José Luis Ábalos, exministro de Transportes y antiguo número tres del PSOE, ha dinamitado este miércoles la versión oficial de Pedro Sánchez al confirmar que la reunión entre el presidente, Santos Cerdán y Arnaldo Otegi para pactar la moción de censura de 2018 sí ha existido.
José Luis Ábalos, exministro de Transportes y antiguo número tres del PSOE, ha sacudido el panorama político español al confirmar la existencia de una reunión entre el presidente Pedro Sánchez, Santos Cerdán y Arnaldo Otegi, líder de la izquierda abertzale, para pactar la moción de censura de 2018.
En un mensaje contundente publicado en X, Ábalos ha corroborado una exclusiva de EL ESPAÑOL, afirmando que “fuentes presenciales” le informaron sobre el encuentro, lo que deja a Sánchez sin coartada tras años de negaciones categóricas sobre cualquier negociación directa con Otegi.
La revelación de Ábalos representa un desafío directo a la credibilidad del presidente, quien, desde Angola, desmintió de forma tajante la información, declarando: “Eso es mentira”.
Sin embargo, en la sesión de control del Congreso de este miércoles, Sánchez optó por el silencio ante las acusaciones del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, lo que alimenta aún más las dudas sobre su versión de los hechos.
Este silencio estratégico contrasta con la claridad y determinación de Ábalos, quien ha dado un giro inesperado al relato socialista.
El exministro no solo ha confirmado la reunión, sino que también ha aportado el testimonio de su exasesor Koldo García, quien reveló que fue él quien llevó a Sánchez y Cerdán a un caserío donde les esperaba Otegi junto a su círculo más cercano.
“Estuve presente y puedo asegurar que la reunión tuvo lugar”, afirmó García, lo que añade un peso significativo a las afirmaciones de Ábalos.
Con este respaldo, la credibilidad de Sánchez se ve aún más erosionada, ya que no se trata de rumores o filtraciones, sino de testimonios de miembros de su propio equipo que han señalado que el encuentro sí se produjo.
Durante el debate parlamentario, Feijóo aprovechó la falta de explicaciones del presidente para recordar que Ábalos, quien fue clave en la estrategia de la moción de censura de 2018, podría enfrentarse a una posible prisión esta misma semana.
“Si le inquieta que otro de los suyos entre en prisión, siempre podrá decir que no le conocía, como a Otegi”, lanzó Feijóo, subrayando la incoherencia y el desgaste moral que arrastra el Ejecutivo.
En Espejo Público, Pedro J. Ramírez, director de EL ESPAÑOL, añadió una nueva capa al escándalo al recordar que Ábalos era el encargado de asegurar los votos necesarios para derribar al entonces presidente Mariano Rajoy.
“Las ‘fuentes presenciales’ a las que se refiere Ábalos pueden ser personas que participaron directamente en la reunión”, explicó Ramírez, lo que desmonta cualquier intento de minimizar el episodio.
La confirmación pública de Ábalos ha dejado a Sánchez completamente expuesto, abriendo un nuevo frente que cuestiona la transparencia, la palabra y la moralidad del presidente del Gobierno.
La situación se complica aún más con la inminente posibilidad de que otros miembros del PSOE, como Ábalos, enfrenten problemas legales, lo que podría tener repercusiones significativas en la estabilidad del Ejecutivo.
La política española, ya de por sí volátil, se encuentra en un momento crítico. La revelación de Ábalos no solo pone en entredicho la integridad de Sánchez, sino que también podría tener un impacto duradero en la percepción pública del PSOE.
La falta de respuestas claras y la evasión de Sánchez ante las acusaciones han llevado a muchos a cuestionar la legitimidad de su liderazgo.
A medida que se desarrolla esta crisis, los ciudadanos observan con atención. Las palabras de Ábalos resuenan en un contexto donde la transparencia y la rendición de cuentas son más importantes que nunca.
La política en España se enfrenta a un examen crítico, y la revelación de Ábalos podría ser un punto de inflexión en la narrativa política actual.
La situación plantea preguntas difíciles sobre la ética y la responsabilidad en el liderazgo político.
La historia de la moción de censura de 2018, que una vez fue vista como un triunfo para el PSOE, ahora se presenta bajo una nueva luz, una que podría cambiar el rumbo del partido y del Gobierno en su conjunto.
La verdad, como ha demostrado Ábalos, a menudo es más compleja y matizada de lo que se presenta en la superficie.
