💥 Escándalo EN VIVO: Korina es víctima de abuso en pleno show y la respuesta del circo es indignante
El pasado fin de semana, Korina Rivadeneira fue invitada a participar como figura especial en un espectáculo circense que, según la promoción, prometía ser “una noche mágica para toda la familia”.

La modelo y actriz, conocida por su carisma y cercanía con el público, aceptó con entusiasmo, sin imaginar que esa noche marcaría uno de los episodios más humillantes y dolorosos de su vida.
Lo que ocurrió ante los ojos de decenas de asistentes —y que fue grabado por varios teléfonos— no solo desató una ola de indignación en redes, sino que también dejó al descubierto un sistema de impunidad dentro del entretenimiento en vivo.
Durante un número donde la interacción con el público y los artistas del circo era parte del guion, un integrante del espectáculo protagonizó un acto completamente fuera de lugar.

A pesar de estar en un entorno controlado, con niños y familias presentes, este sujeto se acercó a Korina de forma invasiva, realizó gestos y contactos físicos inadecuados que fueron percibidos por la audiencia como claramente abusivos.
Algunos asistentes rieron incómodos, otros grabaron con incredulidad, pero Korina se quedó paralizada, visiblemente incómoda, tratando de mantener la compostura ante la mirada de todos.
Las imágenes se volvieron virales en cuestión de horas.
Usuarios en redes sociales comenzaron a exigir explicaciones, mientras se multiplicaban los mensajes de apoyo hacia Korina.
Sin embargo, lo que nadie esperaba fue la reacción oficial del circo: lejos de pedir disculpas o reconocer el error, la organización emitió un comunicado insinuando que Korina “había aceptado el número” y que “sabía lo que iba a ocurrir”.
En pocas palabras, la culparon.

La respuesta fue tan cínica que muchos no dudaron en tildarla de revictimizante, irresponsable y hasta peligrosa.
Mario Hart, esposo de Korina, no tardó en pronunciarse.
En una serie de historias de Instagram y publicaciones contundentes, arremetió contra la producción del espectáculo, exigiendo no solo una disculpa pública, sino también acciones legales contra el responsable del abuso.
“¿Hasta cuándo vamos a seguir permitiendo que esto pase frente a todos y encima pretendan callarla? ¡Esto no es parte del show, es un delito!”, escribió, visiblemente alterado.
También anunció que ya está asesorándose con abogados para tomar medidas contra quienes intentaron responsabilizar a su esposa por lo sucedido.

En medio de la tormenta mediática, varios artistas y personalidades del espectáculo salieron a apoyar a Korina, denunciando que este tipo de situaciones no son nuevas, pero que muchas veces se encubren bajo el disfraz del humor o del entretenimiento.
Lo que más alarma es que el hecho ocurrió en un espacio donde había niños, cámaras y testigos.
Si algo así puede pasar frente a todos, ¿qué no puede ocurrir en espacios cerrados y sin vigilancia?
El tema ha escalado hasta llegar a las autoridades.
Se reporta que el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables ya ha tomado conocimiento del caso y estaría evaluando abrir una investigación de oficio por acoso y abuso en espacios públicos.
Mientras tanto, la empresa organizadora del circo ha comenzado a borrar comentarios y bloquear usuarios en redes, lo que ha provocado aún más indignación.

Por su parte, Korina, aún afectada emocionalmente, ha declarado en una breve aparición: “No fue parte del show.
No lo esperaba, no lo permití y no lo voy a dejar pasar”.
Sus palabras resumen la postura firme de una mujer que se niega a ser silenciada, incluso cuando el sistema pretende minimizar su experiencia.
El caso ha abierto un debate urgente sobre los límites del espectáculo, el consentimiento en espacios públicos y la responsabilidad de los organizadores frente a situaciones de acoso.
Pero, sobre todo, ha puesto de manifiesto que incluso en pleno 2025, todavía hay quienes culpan a la víctima en lugar de enfrentar al agresor.
Y esa es una batalla que Korina no está dispuesta a perder.