García Adanero acusó al gobierno socialista de corrupción, bloqueo legislativo y falta de respeto hacia las víctimas de ETA.
El pleno del Senado vivió una sesión marcada por la tensión y la indignación cuando el portavoz del Partido Popular, García Adanero, arremetió sin concesiones contra el gobierno socialista, acusándolo de corrupción, ineficacia y falta de respeto hacia las víctimas del terrorismo.
Desde el inicio, Adanero dejó claro que la presencia del socialista José Simancas en la comisión no respondía a una intención de rendir cuentas, sino a “llenar tiempo” y evitar que los ministros asumieran responsabilidades directas.
“Nadie quiere dar la cara, nadie quiere asumir responsabilidades y son incapaces de venir a esta cámara a dar cuentas”, afirmó, criticando la actitud del gobierno frente a la gestión legislativa y presupuestaria.
El portavoz popular denunció que desde el año 2023 no se han presentado presupuestos actualizados, señalando que el gobierno solo dispone de presupuestos prorrogados.
Señaló que el Ejecutivo bloquea la tramitación de numerosas leyes aprobadas o impulsadas por la mayoría del Senado, generando un “ataque antidemocrático” y un incumplimiento flagrante de los derechos constitucionales y legislativos.
“Tenemos 30 leyes paralizadas por el gobierno, más otras 20 que no le gustan a ustedes aunque tengan mayoría democrática. Eso es un ataque a la democracia”, insistió.
El debate se intensificó cuando Adanero abordó el reconocimiento internacional a la política venezolana María Corina Machado y la situación en Venezuela.
Criticó al gobierno español por su supuesta complicidad con la dictadura de Nicolás Maduro y acusó a los socialistas de apoyar un régimen que reprime la libertad.
“Hoy es un día especial para felicitar a María Corina Machado y a los millones de venezolanos que votaron por libertad, mientras este gobierno apoya a un dictador.
Es una vergüenza para España”, exclamó, generando un fuerte respaldo entre los senadores de su grupo.
Sin embargo, la intervención más explosiva de Adanero llegó cuando abordó los casos de corrupción vinculados al PSOE.
Enumeró un largo listado de funcionarios y exdirigentes socialistas que han sido detenidos, imputados o condenados, desde ministros hasta altos cargos del partido.
Criticó la actitud del gobierno al intentar “ponerse medallas” en la lucha contra la corrupción mientras los escándalos se suceden de manera constante.
“Tienen a un ministro en la cárcel, a exsecretarios del partido detenidos, y aún así vienen aquí a dar lecciones de moralidad. Es lamentable”, señaló.
El debate dio un giro aún más polémico cuando Adanero denunció la política del gobierno frente a ETA y su tratamiento de las víctimas del terrorismo.
Afirmó que miembros del Ejecutivo se habían reído de víctimas y sobrevivientes, especialmente al comentar la muerte de terroristas etarras, lo que provocó un choque directo con Simancas.
“Se ríen de las víctimas de ETA, es una vergüenza que haya miembros del gobierno tan subiditos y que el presidente les deje actuar así.
La democracia y la memoria de quienes lucharon contra el terrorismo no se pueden manipular”, subrayó, provocando un fuerte murmullo en la sala.
Adanero también criticó el enfoque del gobierno sobre violencia de género y feminismo, asegurando que la administración socialista ha llenado España de leyes que luego incumple en la práctica, silenciando a las mujeres y bloqueando su derecho a expresarse libremente.
Acusó al Ejecutivo de hipocresía, señalando que la gestión de los casos de abuso y acoso sexual ha sido desigual y muchas veces ineficaz, lo que demuestra una falta de compromiso real con la protección de los ciudadanos.
Otro foco de la intervención del portavoz del PP fue la crisis de vivienda y la gestión de los servicios públicos. Subrayó que el gobierno ha creado “chiringuitos” inútiles mientras la ciudadanía sufre la falta de recursos, altos precios y personas durmiendo en la calle.
Criticó que el Ejecutivo no cumpla con la ley de derecho a la vivienda y que la gestión de la Moncloa favorezca a familiares de políticos en lugar de atender las necesidades de la población.
Durante la sesión, el intercambio entre Adanero y Simancas alcanzó momentos de máxima tensión, especialmente cuando se discutió sobre la Constitución y la duración de las legislaturas.
El portavoz popular enfatizó que, aunque la Constitución establece que las legislaturas duran cuatro años, también exige apoyos parlamentarios y responsabilidad de gobierno, cuestionando la capacidad del PSOE para gobernar sin mayoría clara.
“Si no se someten a una cuestión de confianza y no disuelven las cámaras cuando corresponde, están incumpliendo la Constitución y el mandato democrático”, afirmó.
Asimismo, Adanero se refirió a la política exterior y criticó al gobierno por su falta de coherencia al abordar situaciones internacionales.
Comparó la atención que se da a Venezuela con la limitada respuesta frente a otras crisis de derechos humanos, como en Israel o Gaza, e insistió en que España sigue siendo un refugio para quienes huyen de regímenes represivos.
“Si los venezolanos vienen aquí es porque encuentran libertad donde no la hay en su país, y eso es un motivo de orgullo. Pero el gobierno debería ser coherente en su defensa de los derechos humanos”, dijo.
El portavoz popular no dejó pasar la oportunidad para destacar la gestión legislativa de su partido frente a la del PSOE.
Señaló que durante la actual legislatura el Senado ha aprobado 49 leyes, más que todas las comunidades autónomas donde gobierna el PP, y criticó que la Mesa del Senado priorice la tramitación según preferencias políticas y no según la necesidad del país.
Al cierre de su intervención, Adanero volvió a cargar contra la gestión del gobierno en materia de terrorismo, vivienda, corrupción y derechos humanos, dejando claro que considera al Ejecutivo socialista incapaz de dar la cara y asumir responsabilidades.
“Hoy hemos visto risas donde debería haber respeto, bloqueos donde debería haber acción y corrupción donde debería haber ética.
Este gobierno está fallando a los españoles en todos los frentes”, concluyó, mientras los senadores debatían entre murmullos y reproches.
La sesión dejó una sensación de tensión extrema, con el Partido Popular denunciando públicamente la risa de Simancas frente a las víctimas de ETA, la paralización legislativa, la corrupción sistemática y la falta de coherencia del gobierno.
El debate evidencia un choque profundo entre los partidos sobre la ética política, la memoria histórica y la capacidad de gestión del país, en un escenario en el que cada palabra y gesto puede tener repercusiones directas en la percepción ciudadana y en la estabilidad política de España.
El enfrentamiento en el Senado se convirtió así en un termómetro del desgaste del Ejecutivo socialista y en un recordatorio de que la política española sigue marcada por la polarización, la indignación y la vigilancia constante sobre los actos y omisiones de quienes gobiernan.
La sesión no solo dejó a Simancas en evidencia por su comportamiento frente a las víctimas, sino que reafirmó la postura del PP de exigir responsabilidades y de denunciar públicamente las contradicciones y las fallas del gobierno.
