💔 “No Lo Quise Decir Antes”: Ethel Pozo Confiesa su Batalla Contra una Dolencia Que No Tiene Cura
Ethel Pozo ha decidido hablar.
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Y lo que dijo cambió radicalmente la forma en la que el público la ve.
La conductora de televisión, conocida por su carisma, alegría y profesionalismo, reveló por primera vez en una entrevista que desde hace años lucha contra una enfermedad incurable que afecta su salud física y emocional de forma silenciosa… pero devastadora.
“Es algo que no había contado antes porque no quería preocupar a nadie.

Siempre sentí que mi papel era dar alegría, no tristeza”, comenzó diciendo con la voz entrecortada.
Pero ya no podía seguir callando.
Ethel confesó que fue diagnosticada hace varios años con una condición crónica que no tiene cura, y que aunque no pone su vida en peligro inmediato, sí altera completamente su calidad de vida.
Aunque prefirió no dar el nombre exacto de la enfermedad —“por respeto a quienes la viven en formas más severas”, dijo—, sí explicó que se trata de una afección autoinmune que provoca un dolor constante, fatiga extrema, inflamación enarticulaciones y episodios de debilidad generalizada.
“Hay días en que no me puedo levantar de la cama, y aun así me maquillo, me visto y voy a trabajar fingiendo que todo está bien”, confesó entre lágrimas.
La revelación ha estremecido al medio artístico, no solo por el contenido, sino por la manera valiente en la que lo contó.
Según Ethel, vivir con una enfermedad así implica una doble carga: la física y la emocional.
“La gente me ve en televisión y piensa que estoy perfecta.
No saben que muchas veces tengo que sonreír con dolor, que me desespero al ver que mi cuerpo no responde como antes”.
Uno de los aspectos más duros, según relató, ha sido la incomprensión.
“He escuchado de todo: que soy floja, que me invento cosas para llamar la atención, que exagero.
Pero nadie imagina lo que es vivir atrapada en tu propio cuerpo”.
También confesó que durante años trató de ocultarlo incluso de su entorno más cercano, hasta que el cuerpo le exigió parar.
Fue entonces cuando decidió comenzar un tratamiento que no cura, pero sí ayuda a controlar los síntomas.
Medicamentos inmunosupresores, terapia física constante y una estricta dieta son parte de su nueva rutina diaria.
“No me gusta medicarme tanto, pero si no lo hago, simplemente no puedo seguir”, explicó.
Además, Ethel reveló que el diagnóstico la obligó a replantearse muchas cosas.
Cambió su forma de ver la vida, de valorar los pequeños momentos, de conectarse con su familia.
“Hubo un momento en que pensé dejar la televisión.
Sentía que ya no podía dar lo mejor de mí.
Pero mis hijas me dieron la fuerza para seguir.
Quiero que sepan que su mamá no se rindió.
”
La confesión ha generado una ola de apoyo incondicional en redes sociales.
Fans, colegas y personalidades del espectáculo han enviado mensajes de admiración, fuerza y amor.
Muchos incluso compartieron sus propias experiencias con enfermedades invisibles, creando una cadena de empatía pocas veces vista en medios digitales.
Y es que lo que ha hecho Ethel Pozo no es solo una confesión personal.
Es un acto de valentía, un llamado de atención y una muestra de humanidad brutal.
En una industria donde la perfección lo es todo, hablar de vulnerabilidad se convierte en un gesto revolucionario.
Actualmente, Ethel continúa trabajando, aunque ha reducido sus compromisos fuera del set.
Está enfocada en su bienestar, en pasar más tiempo con su familia y en usar su voz para visibilizar lo que tantos viven en silencio.
“Si mi historia ayuda a una sola persona a sentirse menos sola, entonces valió la pena contarlo”, concluyó con firmeza.
Porque sí, Ethel Pozo vive con una enfermedad incurable.
Pero también vive con una fuerza que hoy inspira a miles.
Y esa lucha… es digna de ser reconocida.