💣 ¡BOOM! Christian Cueva explota de furia y anuncia DEMANDA contra Ethel Pozo y Gisela Valcárcel en vivo
La polémica estalló en cuestión de horas.
Todo comenzó tras una emisión del programa conducido por Ethel Pozo, donde se abordaron supuestos detalles de la vida privada de Christian Cueva.
Con un tono burlón y sin filtros, el espacio televisivo insinuó que el futbolista estaría atravesando una grave crisis personal, mezclando comentarios sobre su relación de pareja, su estado emocional e incluso su desempeño profesional.
Lo que parecía ser “entretenimiento” fue recibido por Cueva como una grave ofensa.
El futbolista, visiblemente alterado, utilizó sus redes sociales para responder con contundencia.
A través de un video transmitido en vivo, Cueva no se guardó nada: “Estoy harto de que se metan con mi familia, con mi nombre y con mi dignidad.
Ni Ethel Pozo ni su madre Gisela Valcárcel tienen derecho a lucrar con mi vida personal,” declaró furioso.
Pero lo más fuerte vino después: el anuncio formal de una demanda por difamación y daños morales.
“Ya iniciamos acciones legales.
Esta vez no me voy a quedar callado.
Que la justicia haga su trabajo, y que respondan por todo lo que han dicho sin pruebas,” añadió.
Sus palabras resonaron como un golpe directo al corazón del espectáculo peruano, especialmente al de Gisela, figura históricamente intocable en la televisión local.
La demanda, según fuentes cercanas al entorno legal de Cueva, incluye pruebas de grabaciones, transcripciones y reportes de audiencia donde se habrían hecho alusiones directas al jugador sin contar con su autorización ni con base en hechos verificados.
Además, se señala que los comentarios de Ethel Pozo habrían sido “tendenciosos y malintencionados”, diseñados para causar escándalo a costa de la estabilidad emocional del deportista.
La reacción de Gisela Valcárcel no se hizo esperar.
En una publicación escueta pero cargada de tensión, escribió: “Siempre hemos respetado la libertad de expresión, pero también sabemos cuándo alguien ha cruzado la línea.
Lo aclararemos en su debido momento.
” Una frase ambigua que muchos interpretaron como una advertencia de que el conflicto apenas está comenzando.
Mientras tanto, Ethel Pozo ha optado por el silencio.
No ha emitido comentarios ni a través de redes sociales ni en su programa habitual, lo cual ha sido interpretado por muchos como una señal de que el tema ha tocado fibras muy sensibles en el canal.
Incluso se especula que la producción está evaluando emitir un comunicado oficial para deslindar responsabilidades.
El escándalo ha generado una ola de reacciones en redes sociales.
Algunos usuarios apoyan a Cueva, afirmando que los programas de entretenimiento han sobrepasado los límites del respeto a la privacidad.
Otros defienden a Ethel y Gisela, alegando que como figuras públicas, los deportistas también deben estar abiertos a la crítica.
Pero lo que nadie puede negar es que esta guerra mediática ha alcanzado niveles que pocos esperaban.
Expertos en leyes mediáticas han señalado que esta demanda podría sentar un precedente en el país.
Si el caso avanza y se demuestra que hubo difamación o malicia en los comentarios televisivos, los programas de espectáculo podrían enfrentarse a un nuevo nivel de responsabilidad legal.
Y en medio de todo esto, la reputación de todos los involucrados está en juego.
Cueva, por su parte, ha recibido muestras de apoyo de colegas, fanáticos e incluso otras figuras públicas que también han sido víctimas de ataques mediáticos.
“Ya era hora de que alguien se enfrente a este circo,” escribió un exseleccionado nacional en sus redes, avivando aún más la polémica.
Lo cierto es que Christian Cueva ha decidido no quedarse callado, y lo ha hecho con la fuerza de quien se siente al límite.
Esta vez, la cancha es legal, y el balón lo tiene él.
¿Responderán Gisela y Ethel en tribunales o intentarán apagar el fuego con un acuerdo privado? ¿Se avecina el juicio más mediático del año? Solo el tiempo dirá, pero lo que es seguro es que este escándalo está lejos de apagarse.
Al contrario, apenas está calentando.
