Ada Colau: “Si estás viendo este vídeo es porque Israel nos ha detenido ilegalmente”

La exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, lanzó un mensaje urgente desde el barco humanitario ‘Sirius’, parte de la Global Sumud Flotilla, que transportaba ayuda a la Franja de Gaza. “Hola, soy Ada Colau de Barcelona. Te hablo desde el ‘Sirius’.
Si estás viendo este vídeo es porque Israel nos ha detenido ilegalmente”, declaró con voz firme, pero visiblemente preocupada. Según Colau, los activistas permanecen incomunicados, sin acceso a teléfono ni a internet, y desconocen la duración de su detención.
A bordo del ‘Sirius’, los pasajeros describieron un ambiente de tensión mientras decenas de embarcaciones militares rodeaban la flotilla.
“Nos cortaron la comunicación de repente, apagaron las luces y nos advirtieron por radio que estábamos en una zona de combate activo”, contó un voluntario español que prefirió mantener su anonimato.
La flotilla había partido el 31 de agosto del puerto de Barcelona con más de 500 activistas provenientes de alrededor de 40 países, decididos a entregar alimentos, medicinas y material escolar a Gaza, así como a desafiar el bloqueo marítimo impuesto por Israel desde 2007.

No solo Ada Colau denunció la detención. La activista estadounidense Leila Hegazy difundió un mensaje grabado que advertía: “Si este vídeo se está compartiendo, significa que he sido secuestrada por las fuerzas de ocupación israelíes y traída a Israel contra mi voluntad.
Esto constituye una violación del derecho internacional y debe ser reconocido por la comunidad internacional”.
La situación recuerda dolorosamente el asalto de 2010 contra la Flotilla de la Libertad, donde nueve activistas perdieron la vida en aguas internacionales.
Los organizadores de la Global Sumud Flotilla alertaron que al aproximarse a unas 150 millas de la costa de Gaza entrarían en lo que denominan “zona de alto riesgo”, donde Israel ha realizado interceptaciones en misiones anteriores.
“Necesitamos que los gobiernos y la ciudadanía hagan el máximo ruido posible”, pidió Colau, apelando a la presión internacional para garantizar la liberación de los activistas y la apertura de un corredor humanitario hacia Gaza.
“No estamos aquí para provocar, sino para ayudar y denunciar un bloqueo que castiga a toda la población civil”, agregó.

La flotilla incluía al ‘Alma’ y otros barcos principales, que también sufrieron hostigamiento. Varias embarcaciones militares navegaron con las luces apagadas, rodeando los barcos civiles y realizando maniobras intimidatorias.
Según testigos, incluso se detectaron ataques con drones en tres ocasiones, aunque los daños materiales fueron menores.
Entre los voluntarios españoles a bordo del ‘Sirius’, la preocupación aumentaba con cada hora que pasaba. “Nos sentimos como si estuviéramos en un territorio neutral pero rodeados de soldados armados.
No tenemos contacto con nuestras familias y no sabemos qué pasará a continuación”, confesó uno de ellos.
El convoy contaba con apoyo diplomático indirecto. España envió el buque de acción marítima ‘Furor’ para prestar asistencia en caso de emergencia, aunque no escoltó directamente a la flotilla.
El ministro de Exteriores español afirmó que la misión “no representa amenaza alguna para Israel” y prometió protección diplomática a los ciudadanos españoles.
Italia y Grecia solicitaron públicamente a Israel que garantizara la seguridad de los activistas, mientras algunos gobiernos propusieron entregar la ayuda humanitaria a través de canales oficiales como la Iglesia Católica, propuesta que los organizadores rechazaron.

En Estados Unidos, congresistas demócratas enviaron cartas al secretario de Estado solicitando que se asegurara la seguridad de los activistas, recordando que su acción es pacífica y vinculada al derecho internacional humanitario.
Sin embargo, desde Israel, las advertencias continuaban: “Si desean entregar ayuda a Gaza, pueden hacerlo a través de los canales establecidos.
Cambien el rumbo”, transmitió el Ejército israelí por radio, asegurando que el área de operación se consideraba bajo bloqueo marítimo.
Expertos en derecho marítimo subrayaron que Israel carece de jurisdicción plena en aguas internacionales, que se extienden hasta 12 millas náuticas desde la costa.
La detención de embarcaciones civiles en estas zonas solo estaría justificada en casos excepcionales, como piratería o tráfico de armas, condiciones que no se aplican a la flotilla.
Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los territorios palestinos, calificó la detención como “una violación del derecho internacional”.
Mientras tanto, los barcos restantes de la flotilla continúan su avance hacia Gaza, desafiando el bloqueo y buscando cumplir su misión humanitaria.
La incertidumbre, la tensión y la indignación internacional crecen con cada hora que pasa, y la atención mundial permanece fija en el Mediterráneo oriental, donde cientos de activistas se enfrentan a una encrucijada entre solidaridad, riesgo y confrontación diplomática.
