¡TRAGEDIA EN TIKTOK! Joven de 19 años muere tras inhalar spray limpiador en desafío que se volvió viral
La tragedia ocurrió en cuestión de segundos.
Mateo S., un joven influencer de 19 años con más de 240.
000 seguidores en TikTok, decidió unirse a uno de los desafíos virales más absurdos y peligrosos que ha circulado en los últimos meses: inhalar el contenido de un spray limpiador industrial frente a la cámara para demostrar “resistencia”.
Lo que parecía ser solo otro video llamativo para ganar vistas, terminó costándole la vida.
Según testigos, Mateo grabó el clip en su habitación, acompañado por dos amigos que, entre risas nerviosas, lo retaron a cumplir el “spray challenge”.
El aerosol utilizado era un limpiador de uso industrial altamente tóxico, diseñado para eliminar grasa y suciedad en maquinarias.
A pesar de las advertencias claramente impresas en el envase, el joven acercó la boquilla a su nariz y aspiró profundamente, mientras sus amigos grababan todo para subirlo a redes.
Lo que vino después fue un infierno.
Mateo comenzó a tambalearse, cayó al suelo y comenzó a convulsionar.
Uno de los presentes llamó a emergencias, pero cuando llegaron, ya era demasiado tarde.
El informe forense fue claro y contundente: paro cardiorrespiratorio causado por inhalación de compuestos volátiles extremadamente tóxicos.
Los médicos aseguran que una sola dosis de esas sustancias puede afectar el sistema nervioso central, los pulmones e incluso provocar fallo multiorgánico en minutos.
Lo más alarmante es que este no fue un caso aislado.
En las últimas semanas, se han reportado al menos cuatro casos similares en diferentes países, todos vinculados al mismo reto viral que circula con distintos nombres en TikTok: “spray challenge”, “inhalation test”, o “respira y aguanta”.
El patrón es el mismo: jóvenes entre 13 y 21 años, impulsados por la necesidad de likes y popularidad, dispuestos a poner en riesgo su vida por un momento de fama efímera.
Los padres de Mateo, destrozados, compartieron una declaración desgarradora: “Nuestro hijo no era un irresponsable.
Era un chico creativo, cariñoso, pero atrapado en la presión invisible de las redes sociales.
No entendía los límites porque nadie le enseñó hasta dónde podía llegar una broma”.
La madre, entre lágrimas, pidió a otros padres que revisen el contenido que consumen sus hijos y habló de la urgencia de educar sobre los riesgos de estos desafíos.
En TikTok, el video fue eliminado en cuestión de horas, pero no antes de que se viralizara por otras plataformas.
Se han abierto debates sobre la responsabilidad de las redes sociales al permitir que estos retos se propaguen sin control.
Aunque la plataforma ha declarado que “no promueve ni permite contenido que ponga en peligro la vida de los usuarios”, los hechos muestran que la moderación sigue siendo ineficaz ante la velocidad con que se diseminan estas modas mortales.
La comunidad digital está dividida: algunos culpan a la falta de supervisión parental, otros a los algoritmos que premian el contenido extremo con visibilidad masiva.
Pero todos coinciden en algo: se ha cruzado una línea peligrosa donde la vida real comienza a pagar el precio de la fama virtual.
¿Cuántos jóvenes más deberán morir para que se tomen medidas reales?
Hoy, el perfil de Mateo permanece activo, como un triste monumento virtual lleno de mensajes de despedida, indignación y llamados al cambio.
“Te lo advertimos”, “Esto no debió pasar”, “Que tu muerte no sea en vano”, se lee entre los comentarios.
Y mientras su historia recorre el mundo, otros adolescentes siguen siendo bombardeados por retos virales igual de insensatos, cada uno más extremo que el anterior.
La muerte de Mateo no fue un accidente.
Fue la consecuencia directa de una cultura digital que glorifica lo impactante, lo peligroso, lo viral.
Un sistema donde la fama instantánea vale más que la vida misma.
Y mientras no cambiemos esa lógica, su nombre será solo el primero en una lista que no deja de crecer.