirse.
Tras el ataque, los ladrones registraron la casa en busca de objetos de valor.
Para intimidar al padre, decidieron llevarse a las adolescentes como medida de presión.
Las hermanas de Marquinhos, de 16 y 13 años, fueron amenazadas durante el asalto.
Afortunadamente, el padre y las adolescentes lograron salir con vida y sin mayores lesiones.
Marquinhos confirmó posteriormente que su familia se encontraba bien, aunque muy afectada.
El miedo y la tensión vividos marcaron profundamente a todos los involucrados.
Ahora, la policía investiga si ambos robos están relacionados entre sí.
La similitud en los modus operandi de los asaltos sugiere que podrían estar conectados.
Ambos casos reflejan la vulnerabilidad de las familias de los jugadores de élite.
Los futbolistas suelen ser blanco de grupos delictivos debido a sus ingresos y bienes de lujo.
El PSG ha mostrado su total apoyo a los jugadores y sus familias durante este difícil momento.
Por el momento, las autoridades trabajan para identificar a los responsables.
Se espera que estos incidentes sirvan como alerta para reforzar la seguridad de los jugadores.
Tanto Di María como Marquinhos han expresado su gratitud por las muestras de apoyo recibidas.
El trago amargo vivido por ambos jugadores subraya los riesgos de ser figuras públicas.
A pesar de las pérdidas materiales, lo más importante es que sus familias están a salvo.
Los fans del PSG y el mundo del fútbol esperan que las investigaciones den pronto resultados.
Por ahora, el equipo deberá centrarse en brindar tranquilidad a sus jugadores y sus seres queridos.
Estos lamentables eventos destacan la importancia de la seguridad para proteger a las estrellas del deporte.