😱 Shakira Hace Historia en el Global Citizen Festival… y la Presencia de su Ex Deja a Todos en Shock .
El Central Park estaba repleto.
Decenas de miles de personas esperaban el regreso de Shakira al Global Citizen Festival, un escenario que ya había conquistado años atrás, pero nunca con tanta expectación como esta vez.
Luces, cámaras, y un rugido colectivo cuando la artista colombiana apareció en escena con un vestido dorado que brillaba como fuego líquido.
La multitud estalló en un grito unánime: “¡Shakira, Shakira!”
Desde los primeros acordes de “Hips Don’t Lie”, quedó claro que la barranquillera no había venido a ofrecer un simple show.
Venía a recordarle al mundo quién manda cuando se trata de energía, talento y conexión.
Su voz, más firme que nunca, se mezcló con los tambores, las guitarras y el eco de un público que no dejó de corear su nombre.
Pero mientras el espectáculo avanzaba, las cámaras captaron algo que desató el caos en redes sociales: Antonio de la Rúa, su ex pareja y antiguo mánager, estaba entre el público, en una zona reservada.

El argentino, con quien Shakira mantuvo una relación de más de diez años, fue visto aplaudiendo discretamente, acompañado de un pequeño grupo de amigos.
No había sonrisas forzadas ni gestos incómodos, solo una mirada tranquila, casi nostálgica.
Para muchos, su presencia fue una sorpresa tan grande como simbólica: el reencuentro silencioso entre dos personas que, pese a todo, marcaron una era.
Mientras tanto, a solo unos metros de distancia, la artista sudafricana Tyla, recién coronada como una de las promesas globales del pop, bailaba cada tema con una alegría contagiosa.
Cuando Shakira interpretó “TQG”, Tyla se levantó de su asiento y comenzó a mover las caderas imitando su icónico paso de danza.
Los fans captaron el momento en video, y en cuestión de minutos ya era tendencia mundial.

“Tyla rindiendo tributo a la reina Shakira”, escribían los usuarios, mientras miles de corazones inundaban la publicación.
La actuación fue un torbellino de emociones.
Shakira repasó sus mayores éxitos: “La Bicicleta”, “Ojos Así”, “Waka Waka”, y una versión estremecedora de “Acróstico”, dedicada a sus hijos.
Pero fue durante “Whenever, Wherever” cuando la multitud alcanzó su punto máximo de euforia.
Bajo un juego de luces rojas y doradas, la cantante se movía con una fuerza casi sobrenatural, como si cada paso, cada giro, cada nota fuera una declaración de libertad.
Detrás del escenario, las cámaras captaron un momento íntimo.
Shakira, visiblemente emocionada, se cubrió el rostro con las manos mientras los fans gritaban su nombre.
“Este público me da vida —dijo entre lágrimas—.

Gracias por seguir creyendo en mí, incluso cuando yo dudaba.
” Las palabras resonaron como una confesión, un cierre de ciclo, un renacer.
Sin embargo, los titulares del día siguiente no solo se centraron en su magistral presentación.
La presencia de Antonio de la Rúa acaparó toda la atención.
Algunos medios afirmaron que Shakira había sido informada con antelación de su asistencia y que había dado su aprobación.
Otros, en cambio, aseguran que fue una sorpresa total.
Lo cierto es que no hubo encuentros públicos, ni miradas cruzadas frente a las cámaras.
Pero para los fanáticos más atentos, hubo un detalle imposible de ignorar: durante “Underneath Your Clothes”, una canción que muchos asocian con su relación pasada, la artista hizo una pausa, sonrió levemente y dijo: “Algunas canciones siguen teniendo su magia, pase lo que pase.
”
Esa sola frase bastó para encender las redes.
“¿Era un mensaje para Antonio?”, “¿Fue un cierre simbólico?”, “¿O simplemente nostalgia?” —eran algunas de las preguntas que inundaban Twitter y TikTok.
Al mismo tiempo, Tyla publicó una foto desde el evento con la leyenda: “Reina absoluta.
Gracias por inspirarnos, Shakira.
” La imagen superó el millón de likes en pocas horas, confirmando que la colombiana sigue siendo una influencia indiscutible para toda una nueva generación de artistas.
La noche cerró con un espectáculo de fuegos artificiales que iluminó el cielo de Manhattan.
Shakira, con el micrófono en alto, gritó: “¡Por la música, por la vida y por los que siguen soñando!” El público respondió con un rugido ensordecedor.
Mientras tanto, Antonio de la Rúa abandonaba discretamente el lugar, sin declaraciones.
Tyla, en cambio, fue vista bailando en la zona VIP hasta el último acorde.
Shakira, una vez más, había hecho historia.
No solo por su impecable talento, sino por demostrar que sigue siendo una fuerza imposible de detener.
Su actuación fue fuego puro, y su entorno, una mezcla de pasado, presente y futuro.
La cantante que transformó el dolor en arte y la ruptura en empoderamiento volvió a recordarle al mundo que la loba sigue viva… y más fuerte que nunca.