La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha generado un auténtico terremoto político con sus últimas declaraciones.
Sus palabras han encendido el debate nacional, apuntando directamente a Pedro Sánchez y al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Y es que según Ayuso, el viaje de Zapatero a China no fue casualidad, sino parte de un plan perfectamente calculado.
Durante una rueda de prensa, Ayuso arremetió con dureza contra Sánchez, acusándolo de mantenerse en el poder gracias a pactos
vergonzosos.
Según ella, el gobierno actual se sostiene por apenas siete votos, comprados con concesiones políticas a partidos independentistas.
Estos pactos, dice Ayuso, no buscan la solidaridad entre territorios, sino el “desguace de España”.
Con una retórica contundente, señaló que se reparten cargos, prebendas y se venden voluntades al mejor postor.
Bildu, Esquerra y Junts reciben “su ración” de poder mientras los principios y los valores democráticos se diluyen.
Pero lo más explosivo fue la acusación sobre el papel de Zapatero en el viaje a China.
Ayuso asegura que Sánchez ha viajado a ese país siguiendo instrucciones del expresidente socialista.
Y lo más grave: afirma que todo forma parte de una “internacional antioccidente”.
Una estrategia oculta que busca alejar a España de sus aliados tradicionales y acercarla a intereses comunistas.
No dudó en calificar este movimiento como “la mayor traición posible a la nación”.
“Zapatero siempre le marca el camino a Sánchez”, sentenció.
El mensaje es claro: Sánchez estaría actuando no en beneficio de España, sino siguiendo los intereses de un bloque ideológico que nada tiene
que ver con los valores europeos.
Ayuso también aprovechó para defender su viaje a Ecuador, criticado por la oposición.
Negó rotundamente que estuviera “huyendo” de España, y reivindicó su papel en el apoyo a gobiernos democráticos como el de Daniel
Noboa.
Recordó que Ecuador es una nación clave para Madrid, con fuertes vínculos culturales, históricos y una gran comunidad en la capital
española.
Además, subrayó que en seis años de gobierno solo ha faltado a dos plenos.
Comparó este compromiso con la falta de transparencia de otros presidentes autonómicos.
En cuanto a los acuerdos firmados con Ecuador, Ayuso destacó que permitirán a miles de ciudadanos acceder a formación y empleo con
menos burocracia.
El convenio firmado tendrá una duración inicial de cuatro años y podría renovarse y ampliarse próximamente.
El objetivo es ofrecer igualdad de oportunidades y mejorar el nivel de vida de los ecuatorianos residentes en Madrid.
“Son madrileños desde el primer día”, recalcó Ayuso.
Pero el foco mediático volvió rápidamente a la figura de Sánchez.
Ayuso lo acusó de estar en su momento más débil y de utilizar la política exterior como cortina de humo.
Criticó duramente que se entregue a los intereses del comunismo chino mientras ahoga a las empresas españolas con impuestos y burocracia.
“Es lo menos occidental y lo menos español que hay”, declaró con firmeza.
Además, denunció que cada día salen a la luz nuevos escándalos relacionados con el entorno más cercano de Sánchez.
Desde el caso Koldo hasta el de Begoña Gómez, pasando por supuestas tramas con dinero público, paraísos fiscales y favores sexuales a
cambio de poder.
Ayuso se preguntó cómo es posible que nadie en el gobierno tenga la dignidad de dimitir.
Y lamentó que el fiscal general del Estado esté imputado y siga en su cargo.
“Cuando uno sale fuera y le preguntan por todo esto, uno siente vergüenza”, concluyó.
Con estas declaraciones, Ayuso no solo lanza un misil político, sino que posiciona su figura como una de las más combativas contra el
sanchismo.
¿Estamos ante una nueva ofensiva que marcará el futuro político de España?
¿Hay una alianza oculta entre Zapatero, Sánchez y potencias extranjeras?
El tiempo dirá, pero el terremoto ya ha comenzado.