🔥Famosos se PRONUNCIAN: apoyan a Altafulla como el GANADOR de La Casa de los Famosos ¡y desatan polémica!
En medio de la competencia más explosiva del momento, La Casa de los Famosos ha comenzado a mostrar su lado más inesperado: el apoyo masivo y abierto que está recibiendo Altafulla por parte de grandes figuras del espectáculo.

Lo que parecía solo una preferencia más en redes se ha transformado en una auténtica campaña mediática liderada por artistas, influencers y hasta exconcursantes que no han dudado en expresar públicamente su deseo de que Altafulla se corone como el absoluto ganador del reality más polémico del año.
El primero en levantar la voz fue nada menos que Julián Gil, quien en una transmisión en vivo soltó sin filtros: “Altafulla es el único que está jugando real.
No tiene máscaras, no actúa.
Es auténtico, y eso vale oro en este tipo de programas.
” Sus palabras encendieron una ola de reacciones y no pasó mucho tiempo antes de que otras celebridades se sumaran a la causa.
María León, cantante y actriz, también sorprendió con un mensaje en sus historias: “Altafulla tiene esa mezcla de humor, estrategia y corazón que hace falta en este juego.
Se merece llegar hasta el final.

” Pero la sorpresa mayor llegó cuando Niurka Marcos, conocida por sus opiniones incendiarias, lanzó una declaración que hizo temblar a todos: “¡Yo apoyo a Altafulla porque tiene los huevos bien puestos y no le teme a nadie! Los demás son puro show falso.
”
Las redes sociales, como era de esperarse, estallaron.
El hashtag #AltafullaGanador se volvió tendencia nacional en cuestión de horas, y los seguidores del programa comenzaron a dividirse entre quienes apoyan al participante por mérito propio… y quienes creen que detrás del respaldo de los famosos podría haber intereses ocultos, desde acuerdos publicitarios hasta contratos futuros ya firmados.
Incluso conductores de televisión han comenzado a tomar partido.
En un reciente programa matutino, un reconocido presentador soltó en vivo: “No sé ustedes, pero si Altafulla no gana, yo dejo de ver realities.
Porque es el único que ha puesto el alma sin miedo al juicio.
” Y aunque su comentario fue aplaudido por parte del público, también provocó acusaciones de favoritismo y manipulación mediática.
Pero no todo ha sido color de rosa para Altafulla.
Con el respaldo masivo ha llegado también una ola de ataques por parte de los fans de otros participantes, que acusan al artista de “estar recibiendo apoyo armado” para inclinar el juego a su favor.
Algunos incluso aseguran que hay una campaña coordinada por figuras del medio para asegurarse de que el título no lo gane “nadie que no genere rating”.
Frente a esta creciente controversia, Altafulla no se ha pronunciado directamente —al menos no desde dentro de la casa—, pero su comportamiento sigue hablando por él: estratégico, directo, irreverente y emocional cuando la situación lo requiere.

Cada gala se convierte en un espectáculo garantizado cuando él toma la palabra, y cada conflicto parece tener su firma, para bien o para mal.
Detrás de cámaras, algunas fuentes aseguran que productores del reality ya están debatiendo el impacto del fenómeno Altafulla, ya que su creciente popularidad podría alterar el curso “natural” de las votaciones.
Aun así, hasta el momento, no hay nada que impida que siga avanzando con fuerza hacia la gran final.
Con famosos de todos los rubros —cantantes, actores, influencers y exconcursantes— mostrando abiertamente su apoyo, queda claro que Altafulla no es un concursante más: es un fenómeno.

Ya sea por su personalidad irreverente, su capacidad de generar contenido o su simple autenticidad frente a cámaras, ha logrado lo que pocos: movilizar a la opinión pública y ganarse un lugar privilegiado en la conversación nacional.
¿Será este respaldo la clave para que se convierta en el próximo ganador? ¿O tanta exposición jugará en su contra en las etapas decisivas del reality? Lo único que está claro es que, guste o no, Altafulla ya ganó algo más poderoso que un contrato: la atención total de un país que no puede dejar de hablar de él.