¡TODO FUE MENTIRA! Peluchín revela la verdad oculta tras la ruptura de Mario y Onelia: ¡Una farsa mediática!

La bomba cayó sin previo aviso.

Durante su programa, el siempre polémico Rodrigo González, mejor conocido como Peluchín, dejó caer una de sus declaraciones más explosivas del año.

Con una sonrisa sarcástica y documentos en mano, afirmó que la mediática ruptura entre Mario y Onelia, que mantuvo al público pegado a las redes y los programas de espectáculos por semanas, habría sido en realidad una elaborada farsa.

Según sus palabras, todo fue “fríamente calculado” para generar atención, empatía… y por supuesto, rating.

Mario, quien había aparecido visiblemente afectado en entrevistas y redes sociales tras anunciar el fin de su relación con Onelia, ahora queda expuesto como parte —¿o víctima?— de un guion perfectamente montado.

Peluchín fue claro: “Tengo pruebas de que esta historia de ruptura no solo fue planeada, sino que ambos sabían desde el inicio que iban a explotar esto mediáticamente”.

Lo más impactante fue cuando mostró capturas de conversaciones privadas entre personas del entorno cercano a la pareja, en las que se hablaba de “coordinar la separación” para que coincidiera con fechas clave de la televisión nacional.

La reacción de Mario no se hizo esperar.

Según testigos presentes en el set donde grababa un segmento posterior, el influencer rompió en llanto apenas se enteró de la filtración.

Fuentes aseguran que gritaba que lo habían traicionado y que él sí se había enamorado de verdad.

En cuestión de minutos, su imagen pasó de víctima de una ruptura dolorosa a supuesto cómplice de una manipulación emocional.

Pero si él fue parte o simplemente usado, es algo que ahora todos se preguntan.

Onelia, por su parte, ha mantenido un silencio sospechoso.

Su última publicación en redes fue un mensaje ambiguo que decía: “No todo es lo que parece, y no todo el mundo dice la verdad”.

¿Indirecta? ¿Advertencia? ¿Confesión? La ambigüedad solo ha encendido más la polémica.

Peluchín, sin embargo, fue tajante: “Esto no es opinión, son hechos.

Me basta con ver cómo coincidieron las fechas, cómo se comportaron después y cómo se filtraron escenas perfectamente editadas como si fueran parte de una telenovela”.

Y es que eso fue precisamente lo que molestó a muchos seguidores.

La supuesta ruptura estuvo plagada de lágrimas frente a cámara, mensajes crípticos en redes, declaraciones cruzadas y hasta rumores de terceros en discordia.

Todo parecía demasiado perfecto para ser real.

Ahora, con la versión de Peluchín sobre la mesa, muchas piezas encajan de forma siniestra.

Incluso excolaboradores del entorno de Onelia habrían confirmado off the record que “todo fue armado para causar impacto mediático en un momento clave del canal”.

Las redes explotaron.

Miles de usuarios han expresado su indignación, no solo por el supuesto engaño, sino por la manipulación emocional hacia el público.

Memes, teorías, y videos de análisis han comenzado a circular, mientras el hashtag #MarioYOneliaFarsa se posiciona entre las tendencias principales.

Algunos internautas exigen que ambos salgan a dar la cara, mientras otros defienden a Mario como la verdadera víctima del juego.

Sin embargo, lo que más ruido ha causado es el hecho de que esta no sería la primera vez que una pareja del espectáculo protagoniza una ruptura “fingida” para captar la atención del público.

Peluchín incluso recordó casos similares ocurridos años atrás, insinuando que esta podría ser una práctica más común de lo que se cree en el medio.

“No es la primera, y no será la última.

El show siempre debe continuar, aunque sea a costa de la verdad”, sentenció.

Mientras tanto, el futuro mediático de Mario y Onelia pende de un hilo.

¿Podrán limpiar su imagen? ¿Se atreverán a admitir que todo fue parte de un plan? ¿O saldrán a desmentirlo con más escándalos? Lo único cierto es que esta historia, que comenzó como un drama romántico, ha mutado en un auténtico terremoto mediático del que aún no se ven las réplicas finales.

Y como bien dijo Peluchín antes de ir a corte: “El amor puede ser ciego… pero el rating, jamás”.