Dejará de emitirse el próximo 31 de diciembre ante la imposibilidad de competir con el ‘streaming’

Era 1981 cuando los Buggles pronosticaban con su icónico “Video killed the radio star” un cambio radical en la manera de consumir música. Casi cuatro décadas después, esa profecía parece repetirse, pero con un giro más moderno: “el streaming mató a la estrella de la tele”.
La MTV, emblema de la música y la cultura pop desde 1984, dejará de emitir en Europa el próximo 31 de diciembre, poniendo fin a una era que transformó para siempre la industria musical y la forma en que millones de jóvenes se conectaban con la cultura global.
La decisión, tomada por los directivos de Paramount Global tras fusionarse con Skydance Media y replantearse la estructura de costes, se enmarca dentro de un recorte global de 500 millones de dólares y una reestructuración que afectará a la plantilla en todo el mundo.
Los canales como MTV Music, MTV 80s, MTV 90s, Club MTV y MTV Live serán los primeros en apagarse en Reino Unido e Irlanda, seguidos por Francia, España, Alemania, Austria, Polonia, Hungría, Australia y Brasil.
La televisión musical que acompañó a varias generaciones desaparecerá,
aunque la marca MTV seguirá existiendo a través de plataformas digitales y sus galas de premios, los MTV Video Music Awards y los MTV European Music Awards, que se mantendrán como legado de la cadena.
Desde sus inicios, MTV cambió radicalmente la relación entre música y televisión.
Su primer videoclip, aquel “Video killed the radio star”, inauguró un nuevo lenguaje audiovisual que combinaba imagen y sonido de forma nunca antes vista. La cadena no solo difundió hits, sino que creó fenómenos culturales.

Michael Jackson revolucionó la industria con el estreno de “Thriller” en 1983, y Nirvana llevó el grunge del underground a la corriente principal con “Smells Like Teen Spirit”.
MTV fue testigo y partícipe de momentos históricos y sociales que trascendieron la música:
la caída del Muro de Berlín en 1989, la cobertura de campañas políticas en Estados Unidos, y la apertura de debates sobre sexualidad y SIDA en una época en que estos temas eran tabú en la televisión tradicional.
El impacto de MTV no se limitó a la música.
Su apuesta por formatos innovadores como “The Real World” marcó el inicio de los reality shows, mientras programas como “Headbangers Ball” consolidaron géneros que hasta entonces permanecían marginales, como el metal y el rock alternativo.
Las entrevistas, muchas veces irreverentes y provocadoras, con artistas como Courtney Love, definieron un estilo propio que mezclaba espectáculo, controversia y cercanía con la audiencia joven.
Los MTV Video Music Awards, con sus momentos escandalosos y polémicos, se convirtieron en un referente de la cultura pop y en una vitrina global para los artistas más importantes del momento.
Pero la evolución de la industria y la irrupción de nuevas plataformas han marcado el final de esta etapa. La televisión lineal ya no compite con el ritmo del streaming, donde los usuarios consumen contenido bajo demanda y sin horarios fijos.
Ni siquiera la incorporación de reality shows y contenidos alejados de la música logró mantener la relevancia de la cadena en un mercado dominado por plataformas digitales que ofrecen infinitas opciones de entretenimiento.
El cambio de hábitos de consumo ha hecho que el icónico canal pierda fuerza, provocando su cierre en Europa y obligando a la empresa a replantearse su estrategia global.

En España, donde MTV todavía podía verse en plataformas como Movistar Plus+ y Orange TV, su apagón significará la pérdida de un referente cultural que acompañó a varias generaciones desde los años 80.
Los nostálgicos recordarán el impacto de la MTV en la moda, los estilos de vida y la forma de escuchar música.
Desde Lady Gaga hasta Sabrina Carpenter, la cadena dio visibilidad a artistas que no solo marcaron tendencias, sino que también influyeron en la identidad de toda una generación.
La MTV fue, en muchos sentidos, un espejo de la juventud y de la cultura pop de cada década.
A pesar de los números rojos y la caída de audiencia frente al streaming, MTV deja un legado imborrable.
Su cobertura de eventos históricos y su activismo social, como la campaña “Choose or Lose” para incentivar el voto juvenil en Estados Unidos, muestran que la cadena no se limitó a entretener, sino que también buscó influir y generar conciencia en su público.
La combinación de música, innovación y mensaje social fue la clave de su éxito durante décadas.
El apagón del canal, sin embargo, no significa el final de la MTV como marca. Las plataformas digitales continuarán ofreciendo contenido y los premios de la cadena seguirán siendo eventos de referencia internacional.
Pero el cierre de la señal europea simboliza un cambio de época: la televisión musical tal y como se conocía, con videoclips, programas temáticos y estrellas emergentes en pantalla, ha pasado a ser parte de la historia.
Lo que una vez fue revolucionario se enfrenta ahora al imparable avance de la tecnología y a la adaptación a los nuevos hábitos de consumo.

El 31 de diciembre, cuando se apague la señal en toda Europa, muchos recordarán con nostalgia momentos icónicos que definieron la cultura pop de los últimos 38 años.
Desde los primeros videoclips, los premios memorables, hasta los reality shows pioneros, la MTV deja una huella imborrable.
Su cierre invita a reflexionar sobre cómo el entretenimiento ha cambiado, cómo la tecnología redefine nuestras experiencias culturales y cómo los formatos que alguna vez parecieron invencibles deben reinventarse o desaparecer.
MTV fue más que un canal; fue un fenómeno que conectó generaciones y transformó la manera de consumir música y cultura visual. Su legado perdurará en la memoria colectiva y en la influencia que dejó sobre la música, la televisión y la sociedad.
La historia de la MTV demuestra que, aunque los canales y formatos cambien, la música y la cultura siguen evolucionando, y que la influencia de quienes marcaron tendencias jamás será olvidada.
El final de la señal europea marca el cierre de una era, pero también el inicio de una nueva etapa en la que la música y la cultura pop encontrarán nuevos espacios y nuevas formas de llegar al público.
La MTV como la conocimos se despide, pero su espíritu innovador y su capacidad de impactar a generaciones seguirán vivos, recordándonos que la música, más allá de los formatos, siempre tendrá un lugar en nuestras vidas.