Kim Novak, famosa por su papel en el thriller psicológico “Vértigo” de Alfred Hitchcock en la década de 1950, ha tenido una vida llena de momentos memorables tanto en el cine como en su vida personal.

Desde sus inicios como modelo hasta su amor por la pintura y la vida tranquila en la costa de Oregón, su historia es un fascinante viaje a través de la belleza y el talento.

Nacida como Marilyn Pauline Novak el 13 de febrero de 1933 en Chicago, Novak comenzó su carrera como modelo para una compañía de refrigeradores durante su último semestre en la universidad.

Fue durante una de estas giras que tuvo su primera experiencia como extra en dos películas en Los Ángeles.

Su talento no pasó desapercibido y rápidamente fue descubierta por un agente, lo que la llevó a firmar un contrato con Columbia Pictures.

A los 21 años, Novak hizo su debut importante en “Pushover” (1954) junto a Fred MacMurray.

Este fue solo el comienzo de una carrera que la vería brillar en películas icónicas.

En 1955, Novak ganó su primer Globo de Oro como “Estrella del Mañana” por su actuación en “Phffft!” y continuó cosechando éxitos con películas como “Picnic”, que se considera una de sus mejores obras.

Uno de los momentos más emblemáticos de su carrera llegó en 1958 con su papel dual en “Vértigo”, donde compartió pantalla con James Stewart.

Novak ha comentado que se identificaba profundamente con su personaje, ya que Hollywood intentaba moldearla en algo que no era.

“Vértigo” se ha convertido en una de las películas más aclamadas de todos los tiempos, consolidando su estatus como ícono del cine.

Después de una exitosa carrera en la gran pantalla, Novak decidió alejarse de Hollywood. En 1966, comenzó a actuar esporádicamente, pero no fue hasta los años 80 que volvió a la televisión con su papel en la telenovela “Falcon Crest”.

A pesar de su éxito, Kim siempre buscó una vida más tranquila, encontrando paz en su hogar en Big Sur, California, donde se dedicó a cuidar caballos y a su arte.

En 1976, se casó con el veterinario Robert Malloy, a quien describió como su “alma gemela”.

La pareja compartió una vida tranquila juntos hasta el fallecimiento de Malloy en 2020.

A lo largo de los años, Novak ha expresado que su arte es una parte fundamental de su vida.

“Quiero que la gente me vea como artista”, dijo en una entrevista, destacando la libertad que le da la pintura.

Recientemente, en febrero de 2024, Novak celebró su 91 cumpleaños rodeada de amigos y disfrutando de un picnic en su propiedad.

A lo largo de su vida, ha reflexionado sobre su legado tanto en el cine como en el arte, mencionando que espera que su obra permita a las personas entender mejor sus experiencias en Hollywood y su vida.

Kim Novak es más que una estrella de cine; es una artista que ha dejado una huella indeleble en la cultura popular, y su historia continúa inspirando a generaciones.

Su viaje es un recordatorio de que la belleza y el talento pueden trascender el tiempo, resonando a través de la historia del cine y el arte.