😱 “Nos usaban como muñecas”: Milett Figueroa lanza GRAVES acusaciones contra Jessica Newton y el certamen
Durante años, Milett Figueroa fue vista como una figura glamorosa, polémica sí, pero siempre rodeada de belleza, lentejuelas y escenarios.
Sin embargo, lo que nadie esperaba era que, detrás de esa fachada brillante, guardara una historia de abuso psicológico, manipulación y control que ahora ha decidido contar… con nombres y apellidos.
Y en el centro de todo, una figura que siempre ha sido intocable: Jessica Newton.
En una entrevista sin filtros, Milett rompió con todo lo establecido.
“Nos trataban como productos, no como personas”, dijo sin titubeos.
Según su testimonio, el concurso Miss Perú era más una fábrica de explotación que una plataforma para empoderar a las mujeres.
Afirma que detrás de las cámaras existía una maquinaria que exigía perfección absoluta a cambio de humillaciones constantes, horarios extenuantes, y presiones físicas y mentales que rozaban el abuso.
Pero la declaración más explosiva llegó cuando directamente apuntó a Jessica Newton.
“Ella lo sabía todo.
De hecho, lo permitía.
Era parte del sistema.
Quería mujeres obedientes, perfectas y dispuestas a callar para no manchar la marca.
” Según Milett, Newton no solo supervisaba, sino que fomentaba un ambiente donde las misses debían cumplir con exigencias deshumanizantes para mantenerse en el certamen.
Milett relató episodios donde fue obligada a bajar de peso de manera extrema en cuestión de días, enfrentando regímenes alimenticios severos y jornadas de entrenamiento sin descanso.
“Había chicas que se desmayaban, lloraban, sufrían crisis… y la respuesta era ‘esto es Miss Perú, no una clínica de terapia’.
” Asegura que el glamour era solo una fachada para una estructura que exprimía a las candidatas física, emocional y hasta económicamente.
Otro punto alarmante fue cuando reveló que las misses, en muchos casos, eran expuestas ante empresarios o figuras de poder bajo la excusa de “eventos de beneficencia” o “presencias protocolares”, sin acompañamiento ni protección.
“Éramos usadas como piezas de exhibición para agradar a patrocinadores.
Si alguien se quejaba, simplemente quedaba fuera.
”
La entrevista generó una ola inmediata de reacciones.
Mientras algunos salieron en defensa de Jessica Newton, argumentando que Milett solo busca atención, otros comenzaron a compartir sus propias experiencias dentro del certamen.
Algunas exmisses, sin dar nombres, comenzaron a publicar mensajes en redes insinuando que lo que dijo Milett es solo “la punta del iceberg”.
Jessica Newton, por su parte, publicó un escueto comunicado negando las acusaciones y calificando las declaraciones como “infundadas y malintencionadas”.
Sin embargo, el tono de la opinión pública ya ha comenzado a inclinarse.
Porque si bien Milett ha sido muchas veces blanco de controversias, nadie puede negar el nivel de detalle y contundencia con el que presentó su versión.
Y hay más.
Figueroa dejó entrever que existe un grupo de exmisses que estaría preparando un pronunciamiento conjunto para denunciar prácticas similares.
De concretarse, esto podría significar el escándalo más grave en la historia del Miss Perú.
Una estructura que por años se mostró como un ejemplo de disciplina y belleza, podría estar escondiendo una realidad mucho más siniestra: la normalización del abuso en nombre del éxito.
“Nos enseñaban a sonreír aunque nos estuviéramos cayendo a pedazos por dentro”, concluyó Milett en la entrevista.
Y esas palabras, aunque simples, resumen el impacto brutal de su testimonio.
No se trata solo de su historia personal, sino de un patrón sistemático que, de ser cierto, podría tumbar la imagen de una institución que lleva décadas siendo referente en el país.
¿Responderá Jessica Newton con pruebas? ¿Saldrán más voces a confirmar —o desmentir— lo dicho por Milett? ¿Hasta dónde llegará esta tormenta mediática? Lo único claro es que ya nada será igual.
Y lo que parecía un simple certamen de belleza, hoy está bajo el escrutinio más feroz que jamás haya enfrentado.
