🚨Tras la muerte de Valeria Márquez, sus familiares viven con miedo constante… y lo que revelaron es escalofriante
Cuando Valeria Márquez falleció de forma repentina y aún rodeada de misterio, muchos pensaron que lo peor ya había pasado.

Pero para su familia, la pesadilla apenas comenzaba.
En las últimas semanas, han salido a la luz declaraciones estremecedoras de varios de sus parientes cercanos, quienes aseguran vivir con miedo constante… por una razón que va mucho más allá del dolor por la pérdida.
Según fuentes confiables y mensajes filtrados a la prensa, varios miembros de la familia de Valeria han recibido mensajes anónimos advirtiéndoles que “no hablen más de la muerte” de la influencer.
Estos mensajes no solo han sido enviados a través de redes sociales, sino también por llamadas desde números desconocidos e incluso amenazas escritas que llegaron directamente a la puerta de su casa familiar.
“Nos están vigilando.
Sabemos que no fue un accidente, y ellos también lo saben”, dijo una tía de Valeria bajo condición de anonimato.
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La madre de Valeria, quien al principio se mostraba abierta a compartir detalles sobre los últimos días de su hija, ha reducido su presencia en redes y se niega ahora a dar entrevistas.
Allegados aseguran que lo ha hecho por miedo, tras notar movimientos extraños cerca de su residencia y recibir mensajes que insinuaban que “ella sería la siguiente” si seguía hablando.
Una prima cercana reveló que días después del funeral, un vehículo desconocido fue visto estacionado por horas frente a la casa de los Márquez, con personas tomando fotos y grabando sin motivo aparente.
Cuando se les intentó confrontar, arrancaron a gran velocidad.
Desde entonces, la familia ha instalado cámaras de seguridad y ha limitado sus salidas, temiendo por la seguridad de los más jóvenes.
Pero, ¿por qué tanto terror? ¿Qué están intentando ocultar? Según varias teorías que circulan en redes —y que cada vez ganan más peso—, Valeria no falleció por causas naturales ni por un accidente fortuito, sino que fue víctima de un entramado de manipulaciones, presiones psicológicas y posibles actos deliberados que aún no han sido revelados públicamente.
La familia estaría en posesión de pruebas sensibles que confirmarían esa versión… y eso es lo que los habría puesto en el punto de mira.
Una fuente cercana incluso reveló que existen mensajes de voz y capturas de pantalla donde Valeria expresaba su temor por ciertas personas de su entorno, señalando que se sentía “asfixiada, controlada y vigilada”.
Estos mensajes habrían sido compartidos con familiares poco antes de su muerte, y podrían ser clave para entender lo que realmente ocurrió.
Sin embargo, hasta el momento, no han sido difundidos públicamente, por miedo a represalias.
La policía, por su parte, no ha ofrecido declaraciones claras sobre si hay una investigación abierta o si las amenazas han sido formalmente denunciadas.
Esto solo ha aumentado la incertidumbre y la percepción de que algo se está intentando ocultar desde las altas esferas.
“Nos quieren callar, pero la verdad tarde o temprano saldrá”, aseguró uno de los familiares, visiblemente afectado.
Lo más inquietante es que, según algunos periodistas de investigación, no es la primera vez que ocurre algo similar en casos vinculados a influencers con información delicada sobre su entorno.
“Cuando hay intereses económicos, imagen pública y secretos que podrían destruir reputaciones, las amenazas no tardan en aparecer.
Y lo de Valeria huele exactamente a eso”, afirmó un experto en crimen digital.
Hoy, los Márquez no solo lloran la pérdida de Valeria, también viven con el peso de una amenaza latente.

No saben quién los vigila, quién los quiere silenciar o hasta dónde están dispuestos a llegar… pero sí saben que su silencio puede costarles caro.
Por eso, el miedo se ha instalado en su día a día, como una sombra que no se disipa ni con el paso del tiempo.
Y mientras tanto, una verdad aún enterrada sigue esperando salir a la luz.
Porque si algo ha quedado claro con esta escalofriante situación, es que la muerte de Valeria Márquez no cerró un capítulo… lo abrió.
Y el peligro, lamentablemente, sigue muy presente.