Dallas, TX – En una cálida y acogedora entrevista en Dallas, la legendaria Ella Fitzgerald, conocida como la “Primera Dama del Jazz”, compartió sus pensamientos sobre su vida, su música y el profundo amor que siente por su audiencia.

Con su cálida personalidad y su inigualable talento, Fitzgerald ha dejado una huella imborrable en el mundo de la música.

“Es un placer estar de regreso aquí”, comenzó Ella, quien ha cautivado a millones con su inconfundible voz y su carisma.

Durante la charla, se le preguntó sobre el amor que transmite en sus presentaciones.

Ella explicó que este sentimiento surge de la conexión que establece con el público: “Veo a las personas sonriendo y siento que hay amor entre nosotros. Este amor es lo que tengo para ofrecer a través de mi voz”.

Cuando se le preguntó cómo le gustaría ser recordada en el futuro, Fitzgerald reflexionó con humildad: “Solo espero que digan que había una dama que amaba su trabajo, disfrutaba lo que hacía y quería hacer felices a las personas a través de su música”.

A lo largo de su carrera, Ella ha interpretado desde clásicos de jazz hasta canciones infantiles, creando momentos mágicos que resuenan en el corazón de su audiencia.

Su compromiso con los niños también fue un tema importante en la conversación.

Fitzgerald recordó con alegría un evento en Carolina del Sur donde cantó con 13,000 niños: “Fue emocionante escucharles cantar ‘Old MacDonald’. La alegría de los niños me llena el alma”.

La historia de Fitzgerald es un viaje de superación y amor.

A pesar de los rumores que la rodean sobre su infancia, ella aclara que siempre ha tenido familia y amor a su alrededor.

“Crecí en un ambiente lleno de amor, y eso es lo más importante”, comentó.

Con más de cuatro décadas en el escenario, Ella Fitzgerald no solo ha triunfado como artista, sino que también ha sido una fuente de inspiración para las generaciones más jóvenes.

“Espero que los jóvenes digan: ‘Ella lo hizo, yo también puedo hacerlo’”, expresó con una sonrisa.

Mientras Fitzgerald continúa llevando su música a todos los rincones del mundo, su mensaje de amor y felicidad sigue resonando.

“La música es un regalo que quiero compartir”, concluyó.

Ella Fitzgerald no solo es una artista excepcional; es un verdadero tesoro nacional, cuyo legado perdurará por generaciones.