Alessandra Fuller ROMPE EL SILENCIO y REVIENTA a Flavia Laos: “Me traicionó y mintió en mi cara”
Alessandra Fuller ha destapado una caja de Pandora que sacude los cimientos de la farándula peruana.
En una entrevista exclusiva que fue filtrada a través de redes sociales y replicada por medios digitales en tiempo récord, la actriz no se guardó absolutamente nada y apuntó directamente contra quien fue durante años una de sus amigas más cercanas: Flavia Laos.
Con un tono entre la indignación y la decepción, Alessandra reveló detalles escandalosos que dejan a Flavia en una posición extremadamente comprometida.
Según Fuller, todo comenzó hace meses, cuando notó actitudes extrañas en Flavia.
Conversaciones esquivas, excusas constantes para no encontrarse y rumores de terceros que apuntaban a una traición que ella no quería creer.
“Pensé que era paranoia mía, pero al final todo salió a la luz.
Y dolió más de lo que imaginé”, confesó.
El detonante fue una situación que involucraba a una persona muy cercana a Alessandra —algunos especulan que se trata de una expareja—, con quien Flavia habría mantenido una relación a escondidas.
Lo que hizo estallar todo fue un mensaje que Fuller descubrió accidentalmente en el teléfono de un amigo en común, donde Flavia hablaba de ella en términos despectivos y manipulaba la versión de los hechos para quedar bien parada.
“Ahí me di cuenta de que todo lo que yo había creído, toda esa amistad, era una mentira.
Y lo peor es que ella todavía intentó hacerse la víctima cuando la confronté”, reveló Alessandra, visiblemente afectada.
La actriz aseguró que intentó resolver el tema en privado, pero que la actitud de Flavia fue cínica y calculadora.
“Me miró a los ojos y me negó todo, sabiendo que yo tenía pruebas.
Eso no es un error, eso es una decisión”, afirmó sin titubear.
Luego de esa confrontación, decidió alejarse por completo y cortar cualquier tipo de contacto.
Sin embargo, no fue hasta que Flavia comenzó a lanzar indirectas en entrevistas y redes sociales que Alessandra decidió hablar.
“Yo no me iba a quedar callada mientras ella jugaba a ser la víctima perfecta.
El público merece saber con quién están tratando realmente”, disparó Fuller.
Según ella, Flavia tiene una habilidad muy estudiada para manipular la narrativa mediática a su favor y presentarse siempre como la incomprendida.
“Pero ya no más.
Esa careta se le cayó”, sentenció.
La reacción del público fue inmediata.
En cuestión de horas, el nombre de ambas actrices se volvió tendencia, y los fanáticos de cada una comenzaron una auténtica guerra virtual.
Mientras los seguidores de Alessandra la aplauden por su valentía y honestidad, los de Flavia insisten en que todo es un malentendido sacado de contexto.
Pero lo cierto es que la avalancha de comentarios y especulaciones no se detiene.
Para muchos, esta ruptura de amistad simboliza algo más profundo: el fin de una era donde ambas eran vistas como el dúo inseparable del espectáculo juvenil peruano.
Compartían alfombras rojas, viajes, entrevistas y hasta marcas patrocinadoras.
Ahora, todo eso parece haberse esfumado bajo una nube espesa de traición, competencia y rencores acumulados.
Aunque Flavia Laos no ha dado una respuesta directa a las acusaciones, en sus redes sociales publicó una serie de frases crípticas como “la verdad siempre sale” y “no expliques a quien no quiere entender”.
Muchos interpretan esto como un intento de desviar la atención sin asumir responsabilidad.
Sin embargo, fuentes cercanas afirman que Flavia estaría preparando una contraofensiva mediática con pruebas que podrían cambiar el rumbo de la historia.
Mientras tanto, Alessandra ha recibido múltiples ofertas para hablar más a fondo del tema, e incluso se rumorea que estaría preparando un espacio exclusivo donde contará todo sin censura.
“Esto no es solo por mí.
Es por todas las personas que confían ciegamente y terminan siendo apuñaladas por la espalda”, concluyó en la entrevista.
La guerra entre Alessandra Fuller y Flavia Laos apenas comienza, y si algo ha quedado claro es que esta historia no tendrá un final pacífico.
El espectáculo peruano acaba de perder una amistad emblemática, pero ha ganado uno de los conflictos más explosivos del año.
Y todo indica que lo peor… aún no se ha dicho.
