David Bowie fue un artista inigualable que dejó una huella imborrable en la música y la cultura pop.
Desde sus inicios, destacó por su capacidad de reinventarse y desafiar las normas establecidas.
Conocido como el “Camaleón Musical”, Bowie exploró múltiples géneros y estilos a lo largo de su carrera.
Su influencia trascendió la música, impactando también en la moda, el cine y el arte en general.
El 10 de enero de 2016, el mundo perdió a uno de los mayores íconos del siglo XX.
David Robert Jones, su nombre real, nació el 8 de enero de 1947 en Londres.
Desde pequeño mostró un gran interés por la música, influenciado por artistas como Elvis Presley y Little Richard.
Su talento artístico se manifestó desde una edad temprana, destacándose en el canto y la interpretación.
A los 15 años, un accidente con su amigo George Underwood le dejó una pupila dilatada de manera permanente.
Esta característica le otorgó una mirada distintiva que se convirtió en una de sus señas de identidad.
En los años 60, Bowie inició su carrera musical formando parte de varias bandas.
En 1967 lanzó su primer álbum, titulado “David Bowie”, sin lograr el éxito esperado.
Sin embargo, en 1969 alcanzó la fama con “Space Oddity”, inspirado en la película “2001: Odisea del Espacio”.
La canción se convirtió en un himno y fue utilizada por la BBC en la cobertura del alunizaje del Apolo 11.
A partir de ahí, su carrera despegó y su creatividad no tuvo límites.
En los años 70, Bowie presentó al mundo a Ziggy Stardust, su alter ego andrógino y extraterrestre.
Con este personaje, revolucionó la música y la estética del rock, marcando una era en la historia musical.
Su álbum “The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars” se convirtió en un clásico.
Sin embargo, Bowie no se conformaba con el éxito y decidió “matar” a Ziggy en pleno apogeo.
Siempre inquieto, siguió explorando nuevos estilos con personajes como Aladdin Sane y el Duque Blanco.
Su influencia se expandió al cine, participando en películas icónicas como “Laberinto” y “El Hombre que Cayó a la Tierra”.
Su versatilidad le permitió encarnar a personajes tan diversos como Nikola Tesla y Andy Warhol.
A lo largo de los años 80, su éxito continuó con colaboraciones junto a Queen, Mick Jagger y Tina Turner.
Temas como “Under Pressure” y “Let’s Dance” consolidaron su estatus de estrella global.
Incluso en los 90, cuando muchos artistas de su generación se apagaban, Bowie se mantuvo innovador.
A finales de los 90 y principios del 2000, exploró las posibilidades de Internet con “BowieNet”.
Fue uno de los primeros músicos en lanzar un proveedor de servicios de Internet para sus fans.
En 2004 sufrió un ataque al corazón que lo obligó a reducir su ritmo de trabajo.
Tras años de relativo silencio, en 2013 sorprendió al mundo con “The Next Day”, su regreso triunfal.
Sin embargo, en 2015, fue diagnosticado con cáncer, una enfermedad que mantuvo en secreto.
Su último álbum, “Blackstar”, fue lanzado el 8 de enero de 2016, en su cumpleaños número 69.
Días después, el 10 de enero, falleció en su hogar rodeado de su familia.
El videoclip de “Lazarus”, una de las canciones de “Blackstar”, reflejaba su despedida.
Con imágenes simbólicas, mostraba a Bowie en una cama de hospital con los ojos vendados.
Su legado permanece vivo en la música, el arte y la cultura, inspirando a generaciones futuras.