💣👠¡Sentenciadas por el show! La justicia cae sobre Gisela y su canal tras el escándalo que casi le cuesta la vida a Monique Pardo⚖️😱
Todo ocurrió en cuestión de segundos, en una noche que prometía glamour, nostalgia y espectáculo.

Monique Pardo, ícono de la música criolla y eterna diva de la farándula peruana, apareció como invitada especial en el programa de Gisela Valcárcel.
Nadie imaginó que aquella noche terminaría en tragedia, y mucho menos que años después se dictaría una sentencia que pondría en jaque a una de las figuras más poderosas de la televisión y a todo un canal.
La escena fue tan aparatosa como dolorosa: Monique, en plena presentación, resbaló violentamente en la pista del set, golpeándose con fuerza el pecho y quedando tendida ante las cámaras mientras el show continuaba, como si nada hubiera pasado.
En ese momento, muchos pensaron que se trataba de una caída más, de esas que se editan, se olvida, se viralizan y se entierran.
Pero para Monique no fue así.
Según su testimonio, el impacto no solo fue físico.

Hubo consecuencias médicas graves: problemas cardíacos, secuelas emocionales y un abandono sistemático por parte de los responsables.
“No me llamaron, no se preocuparon por mi salud.
Solo les importó que el programa siguiera como si yo no existiera”, declaró entre lágrimas ante el juez.
Tras años de litigio, audiencias, silencios de América TV y evasivas del entorno de Gisela, finalmente la justicia falló a favor de Monique Pardo.
El veredicto fue claro: hubo responsabilidad directa del canal y de la producción del programa por no haber garantizado la seguridad mínima del set ni ofrecer atención adecuada después del incidente.
La condena incluye una millonaria indemnización por daños físicos, emocionales y perjuicios laborales.

Gisela Valcárcel, pese a haber intentado mantenerse al margen legalmente, no pudo evitar verse implicada como figura central del programa y representante directa del contenido que se emitió aquella noche.
Según fuentes cercanas al caso, su expresión al escuchar la sentencia fue de absoluto desconcierto.
No hizo declaraciones.
No lloró.
Solo se quedó en silencio, mirando fijamente al vacío, mientras sus abogados redactaban los primeros esbozos de una posible apelación.
Pero lo más perturbador no fue la condena económica, sino lo que salió a la luz durante el juicio: documentos internos, mensajes de WhatsApp, testimonios de trabajadores que afirmaron que el piso del escenario estaba “en condiciones resbalosas” y que “ya se había advertido del riesgo”.
También se reveló que la atención médica tardó más de lo debido y que Monique fue retirada del set como si fuera un objeto más del decorado, sin respeto, sin humanidad.
Para muchos, esta sentencia no es solo justicia para Monique Pardo.
Es también un mensaje contundente a una industria que, por años, ha disfrazado la negligencia de entretenimiento.
Porque no se trata solo de una caída: se trata de cómo una mujer fue ignorada, minimizada y usada por un sistema que solo aplaude mientras sirves… y te borra cuando te caes.
Las redes sociales no tardaron en reaccionar.
Miles de usuarios mostraron su apoyo a Monique, mientras otros exigieron un pronunciamiento más humano por parte de Gisela.
Hasta el momento, el canal ha emitido un comunicado escueto, sin aceptar culpa alguna, limitándose a “acatar el fallo judicial”.

Pero el daño a su imagen ya está hecho.
Monique, por su parte, ha declarado que no busca venganza.
Solo quiere que se sepa la verdad.
“Esto no fue parte del show.
Esto fue real.
Y casi me cuesta la vida”, afirmó, dejando claro que, aunque el espectáculo siempre debe continuar, hay vidas que no pueden ser parte del guion.
Y ahora, la pregunta que queda flotando en el aire es: ¿Cuántas otras verdades se han ocultado detrás de las luces y las cámaras? Porque esta vez, la caída de Monique Pardo no solo se escuchó… se sintió.
Y la sentencia no solo condenó al canal: condenó también una forma de hacer televisión que, finalmente, mostró su rostro más oscuro.