😱 ¿Roberto Velásquez exigía favores ÍNTIMOS por visibilidad? Se destapa una cara oscura del medio
Roberto Velásquez siempre fue visto como un hombre influyente, elegante y con un olfato privilegiado para descubrir nuevos talentos.

Muchos artistas emergentes soñaban con que él los mencionara, los invitara a su programa o, simplemente, los siguiera en redes.
Pero ahora, todo ese aparente éxito está bajo sospecha.
En los últimos días, una serie de denuncias anónimas ha sacado a la luz una red de presuntos intercambios turbios que podrían redefinir por completo su imagen pública.
Todo empezó con una publicación en redes sociales de una joven actriz, quien sin nombrar directamente a Velásquez, insinuó que “cierto productor de TV” le habría ofrecido llevarla a la pantalla a cambio de “una noche juntos”.
El mensaje se volvió viral en cuestión de horas y, aunque la actriz luego borró la publicación, ya era demasiado tarde.

Otros mensajes empezaron a aparecer.
Uno de ellos decía: “Yo también pasé por eso.
Me pidió ‘conexión personal’ para darme un espacio en su programa”.
Las piezas comenzaron a encajar.
Diferentes figuras emergentes del medio artístico empezaron a compartir experiencias similares, siempre señalando a un hombre con “poder en la televisión y obsesionado con controlar carreras ajenas”.
Todos los caminos apuntaban a Roberto Velásquez.
Lo más alarmante es que varias de estas denuncias no solo son recientes, sino que también se remontan a más de cinco años atrás.
En ese tiempo, Roberto habría creado un patrón de comportamiento: acercarse a jóvenes artistas con promesas de visibilidad, aprovechar su posición y luego condicionar esa ayuda a “favores especiales”, que iban desde cenas privadas hasta encuentros de tono claramente íntimo.
Algunos rechazaban la propuesta y, según relatan, eran automáticamente “borrados” del mapa mediático.
Otros, lamentablemente, aceptaban por miedo a perder la oportunidad de su vida.
Un excolaborador del equipo de producción donde trabajaba Velásquez rompió el silencio en una entrevista filtrada a medios digitales.
“Lo vi muchas veces.
No lo decía de frente, lo insinuaba, pero el mensaje era clarísimo: si querías tiempo en pantalla, tenías que caerle bien.
.
.
muy bien.
Y todos sabíamos lo que eso significaba”.
También afirmó que, en más de una ocasión, artistas que se negaron fueron vetados de forma silenciosa.
Frente a las crecientes acusaciones, Roberto Velásquez publicó un breve comunicado en su cuenta oficial, donde se limitó a decir: “Jamás he condicionado mi apoyo profesional a ningún tipo de acto personal.
Rechazo categóricamente estas insinuaciones”.
Sin embargo, no se presentó a su programa habitual esta semana, y los rumores sobre una posible suspensión temporal están en pleno auge.
Mientras tanto, colectivos de defensa de derechos en el medio artístico ya están exigiendo una investigación formal, y no se descarta que en los próximos días aparezcan testimonios con nombres y apellidos.
Algunos incluso aseguran que existen grabaciones comprometedoras que podrían dejar al descubierto lo que se manejaba tras bambalinas como un “secreto a voces”.
Este escándalo no solo afecta a una figura pública, sino que pone en evidencia un sistema corrompido por los abusos de poder y la explotación emocional de quienes sueñan con una oportunidad en la industria.
La historia de Roberto Velásquez podría ser solo el principio de una serie de revelaciones que sacudan al medio artístico, donde la fama muchas veces se construye sobre silencios forzados y manipulaciones disfrazadas de “mentoría”.
El público ahora exige respuestas.
Las autoridades, acción.
Y las víctimas, justicia.
Porque cuando la visibilidad se convierte en moneda de cambio, el talento deja de importar… y el precio, simplemente, es demasiado alto.