La 74ª edición de los Globos de Oro, presentada por Jimmy Fallon, se llevó a cabo en Los Ángeles y, sin duda, uno de los momentos más destacados de la noche fue la aparición de Mel Gibson junto a su novia.
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Rosalind Ross, quien está esperando su primer hijo con el aclamado actor.
Gibson, quien ha tenido una carrera repleta de éxitos y controversias, llegó a la alfombra roja con una sonrisa radiante.
La pareja, que lleva dos años juntos, posó para los fotógrafos, destacando la feliz noticia del embarazo de Rosalind.
La guapa escritora y exgimnasta estadounidense lucía espectacular en un vestido plateado que realzaba su figura, mientras que Gibson optó por un clásico traje azul marino que le daba un aire elegante y sofisticado.
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La noticia del embarazo de Rosalind fue confirmada en septiembre por el representante de Gibson, lo que emocionó a los fanáticos y a los medios.
Este será el noveno hijo del actor, quien ya tiene ocho descendientes de relaciones anteriores.
La pareja se mostró muy unida y feliz, disfrutando de su tiempo juntos en un evento tan prestigioso.
Sin embargo, no era solo el amor en el aire lo que hacía sonreír a Gibson.

El actor y director también recibió una nominación a Mejor Director por su trabajo en “Hacksaw Ridge”, su primera película en esta faceta después de diez años.
En una reciente entrevista, Gibson describió el proyecto como “una labor de amor”, destacando la importancia de comprometerse con algo significativo: “Si vas a dedicar 18 meses o dos años de tu vida a algo, asegúrate de que valga la pena.
De lo contrario, serán dos años que pasarás mirando pintura secarse”.

Los Globos de Oro de este año no solo celebraron los logros cinematográficos, sino que también brindaron una mirada al mundo personal de sus estrellas.
La presencia de Gibson y Ross en la alfombra roja, rodeados de la magia del cine, simboliza no solo un nuevo capítulo en la vida del actor, sino también el poder del amor que trasciende el tiempo y las adversidades.
No cabe duda de que esta noche memorable fue un testimonio de la resiliencia de Gibson y su búsqueda de la felicidad, mientras se prepara para darle la bienvenida a su noveno hijo. ¡Un momento que seguramente quedará grabado en la historia de los Globos de Oro!