La ÚLTIMA VOLUNTAD de Mario Vargas Llosa que CONMOVIÓ a su Familia
Mario Vargas Llosa, el escritor peruano ganador del Premio Nobel de Literatura, es reconocido mundialmente por sus novelas, ensayos y su influencia en la literatura contemporánea.
A lo largo de su carrera, ha sido una figura clave no solo en el mundo de las letras, sino también en la política y en la cultura general.
Sin embargo, lo que ha conmocionado recientemente a su familia, amigos y seguidores, no ha sido uno de sus logros literarios, sino su última voluntad, que ha salido a la luz en los últimos días y ha dejado una huella profunda en todos quienes lo conocieron.
La noticia llegó después de la muerte del escritor, que ocurrió a los 86 años, dejando a su familia y al mundo literario en un profundo luto.
A pesar de su avanzada edad, Vargas Llosa mantuvo su lucidez y su pasión por escribir hasta sus últimos días, pero fue en su testamento donde reveló una serie de deseos que tomaron por sorpresa a todos, incluyendo a los miembros más cercanos de su familia.
En este testamento, Vargas Llosa expresó deseos que reflejan tanto su amor por la literatura como por las personas más importantes en su vida, pero lo que más impactó fue su voluntad sobre cómo quería ser recordado y lo que deseaba para los que quedaban atrás.
Una de las partes más conmovedoras de su última voluntad fue su pedido para que su familia y seres queridos no lo lloraran, sino que celebraran su vida y su legado literario.
Según las palabras de su testamento, Vargas Llosa pidió que sus restos no fueran tratados con tristeza ni solemnidad, sino con una celebración de su vida llena de logros.
“Quiero que me recuerden por lo que fui, no por lo que me ha tocado ser en los últimos momentos.
Mi vida fue una historia de pasión por la literatura, por el conocimiento y por el amor.
Esos deben ser los recuerdos que permanezcan”, escribió en su testamento, lo que causó un profundo impacto en su familia, quienes no esperaban tal solicitud.
Además de este deseo de ser recordado con alegría, Mario Vargas Llosa hizo un pedido especial para su familia.
Pidió que, después de su muerte, sus manuscritos inéditos y sus obras incompletas fueran cuidadosamente revisadas y publicadas, para que su legado literario continuara vivo.
El escritor no dejó en manos de cualquier persona la decisión sobre sus obras póstumas; según las instrucciones de su testamento, solicitó que fuera su hija, la escritora y periodista, Alina Vargas Llosa, quien se encargara de esta tarea.
“Confío en ti, Alina, para preservar lo que he dejado.
Mi obra no pertenece solo a mí, sino a la historia que quiero que perdure”, dijo en su testamento, emocionando profundamente a su hija, quien expresó su gratitud y emoción por tan significativo encargo.
En su testamento, Mario Vargas Llosa también dedicó unas palabras a sus amigos más cercanos y a las personas que fueron importantes a lo largo de su vida.
Entre ellos, mencionó a su esposa, Patricia Llosa, con quien estuvo casado durante varios años, y a sus hijos.
El escritor, siempre considerado una persona de gran carácter, dejó claro que su deseo más profundo era que sus relaciones familiares se mantuvieran intactas tras su partida.
En sus palabras, expresó el deseo de que sus hijos y su esposa se apoyaran mutuamente y siguieran adelante con sus vidas, recordando siempre los momentos felices y las enseñanzas que él les dejó.
Sin embargo, lo que más conmovió a su familia y a quienes le conocían fue su petición de que se organizara un evento en su honor donde se reunieran no solo los familiares cercanos, sino también sus colegas, amigos y admiradores.
En lugar de una ceremonia solemne, Vargas Llosa pidió una celebración íntima pero alegre, en la que se compartieran recuerdos y se leyera su obra, tal como lo había hecho en vida: con pasión y compromiso.
“No quiero que mi muerte sea motivo de dolor, sino una oportunidad para recordar lo que realmente importa en la vida: la literatura, el amor y la camaradería”, expresó en su testamento.
Además de los deseos literarios y personales, la última voluntad de Mario Vargas Llosa también incluía una serie de disposiciones económicas relacionadas con su patrimonio.
El escritor dejó claras instrucciones sobre cómo debía distribuirse su fortuna, asegurándose de que su familia y aquellos que contribuyeron a su vida y carrera recibieran el apoyo adecuado.
Sin embargo, lo que más sorprendió a sus allegados fue la decisión de dejar parte de sus bienes para proyectos culturales en Perú, su país natal.
Con ello, Vargas Llosa reafirmó su amor por su tierra y su compromiso con la educación y la cultura, deseando que su legado se utilizara para promover la literatura y la creación artística en su país.
La revelación de la última voluntad de Mario Vargas Llosa ha tenido un fuerte impacto tanto en el ámbito literario como en la esfera pública.
La noticia ha llegado a los medios de comunicación y ha sido objeto de conversaciones entre sus seguidores y colegas escritores.
Muchos han elogiado la humildad y la visión de Vargas Llosa al pedir que su legado literario fuera tratado con tanto respeto y amor.
“Es un testamento que refleja no solo su grandeza como escritor, sino también su humildad y su deseo de que su obra siga viviendo”, comentó uno de sus amigos cercanos.
Los seguidores de Mario Vargas Llosa han respondido a esta noticia con una mezcla de tristeza y gratitud.
A través de las redes sociales, muchos compartieron sus pensamientos sobre lo que el escritor ha significado para ellos, tanto en términos literarios como personales.
“Nos dejó más que palabras, nos dejó un legado de amor por la cultura y la humanidad”, escribió uno de los seguidores en Twitter.
Por su parte, Alina Vargas Llosa, la hija del escritor, agradeció el apoyo recibido por parte de sus seguidores y prometió cumplir con el último deseo de su padre, asegurando que su legado literario será preservado y transmitido a futuras generaciones.
A medida que pasa el tiempo, la figura de Mario Vargas Llosa sigue siendo una referencia insustituible en la literatura mundial.
Su última voluntad no solo ha revelado su profundo amor por la literatura y su familia, sino también su deseo de que su obra continúe siendo un faro de inspiración para todos aquellos que buscan en sus palabras una forma de entender el mundo y la vida.
Su legado, tan vasto como sus novelas, seguirá vivo mucho tiempo después de su partida.
