🚨 Korina Rivadeneira fue expuesta en circo con baile fuera de lugar y el público estalló
Korina Rivadeneira se ha ganado un lugar sólido en el mundo del entretenimiento latinoamericano.
Con miles de seguidores, campañas de marcas reconocidas y una presencia constante en medios, su imagen siempre ha sido sinónimo de simpatía y profesionalismo.
Pero en su más reciente aparición en un circo limeño, todo cambió en cuestión de minutos.
La influencer fue invitada como “figura especial” del espectáculo para una breve participación escénica.
Sin embargo, lo que parecía ser una colaboración ligera se transformó en un momento profundamente incómodo que ahora se ha vuelto viral en redes sociales.
Durante el acto, uno de los bailarines del elenco circense comenzó a rodear a Korina de manera provocadora.
A ritmo de una música de doble sentido, el show se volvió inesperadamente sugestivo.
El bailarín se acercó a ella con movimientos sensuales y una coreografía que distaba completamente del tono familiar que se había prometido en la promoción del evento.
La incomodidad de Korina fue evidente.
Forzó una sonrisa, se mantuvo rígida y trató de seguir el juego sin generar una escena, pero su lenguaje corporal lo decía todo: no estaba cómoda, y eso era claro para cualquiera que mirara.
Las cámaras del público no tardaron en capturar el momento.
En cuestión de horas, los videos comenzaron a circular por TikTok, Twitter e Instagram, acompañados de comentarios que iban desde la indignación hasta la burla.
Muchos criticaron a la producción del circo por permitir un número que sobrepasaba los límites del respeto, especialmente tratándose de una madre joven en un espectáculo donde había niños presentes.
Otros defendieron a Korina, asegurando que ella fue víctima de una situación que claramente no estaba pactada ni aprobada previamente.
Mario Hart, su esposo, también reaccionó con dureza.
A través de sus redes sociales, publicó un mensaje directo y sin rodeos: “Eso no fue un show.
Fue una falta de respeto.
No todo se justifica como entretenimiento”.
El comentario recibió miles de likes y fue compartido por varias figuras del medio, muchas de las cuales expresaron su apoyo a Korina y su rechazo a este tipo de “espectáculos disfrazados de humor”.
Lo más grave fue la respuesta inicial del circo.
En lugar de asumir la responsabilidad, los organizadores publicaron un breve comunicado en el que minimizaban el hecho, alegando que todo era parte del “ambiente festivo” y que “la artista estaba al tanto del guion”.
Esta afirmación fue desmentida por fuentes cercanas a Korina, quienes aseguraron que ella no tenía conocimiento alguno de que el baile iba a tomar ese rumbo.
La falta de coordinación, sumada al intento de encubrir el error, solo empeoró la situación.
La polémica ahora ha tomado fuerza en medios de comunicación, donde se ha abierto el debate sobre los límites del entretenimiento, el respeto a la integridad de los invitados y el rol que deben asumir los productores cuando se cruzan líneas inapropiadas.
Varios colectivos de defensa a la mujer han condenado lo ocurrido, señalando que este tipo de actos perpetúan una cultura de acoso y falta de consentimiento normalizada bajo el paraguas del espectáculo.
Korina, hasta el momento, no ha hecho una declaración pública directa sobre lo ocurrido, pero ha compartido mensajes que reflejan su molestia y decepción.
En una historia de Instagram, escribió: “No todo se puede permitir solo por estar frente a una audiencia.
El respeto es primero”.
Sus palabras, aunque breves, resonaron fuerte entre sus seguidores, quienes han convertido el hashtag #RespetoParaKorina en tendencia.
Este incidente deja una lección clara: ni la fama ni la buena disposición de una figura pública justifican la exposición a situaciones humillantes o incómodas.
El entretenimiento no puede ser excusa para cruzar límites que afectan la dignidad de las personas.
Y aunque la función debe continuar, lo cierto es que el público ya no está dispuesto a aplaudir cualquier cosa.
El show sí, pero con respeto.
