Denuncian a Ethel Pozo por maltrato laboral: Extrabajadores revelan el lado oscuro de la conductora
En un giro inesperado que está sacudiendo a la televisión peruana, Ethel Pozo, una de las conductoras más queridas y reconocidas del país, ha sido acusada de maltrato laboral por varios extrabajadores del programa América Hoy.

Los testimonios que han salido a la luz exponen un lado oscuro de la conductora que nada tiene que ver con la imagen pública que proyecta ante las cámaras.
Según estos testimonios, Ethel Pozo habría tenido actitudes déspotas y abusivas hacia su equipo de trabajo, generando un ambiente de tensión y malestar dentro del programa.
Los extrabajadores que decidieron romper su silencio describen una serie de episodios de humillación, exigencias desmesuradas y actitudes frías que habrían marcado su paso por el programa.
A pesar de la imagen amable que Ethel suele mostrar frente al público, estos relatos sugieren que tras cámaras la situación era completamente diferente, lo que ha sorprendido a muchos de sus seguidores y compañeros de trabajo.

Uno de los testimonios más impactantes proviene de un extrabajador que relató un incidente específico: la historia del “termo destruido”.
Según el relato, Pozo habría perdido los estribos en una ocasión por un simple incidente relacionado con un termo de agua.
El extrabajador explica que, en medio de una grabación, la conductora se enfureció al no encontrar su termo y, como resultado, destruyó un objeto del equipo de producción como forma de descargar su frustración.
Este episodio fue uno de los que más impactó a los miembros del equipo, quienes comentaron que nunca antes habían presenciado una reacción tan desproporcionada ante algo tan trivial.
Otros testimonios dan cuenta de constantes reclamos que Pozo hacía a su equipo, muchos de ellos considerados desproporcionados e innecesarios.
Fuentes internas han revelado que las exigencias de la conductora sobre el desempeño de su equipo eran tan altas que, en ocasiones, parecían fuera de lugar.
“Era imposible complacerla.
Si algo no salía a su gusto, no dudaba en gritar o hacer comentarios hirientes”, comentó un extrabajador que prefirió mantenerse en anonimato.
Lo más sorprendente, sin embargo, ha sido la descripción de la actitud de Ethel hacia los empleados de menor rango, como asistentes y técnicos.
“A menudo nos trataba con desdén.

Nunca se dirigía a nosotros con la misma amabilidad que mostraba en cámara.
Era como si para ella no fuéramos nada”, relató un exasistente de producción, quien aseguró que muchas veces Pozo pedía tareas insólitas, como ajustes de último minuto sin ningún tipo de consideración, lo que generaba un estrés innecesario en el equipo.
Uno de los testimonios más polémicos hace referencia a la conducta de Ethel Pozo con los alimentos del programa.
Según los extrabajadores, la conductora habría mostrado una actitud mezquina al momento de repartir los alimentos durante las grabaciones, un acto que muchos calificaron de “egoísta”.
“Ella siempre se aseguraba de que lo que se iba a comer, lo tuviera primero.
No compartía con el equipo, incluso cuando teníamos largas jornadas de trabajo”, señaló otro de los extrabajadores.
Esta actitud, aparentemente trivial, ha causado gran revuelo, ya que muchos se preguntan cómo una persona que se presenta como cercana y accesible en televisión podría tener una actitud tan diferente en la vida real.
Ante estas acusaciones, el nombre de GV Producciones, la productora responsable de América Hoy, también ha sido señalado.
Los testimonios apuntan a que la producción estaba al tanto de las actitudes de Ethel Pozo, pero no tomaron medidas correctivas.
“Nadie decía nada, todos temían por sus empleos.
En la televisión, la imagen de Ethel era muy cuidada, pero lo que pasaba en los pasillos del programa era muy diferente”, comentó un miembro del equipo.
Esta situación ha generado críticas hacia la producción, que ha sido acusada de no intervenir en la creación de un ambiente laboral más saludable y respetuoso.
Hasta el momento, Ethel Pozo no ha emitido una declaración oficial sobre estas acusaciones.
Sin embargo, la presión sobre la conductora aumenta cada día.
Sus seguidores, que durante años la han visto como un modelo de simpatía y profesionalismo, se sienten ahora decepcionados y confundidos por los testimonios que han salido a la luz.
Los fans esperan una respuesta clara de la conductora para aclarar los hechos y decidir si continuará siendo una figura respetada en la televisión peruana.
El escándalo ha generado un debate sobre la desconexión que a menudo existe entre la imagen que los famosos proyectan en pantalla y la realidad detrás de cámaras.
Las acusaciones de maltrato laboral contra Ethel Pozo, sumadas a las revelaciones de sus extrabajadores, pintan un cuadro de una personalidad distante, exigente y difícil de complacer, contrastando con la imagen amable y cercana que mostraba frente al público.
¿Será esta una crisis de imagen provocada por la filtración de estos testimonios, o existe realmente una cultura de abuso laboral en América Hoy que necesita ser revisada?