“Me bloquea los sueños”: madre de la hija de Farfán lo enfrenta por no dejarla viajar al extranjero en busca de una nueva vida🌎
El conflicto estalló en redes sociales, donde la madre de la hija de Jefferson Farfán, visiblemente afectada, publicó un video que rápidamente se hizo viral.

Con la voz entrecortada y un tono de desesperación, lanzó una acusación directa contra el exfutbolista de la selección peruana: “No me deja salir del país con mi hija, me pone trabas legales, como si quisiera castigarme por querer darle una vida mejor”.
Sus palabras encendieron las redes.
En cuestión de minutos, miles de usuarios reaccionaron, algunos apoyándola, otros defendiendo a Farfán, pero todos pendientes del nuevo capítulo en la tormentosa vida personal del exjugador.
En el video, la madre explicó que había recibido una oferta de trabajo en el extranjero, una oportunidad que —según dijo— le permitiría mejorar la educación y el bienestar de su hija.
Sin embargo, para poder viajar, necesitaba la autorización del padre, que en este caso es Farfán.
“No se trata de alejarla de él, sino de avanzar, de crecer.
Pero él se niega a firmar.
No entiendo por qué, si siempre dice que quiere lo mejor para su hija”, declaró entre lágrimas.
Fuentes cercanas a la familia confirmaron que la disputa legal lleva meses desarrollándose en silencio.
Según documentos filtrados, Farfán habría presentado una medida judicial para impedir la salida del país de la menor, alegando “riesgo de desarraigo y afectación emocional”.
El argumento, aunque legalmente válido, desató la indignación de quienes ven en esta acción un acto de control más que de protección.
“Es injusto —comentó una seguidora en redes—, si la madre tiene una oportunidad para progresar, ¿por qué impedirlo? La niña también merece un futuro digno”.
Por su parte, el entorno de Farfán se ha mantenido hermético, pero una fuente cercana al futbolista aseguró que su decisión no se debe a rencores personales, sino a una preocupación real por la estabilidad de su hija.
“Jefferson es un padre presente y responsable.
No quiere que la niña se vaya a vivir fuera del país porque teme perder el contacto con ella.
No se trata de ego, sino de amor”, declaró la fuente, que pidió mantener el anonimato.
Sin embargo, las declaraciones públicas de la madre pintan una historia distinta.
En una entrevista exclusiva, aseguró que Farfán ejerce su poder y sus influencias para mantenerla “atada” a un país donde, según ella, ya no tiene oportunidades.
“Él tiene todo: dinero, contactos, abogados.
Yo solo tengo a mi hija.
Y por eso no voy a rendirme”, dijo con determinación.
La frase se viralizó rápidamente y encendió un debate nacional sobre los límites del poder en las relaciones familiares.
Mientras tanto, los programas de espectáculos no tardaron en reaccionar.
Magaly Medina, siempre directa, abordó el tema con dureza: “Si lo que ella dice es cierto, estamos ante un caso de abuso de poder.
Farfán puede tener millones, pero no tiene derecho a decidir sobre el futuro de una madre que solo busca trabajar”.
Sus palabras generaron controversia, y pronto otros medios se sumaron a la discusión, convirtiendo el caso en la noticia más comentada del país.
En paralelo, algunos internautas recordaron los conflictos previos de Farfán con otras exparejas, señalando que este patrón de disputas legales y acusaciones públicas no es nuevo en su vida.
“Cada vez que hay una mujer que intenta avanzar, aparece un obstáculo.
¿Casualidad?”, se leía en Twitter.
Otros, en cambio, defendieron al futbolista argumentando que, como padre, tiene derecho a velar por el bienestar emocional de su hija y evitar decisiones impulsivas que puedan separarla de su entorno familiar.
La tensión escaló aún más cuando, según fuentes judiciales, la madre presentó una solicitud formal ante el juzgado de familia para obtener el permiso de viaje sin la firma del padre, alegando “circunstancias excepcionales y motivos humanitarios”.
La respuesta de Farfán no se hizo esperar: su equipo legal contraatacó con un documento en el que se insiste en “preservar el arraigo y la relación afectiva con el padre”.
En otras palabras, la batalla recién comienza.
En medio del escándalo, la opinión pública se polariza.
Algunos ven en la madre una figura valiente, dispuesta a enfrentar a un ídolo nacional por el bienestar de su hija.
Otros la acusan de victimizarse para ganar simpatía y presionar a la justicia.
Pero lo cierto es que, detrás de las cámaras y los titulares, hay una niña en el centro de una guerra emocional y mediática que podría dejar cicatrices profundas.
Mientras la historia continúa desarrollándose, Jefferson Farfán se mantiene en silencio.
No ha emitido declaraciones oficiales ni publicaciones al respecto.
Solo se le ha visto en un par de eventos deportivos, siempre serio, evitando las preguntas de la prensa.
Su silencio, sin embargo, ha sido interpretado de dos maneras: para algunos, es señal de prudencia; para otros, un intento de evitar que salgan a la luz detalles incómodos.
Lo que parecía un simple trámite familiar se ha convertido en una historia de poder, amor y orgullo.
Una batalla que trasciende lo legal y se adentra en lo emocional.
¿Es Farfán un padre que protege o un hombre que controla? ¿Es la madre una víctima o una estratega que sabe usar los medios a su favor? Las respuestas, por ahora, son tan inciertas como el futuro de la niña que ambos dicen amar.
Y mientras la justicia decide quién tiene la razón, el país entero observa cómo, una vez más, los secretos más dolorosos del mundo del espectáculo se ventilan a la luz pública, recordándonos que detrás de los nombres famosos también hay heridas, lágrimas… y sueños que alguien no está dispuesto a dejar volar.