David Broncano ha abordado a Alejandro Sanz con una pregunta bastante incómoda en ‘La Revuelta’ y el cantante se ha visto obligado a parar la entrevista

La visita de Alejandro Sanz al programa La Revuelta de David Broncano prometía ser uno de los momentos televisivos más destacados de la semana, y cumplió con creces las expectativas del público.
El artista acudió para presentar su nuevo disco, ¿Y ahora qué +?, y se mostró relajado, cercano y con un sentido del humor característico que mantiene a lo largo de su carrera.
Sin embargo, lo que comenzó como una entrevista amena derivó en un momento de tensión y sorpresa, cuando Sanz decidió poner límites a las preguntas del presentador.
Desde los primeros minutos, quedó patente la dinámica habitual entre ambos: un tira y afloja cargado de complicidad y bromas que, con frecuencia, roza la incomodidad.
Broncano, fiel a su estilo provocador, planteó cuestiones que han caracterizado sus entrevistas anteriores, desde preguntas triviales hasta cuestionamientos de carácter más personal.
La paciencia de Sanz, sin embargo, tuvo un límite, y en un momento concreto se vio obligado a interrumpir la línea de interrogatorio del presentador:
“Tienes que parar en algún momento de hacer este tipo de pregunta a los invitados”, afirmó entre risas, pero con un reproche que reflejaba cierta molestia contenida.
La intervención de Grison, co-presentador del programa, solo avivó la situación, recordándole a Broncano que suele recurrir con frecuencia a preguntas repetitivas como “qué electrodoméstico quieres ser” o “si naciste por cesárea”.
A pesar del intento de Broncano por mantener el tono ligero, incluso repitiendo la cuestión sobre el parto de Sanz, el cantante respondió con elegancia:
“No tenía conciencia de la realidad en aquel momento”, dejando claro que no deseaba entrar en discusiones personales innecesarias.
La conversación giró entonces hacia los logros profesionales del artista. Alejandro Sanz es actualmente el músico español con más premios Grammy y discos vendidos, y recientemente ha sumado dos Latin Grammy más a su trayectoria.
Esta línea de entrevista permitió un diálogo más fluido y seguro, donde Sanz se mostró cómodo al comentar su carrera, su nuevo trabajo discográfico y la evolución de su música.
El enfoque profesional contrastaba con el tono más personal y provocador que había caracterizado los primeros minutos del programa.
Sin embargo, el momento de tensión más destacado llegó cuando Broncano formuló una pregunta controvertida sobre la posibilidad de que Sanz se hubiera besado con alguna prima.
Aunque el cantante negó rotundamente cualquier situación de ese tipo, el presentador insistió, rebajando la pregunta a una prima segunda.
Fue entonces cuando Alejandro, con humor pero firmeza, zanjó el tema: “Este tío está cada vez peor. Tienes que parar en algún momento de hacer este tipo de preguntas a los invitados.”
Este comentario no solo sorprendió al público, sino que subrayó la necesidad de respetar ciertos límites en entrevistas, incluso en programas conocidos por su tono provocador.
Para suavizar la situación y mantener la complicidad, Sanz incluso sugirió nuevas fuentes de inspiración para Broncano: “Te queda mucho que aprender de la Super Pop.
Tienes que hacer preguntas del estilo ‘cuál es tu comida favorita, tu color favorito’…”, bromeó, recordando que la curiosidad por la vida cotidiana y los gustos personales puede ser tan entretenida como las preguntas más incisivas.
Esta intervención mostró la capacidad del cantante de manejar la situación con humor y diplomacia, manteniendo la buena relación con el presentador.
El episodio deja en evidencia una faceta de la interacción entre invitados y presentadores: aunque exista confianza y complicidad, incluso los artistas más cercanos pueden establecer límites cuando se sienten incómodos.
Broncano, consciente de la señal, reconoció la validez de las palabras de Sanz y admitió que sus preguntas habían sido excesivas, asegurando que el enfoque hacia los logros y la trayectoria profesional resultaba más adecuado.
La entrevista continuó con normalidad y sin tensión adicional, demostrando que la franqueza y el respeto mutuo pueden coexistir en un formato de entretenimiento televisivo.
Este episodio también ofrece una reflexión sobre el estilo de entrevistas en programas de humor y entretenimiento.
Alejandro Sanz, con décadas de carrera y experiencia frente a los medios, mostró que la combinación de humor, firmeza y elegancia es eficaz para marcar límites sin romper la dinámica del programa.
Asimismo, el momento pone de relieve la diferencia entre preguntas personales, a veces invasivas, y la valoración de la carrera y los logros de un artista, donde la profundidad y la relevancia informativa aportan valor tanto al invitado como a la audiencia.
En definitiva, la visita de Alejandro Sanz a La Revuelta no solo sirvió para promocionar su nuevo disco, sino también para recordar que el respeto y la prudencia son esenciales en cualquier entrevista.
El cantante demostró que, aun en un entorno relajado y humorístico, es posible mantener la integridad y la comodidad personal, ofreciendo al público un ejemplo de cómo manejar situaciones incómodas con inteligencia, humor y profesionalismo.
La complicidad con Broncano permaneció intacta, y la entrevista se consolidó como un episodio memorable, donde el equilibrio entre entretenimiento y respeto fue protagonista.