😱 De la gloria al pánico: el viaje que casi le cuesta la vida a Said Palao y la reacción desesperada de Alejandra 🛣️💥
Era un día aparentemente tranquilo cuando Said Palao y Alejandra Baigorria decidieron salir de Lima para desconectarse del caos cotidiano.

Las historias de Instagram mostraban lo que todos esperaban: una pareja sonriente, caminos abiertos y el tipo de escapada romántica que sus seguidores aman ver.
Pero lo que nunca se vio fue el giro inesperado que convirtió ese viaje en un capítulo lleno de miedo, angustia y dolor físico.
A mitad de camino, y según versiones cercanas a la familia, el auto en el que se trasladaban sufrió un fuerte impacto tras una maniobra brusca para evitar un choque frontal con otro vehículo que, al parecer, invadió su carril en una curva cerrada.
Said, que conducía, perdió el control por unos segundos que parecieron eternos, y aunque logró evitar lo peor, el lateral del auto terminó severamente dañado tras colisionar contra un guardarraíl.
Lo que ocurrió después fue puro caos.
Alejandra, completamente en shock, intentó salir del auto mientras gritaba por ayuda.
Said, con signos visibles de dolor en el torso y el brazo derecho, no podía moverse con facilidad.
Aunque estaba consciente, su respiración era agitada, su rostro pálido.
Una pareja que venía metros atrás se detuvo al ver la escena, y rápidamente llamaron a emergencias.
El reloj marcaba las 5:38 p.m.pero para ellos el tiempo pareció detenerse.
Las ambulancias no tardaron en llegar.
Said fue trasladado de inmediato a una clínica local, mientras Alejandra no se separaba de él ni un segundo.
Las primeras evaluaciones médicas determinaron que, aunque no había fracturas expuestas, el competidor de “Esto es Guerra” presentaba lesiones musculares severas, contusiones en el pecho y un esguince en el brazo derecho.
El pronóstico era reservado, pero estable.

Desde el hospital, y ya con más calma, Said decidió compartir un mensaje con sus seguidores.
“Gracias a todos los que han preguntado.
Fue un momento muy difícil, pero ya estoy mejor.
No fue nada leve, pero gracias a Dios la podemos contar”.
Junto a esas palabras, una imagen impactante: su brazo vendado, su rostro aún marcado por el susto… y la mano de Alejandra tomándolo con fuerza.
Sin embargo, lo que muchos no sabían es que Alejandra también tuvo que recibir atención médica.
No por heridas físicas, sino por una crisis de ansiedad intensa que sufrió tras el accidente.
Según una fuente cercana, la empresaria entró en una especie de shock nervioso mientras esperaba noticias de Said.
“Ella temblaba, no podía dejar de llorar.
En un momento pensó que lo había perdido.
Nunca la había visto así”, comentó un testigo desde la clínica.
Las redes sociales estallaron en mensajes de apoyo, pero también en teorías sobre las causas del accidente.
Algunos usuarios criticaron el hecho de que ambos habían publicado stories desde el auto minutos antes, insinuando una posible distracción.
Otros defendieron a la pareja, señalando que el verdadero responsable fue el conductor que invadió el carril.
Hasta el momento, las autoridades no han brindado un informe oficial, pero no se descarta una investigación más profunda.
La pareja ha optado por mantenerse en silencio desde entonces, limitando sus apariciones públicas y cancelando compromisos laborales.

Amigos cercanos afirman que Said está centrado en su recuperación, tanto física como emocional, mientras que Alejandra ha preferido alejarse de las cámaras y redes para procesar lo vivido.
Este accidente no solo dejó marcas visibles en el cuerpo de Said.
También dejó una huella profunda en su relación, su tranquilidad y su perspectiva de vida.
“A veces la vida te da golpes para recordarte que todo puede cambiar en un segundo”, escribió él en una historia que fue eliminada minutos después.
Pero los que la vieron, aseguran que en esas palabras había algo más que reflexión… había miedo, vulnerabilidad y un dolor que no se borra con likes ni comentarios.
Ahora, con el país pendiente de su evolución, Said Palao enfrenta no solo una recuperación médica, sino también el proceso de volver a sentirse seguro.
Porque después de enfrentar la fragilidad de la vida de forma tan directa, todo cambia.
Y aunque se salvó por poco, la herida más difícil de sanar puede que no sea la física… sino la que queda en el alma tras mirar de frente al abismo.