😱¡Cae el telón! Antonio Pavón destapa sus peores vergüenzas en El Valor de la Verdad: drogas, infidelidades y una verdad que NADIE esperaba
Antonio Pavón, conocido por su explosiva personalidad y por haber protagonizado más de un escándalo en la farándula peruana, decidió enfrentar su pasado de frente en El Valor de la Verdad.

Con la mirada temblorosa y la voz entrecortada, respondió a cada una de las preguntas del temido polígrafo, y lo que reveló dejó al público en estado de shock.
Desde el primer minuto, quedó claro que no estaba allí para proteger su imagen, sino para limpiar su alma, cueste lo que cueste.
Una de las confesiones más impactantes fue su vínculo con las drogas.
Pavón admitió haber consumido sustancias ilegales en los momentos más oscuros de su vida, como una forma de evadir el dolor que le provocaban sus fracasos personales y profesionales.
Pero lo que más estremeció fue cuando relató cómo llegó a perder el control al punto de poner en riesgo su vida y la de su entorno.
Según sus palabras, hubo noches donde despertaba sin recordar qué había hecho ni con quién había estado.
“Toqué fondo, y sentí que si seguía así, iba a terminar muerto”, confesó entre lágrimas.
El tema de su turbulenta relación con Sheyla Rojas, madre de su hijo, tampoco quedó fuera del interrogatorio.
Pavón habló sin filtros sobre las peleas, los gritos y la desconfianza que marcó su vínculo con la influencer.
Pero lo más desgarrador fue cuando reconoció que no siempre fue el padre que su hijo merecía.
“Me equivoqué muchas veces.
Puse mis problemas por encima de mi hijo.
Me avergüenzo”, dijo, mientras intentaba contener el llanto.
La sinceridad con la que habló sobre su rol como padre removió emociones incluso en los televidentes más escépticos.
Pero si hubo un momento en el que el estudio entero se quedó en silencio absoluto, fue cuando Pavón reveló una traición familiar que hasta ese día había guardado celosamente.
Contó cómo una persona muy cercana a él le robó una fuerte suma de dinero y lo dejó en la ruina emocional.
“Nunca pensé que me clavaría el puñal alguien de mi propia sangre”, confesó con un dolor que traspasaba la pantalla.
Esta confesión generó un torbellino de especulaciones en redes sociales, ya que no dio nombres, pero sí dejó claro que el daño fue profundo e irreparable.
Otro punto que generó un terremoto mediático fue cuando le preguntaron si había sido infiel durante sus relaciones más mediáticas.
Pavón no titubeó: “Sí, fui infiel.
Varias veces.
Y no me siento orgulloso de eso”.
La frialdad con la que aceptó su responsabilidad encendió las redes, donde muchos lo acusaron de cinismo, mientras otros aplaudieron su valor para asumir sus errores sin culpar a terceros.
A lo largo del programa, Antonio no esquivó ni una sola pregunta.
Habló de su miedo a la soledad, de su lucha con la depresión, de los momentos en los que pensó en dejarlo todo.
Incluso admitió haber buscado ayuda psicológica luego de varios episodios de crisis que afectaron su estabilidad emocional.

“La fama me dio mucho, pero también me destruyó en partes que nadie vio”, declaró, dejando ver la fragilidad detrás del personaje público.
La entrevista completa fue un viaje intenso, casi cinematográfico, donde cada respuesta era más impactante que la anterior.
El público, acostumbrado a verlo como un personaje polémico y arrogante, descubrió a un hombre roto, vulnerable, que decidió desnudarse emocionalmente ante todo un país.
Algunos lo acusan de buscar redención televisiva, otros creen que finalmente mostró su verdadero yo.
Lo que nadie puede negar es que Antonio Pavón logró hacer lo que pocos se atreven: enfrentarse sin máscaras a sus demonios, en horario estelar y con millones de testigos.
Desde que se emitió el programa, las redes sociales han explotado con reacciones de todo tipo.
Fans, detractores, figuras públicas y hasta ex parejas han opinado sobre lo que vieron.
Algunos lo defienden, asegurando que su sinceridad fue valiente y necesaria; otros creen que fue una estrategia para volver a estar en el ojo mediático.
Pero, sea cual sea la intención, lo cierto es que sus palabras han sacudido a más de uno, y que su paso por El Valor de la Verdad ya se ha convertido en uno de los más recordados en la historia del programa.
Antonio Pavón no solo se hundió ante las cámaras.
También se liberó.
Y aunque sus verdades duelen, también revelan algo que muy pocos se atreven a mostrar: la humanidad detrás del escándalo.