⚠️ El Penal, el Crimen y el Chat Prohibido: Así Fue la Impactante Entrevista de Panorama con Erick Moreno
En una época donde el crimen y la impunidad generaban más preguntas que respuestas, Panorama dio un golpe periodístico que estremeció al país.

A través de un contacto anónimo, el equipo del programa logró entablar una conversación digital con uno de los criminales más temidos de los últimos tiempos: Erick Moreno, apodado por la prensa como “El Monstruo”.
El año era 2015, y desde un penal de máxima seguridad, el recluso accedió a dialogar.
con una naturalidad que dejó helado incluso al periodista más curtido.
La conversación, que se desarrolló mediante una aplicación de mensajería clandestina, se mantuvo en secreto por semanas mientras se recopilaban pruebas y se confirmaba la identidad de quien respondía desde el otro lado.

No había duda: era él.
El lenguaje, los datos específicos y ciertos detalles internos del caso no dejaban margen para el error.
Erick Moreno, con cargos por homicidio, secuestro y violencia extrema, hablaba desde la prisión como si estuviera en su casa, sin culpa, sin miedo… y lo más aterrador, sin remordimiento alguno.
“¿Tú crees que soy un monstruo? No has visto nada”, escribió en uno de los primeros mensajes.
Frases como esa se repitieron durante toda la charla.
Más que un diálogo, fue una exhibición de manipulación emocional y control psicológico.
Moreno no solo respondía, también preguntaba.
Quería saber qué decía la prensa de él, cómo lo percibía la opinión pública, si su rostro aún aparecía en televisión.
“El show vende, ¿no?”, escribió entre risas digitales que se sentían más como amenazas veladas.
Pero no todo fue provocación.
También hubo revelaciones escalofriantes.
En uno de los pasajes más oscuros del chat, Moreno insinuó que no actuó solo.
“Uno nunca hace estas cosas sin apoyo.
A veces, el monstruo es un grupo… no un solo tipo.
” Esa línea, analizada luego por expertos criminalistas, abrió la puerta a la teoría de una red más amplia, que hasta hoy no ha sido completamente desenmascarada.
¿Quién más estuvo implicado? ¿Por qué nunca se avanzó en esa dirección?
La charla también sirvió para exponer las graves falencias del sistema penitenciario.
¿Cómo es posible que un reo de alta peligrosidad tuviera acceso a dispositivos móviles y conexión estable a internet desde su celda? Las autoridades, por supuesto, lo negaron todo.
Pero los hechos hablaron por sí solos.
La conversación fue verificada por técnicos forenses, y su autenticidad no pudo ser refutada.
Era real.

Y eso convirtió el caso en una vergüenza nacional.
Durante los días siguientes a la publicación del reportaje, el penal fue intervenido.
Se decomisaron teléfonos, chips, cargadores y hasta mini routers escondidos en los lugares más impensados.
Pero para entonces, el daño ya estaba hecho.
Moreno había hablado.
Y lo había hecho con una claridad que borraba cualquier rastro de humanidad en su figura.
“Yo estoy tranquilo.
La calle es peor que esto.
Al menos aquí nadie me traiciona”, dijo en uno de los últimos mensajes antes de desaparecer del chat sin despedida.
El escándalo creció aún más cuando se supo que Moreno tenía seguidores dentro y fuera de prisión.

Personas que lo veían no como un criminal, sino como un símbolo de “rebeldía” y “poder sin filtro”.
Una comunidad enfermiza que compartía sus frases, lo idolatraba en redes clandestinas y hasta imitaba su manera de vestir.
Lo que comenzó como un reportaje de investigación, terminó revelando una cultura de culto en torno a un hombre que no merece admiración, sino olvido.
A casi una década de aquella conversación, el eco de sus palabras aún resuena.
Panorama no solo mostró un diálogo, mostró un sistema quebrado.
Un criminal que seguía teniendo voz.
Una cárcel sin control real.
Y un país que, al ver el rostro de su propio monstruo reflejado en la pantalla, no pudo más que estremecerse.
Hoy, esa charla vuelve a circular.
Y lo hace con más fuerza que nunca.
Porque si algo nos enseñó Erick Moreno desde esa celda, es que los verdaderos monstruos no siempre están en cuentos.
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a veces, están conectados por Wi-Fi.