Santiago Abascal criticó duramente a Pedro Sánchez durante un mitin en Extremadura, acusándolo de chulería política, privilegios territoriales y una red de casos que afectan a su entorno familiar y político.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, protagonizó en Extremadura un mitin marcado por una fuerte carga crítica hacia el Gobierno central y, en especial, hacia el presidente Pedro Sánchez.
En un discurso de casi una hora, Abascal combinó referencias irónicas, denuncias políticas y llamamientos a los votantes descontentos del PSOE, mientras acusaba al Ejecutivo de “olvidar sistemáticamente” a los extremeños frente a los “privilegios concedidos a los territorios que practican el chantaje”.
El líder de Vox inició su intervención haciendo alusión al cántico popularizado en actos de protesta contra Sánchez, aunque trató de desmarcarse del tono personal.
“Yo no lo digo —matizó—, porque las madres las tenemos todos y respeto a las madres de España. Mi reproche no es con la madre de Sánchez, sino con el chulo que humilla a los españoles”.
A partir de ese punto, su discurso se centró en la gestión del Gobierno central y en lo que consideró una “desatención crónica” hacia la región.

Abascal denunció que Extremadura lleva “décadas escuchando promesas que nunca llegan”, citando como ejemplo la falta de avances en las infraestructuras ferroviarias.
“Cada año se anuncia el tren digno, cada año se vuelve a retrasar. Mientras tanto, a otras comunidades se les conceden inversiones millonarias porque aprietan, porque chantajean o porque amenazan con romper España”, afirmó.
Según el líder de Vox, esta situación no solo perjudica a Extremadura, sino que “pervierte la igualdad de todos los españoles y convierte el sistema en un mercado de favores”.
El dirigente también dirigió críticas al Partido Popular de Extremadura y a su presidenta, María Guardiola, a quien responsabilizó de haber permitido un escenario político que, según dijo, “ha consolidado a Sánchez en el poder”.
“Lo digo con claridad”, declaró. “Si no estuvieran gobernando algunos políticos que se avergüenzan de los votos de Vox, Vox estaría gobernando hoy mismo en Extremadura y Pedro Sánchez estaría en la oposición… o respondiendo ante la Justicia por lo que ha hecho”.
Esta afirmación generó los aplausos más intensos de la jornada.

Otra parte central del discurso fue la denuncia de lo que Abascal calificó como “una constelación de escándalos” que rodean al jefe del Ejecutivo.
Mencionó, sin citar documentos concretos, las polémicas que han afectado en los últimos años al entorno familiar del presidente, incluyendo a su esposa y a su hermano.
“Cuando esto lo cuento en el extranjero, no se lo creen”, afirmó. “Me dicen: ‘Vale, puede ser que tenga un escándalo… ¿pero todos? ¿El hermano, la mujer, el fiscal general, el número dos del partido… y él no sabía nada?’”.
El líder de Vox acusó asimismo al Gobierno de haber creado una “atmósfera de impunidad” al intervenir, según dijo, en procesos judiciales que afectan a simpatizantes de su partido.
“Hemos tenido condenas firmes contra personas que agredieron a nuestros militantes. Y esos condenados han sido indultados por el Gobierno.
En cualquier país europeo esto provocaría un escándalo político de primer nivel”, denunció. En ese sentido, insistió en que la izquierda “solo respeta las reglas democráticas cuando gana”, y alertó de episodios de violencia política contra actos de su formación.
En defensa de Vox, Abascal sostuvo que su partido “no forma parte del consenso del 78 que ha degenerado”, y criticó que algunos dirigentes autonómicos busquen alejarse de su formación en actos institucionales.
“Yo no participaré en ninguna foto con el PSOE”, aseguró. “No fingiré normalidad con quienes han degradado las instituciones. El Rey irá a los actos que considere, y la Constitución marca su papel. Pero yo tengo la obligación moral de no legitimar una farsa”.

Más allá de las críticas, Abascal dedicó varios minutos a reivindicar las necesidades del campo extremeño, denunciando que las políticas europeas del Pacto Verde están “asfixiando” a agricultores y ganaderos.
“Los agricultores extremeños no necesitan ideología climática desde un despacho en Bruselas”, afirmó. “Necesitan agua, infraestructuras y un Gobierno que no criminalice su modo de vida”.
También insistió en que la inmigración irregular “ha tensionado los servicios sociales de muchas regiones” y reclamó “políticas realistas que prioricen a quienes llevan décadas sosteniendo este país”.
El discurso concluyó con un mensaje dirigido expresamente a los votantes socialistas. “Muchos de vosotros ya estáis con nosotros”, afirmó. “Vox no es un partido de derechas para ricos ni un partido de élites.
Vox es una opción para quienes están cansados de que se rían de ellos, para quienes sienten que Extremadura siempre va en el vagón de cola. No pedimos que olvidéis lo votado en el pasado: pedimos que penséis en el futuro”.
El mitin, celebrado ante centenares de simpatizantes, se enmarcó en la estrategia de Vox de reforzar su presencia en territorios tradicionalmente dominados por el PSOE.
Aunque no mencionó encuestas, Abascal insistió varias veces en que “el cambio político en España no será completo sin un cambio profundo en Extremadura”, y aseguró que su formación “está preparada” para liderarlo.