📸 Videos ocultos, mensajes borrados y una traición familiar: el día que Farfán fue desenmascarado por su primo 🧨👀
El ambiente era denso.Las redes, encendidas.

Y Cristian Martínez, alias “Cri Cri”, parecía ser el villano de turno en una historia que cada vez se volvía más oscura.
Acusado públicamente tras la filtración de unas imágenes perturbadoras relacionadas con un presunto caso de abuso a una joven de 19 años, el primo del exfutbolista Jefferson Farfán se convirtió en blanco de críticas, memes y repudio social.
Pero lo que nadie esperaba era que, tras días de silencio, este personaje emergiera con una narrativa completamente diferente… y con evidencias en la mano.
En una transmisión grabada en tono frío y con gestos visiblemente contenidos, Cri Cri comenzó diciendo: “Yo no voy a seguir callando.
Me han destruido públicamente mientras otros se esconden”.
Luego, con la calma de quien ha soportado mucho, soltó la bomba: “Yo tengo cómo demostrar quién estaba ahí ese día.

Y no fui el único”.
El primer material que mostró fue un video de vigilancia doméstica —según él, grabado por un sistema de seguridad interno— donde se ve claramente que no estaba solo en el lugar de los hechos.
En las imágenes se observan múltiples personas entrando y saliendo de una residencia privada, entre ellos, una figura masculina con gorra, vestimenta deportiva y una silueta que varios usuarios ya han comenzado a identificar como la del propio Jefferson Farfán.
Aunque el rostro no se ve con claridad, el reloj, la cadena y una particular forma de caminar coincidirían con anteriores apariciones del exjugador.
“Yo no estoy diciendo que él hizo algo.
Pero no fui el único.
Y si me van a destruir, que digan la verdad completa”, afirmó Cristian mientras sostenía en la mano lo que aseguró ser un dispositivo con más registros.

Acto seguido, reveló capturas de pantalla de conversaciones privadas que habría tenido con una persona identificada como “J.F.”, donde se hablaba de “borrar cosas” y “evitar que saliera a la prensa”.
Una de las líneas más impactantes decía: “Tú tranquilo, si no hablas, nadie te toca”.
La revelación cayó como una bomba.
¿Estaba Farfán encubriendo algo? ¿O solo intentando proteger a su primo de un escándalo mayor? En cualquier caso, las dudas ahora también lo alcanzan a él.
Lo más alarmante vino después.
Cri Cri presentó un audio donde, supuestamente, se escucha una conversación entre dos hombres (presuntamente él y Farfán), en la que uno le dice al otro: “Ya fue, borra todo.
No hay forma que esto salga”.
Aunque la autenticidad del audio aún no ha sido verificada por peritos, su contenido ya ha comenzado a circular en plataformas clandestinas, generando un estallido de teorías, especulaciones y demandas de investigación urgente.
La respuesta de Farfán hasta ahora ha sido el silencio absoluto.
Su cuenta de Instagram permanece sin actualizaciones, y sus portavoces no han emitido declaración oficial.
Sin embargo, este nuevo capítulo ha causado un terremoto en su imagen pública.
Las redes sociales, implacables, ya están dividiendo opiniones.
Algunos defienden al ídolo y acusan a Cri Cri de querer arrastrarlo consigo para salvarse.
Otros, en cambio, creen que estas revelaciones son solo la punta del iceberg de una red de poder, favores familiares y encubrimientos silenciosos.
Lo cierto es que el caso ha dado un giro inesperado.
La fiscalía, que ya había iniciado una investigación preliminar contra Cristian Martínez, ahora deberá ampliar el espectro y analizar estas nuevas pruebas.

Expertos en derecho penal y criminología aseguran que, de confirmarse la autenticidad de los videos y mensajes, la narrativa judicial podría cambiar radicalmente.
“Esto no es una defensa común.
Es un contraataque peligroso y, tal vez, desesperado”, afirma una abogada especializada en casos mediáticos.
Mientras tanto, la presunta víctima no ha emitido ninguna declaración pública, pero se sabe que su entorno legal ya está al tanto de este nuevo material.
Algunos medios aseguran que estaría dispuesta a colaborar con la justicia para verificar los hechos, pero exige que su identidad y seguridad sean protegidas al máximo.
Este enfrentamiento no es solo un asunto judicial.
Es una guerra familiar que ahora se juega bajo los reflectores, donde las lealtades se rompen, los secretos se filtran y las máscaras caen sin misericordia.
Cri Cri, el primo silencioso, se ha convertido de pronto en el hombre que podría arrastrar a uno de los grandes del fútbol peruano al centro de una tormenta legal y mediática sin precedentes.
Y mientras el país entero observa, expectante y dividido, solo una cosa queda clara: esta historia aún no ha terminado.
Y lo que viene podría ser incluso más perturbador que todo lo revelado hasta ahora.