Alice y Ellen Kessler, las inseparables gemelas íconos de la televisión europea, fallecieron juntas a los 89 años mediante suicidio médicamente asistido en Alemania.
Alice y Ellen Kessler, las inseparables hermanas gemelas que se convirtieron en un referente de la época dorada de la televisión italiana, fallecieron el lunes 17 de noviembre a los 89 años en su domicilio de Grünwald, Alemania.
Las autoridades locales confirmaron el suceso tras acudir al lugar, donde ambas compartían apartamentos contiguos separados por una pared corredera. Según indicaron los funcionarios, no se sospecha de ningún delito en relación con su muerte.
Las gemelas decidieron someterse a un suicidio médicamente asistido, procedimiento legal en Alemania bajo estrictas normas que exigen que la persona actúe por propia voluntad, mayor de edad y con capacidad legal para tomar la decisión.
La ley alemana prohíbe la eutanasia activa, por lo que quienes asisten al suicidio no pueden ejecutar el acto letal.
La decisión de Alice y Ellen se había meditado durante largo tiempo, con el firme convencimiento de que, habiendo compartido toda su vida juntas, querían también compartir el final de la misma.
Según medios alemanes, insistían en que “nacieron juntas y querían morir juntas”, y dejaron constancia de su deseo de que sus cenizas fueran depositadas en una sola urna junto con las de su madre, Elsa, fallecida a los 69 años, y su perro, Yello.
Ellen expresó en 2024: “Nuestra vida se ha caracterizado por la disciplina. Ahora nos acercamos al final. No viviremos mucho más. Por lo tanto, debemos afrontar el final con disciplina”. Además, estipularon que toda su herencia se donase a Médicos Sin Fronteras.
Durante su vida, Alice y Ellen mantuvieron una relación simbiótica.
Ninguna de las dos contrajo matrimonio, no tuvieron hijos ni parejas conocidas, y su vínculo mutuo fue el eje central de su existencia.
Su decisión de fallecer juntas refleja la intensidad de esta unión, que perduró hasta el último momento de sus vidas.
Nacidas en 1936 en Nerchau, Sajonia, las gemelas comenzaron su carrera artística desde temprana edad.
Con solo 11 años se integraron al ballet de la Ópera de Leipzig, y en 1952 se trasladaron a Düsseldorf para iniciar giras por Europa y Estados Unidos, colaborando con artistas icónicos como Frank Sinatra y Fred Astaire.
A los 19 años, formaban parte de las Bluebell Girls en el Lido de París, consolidando su proyección internacional.
Posteriormente, se establecieron en Italia, donde alcanzaron la fama en la televisión, participando en numerosos programas y convirtiéndose en símbolos de la época.
Su número estrella, el ‘Da-da-un-pa’, dirigido por Antonello Falqui, las catapultó al reconocimiento masivo y les valió el apodo de “las piernas de la nación”.
Una de las manifestaciones más notables de su éxito mediático fue la aparición en la edición italiana de Playboy a los 40 años, una publicación que se convirtió en la más vendida hasta ese momento, consolidando su estatus de iconos de la cultura pop europea.
Su influencia y popularidad no se limitaron al entretenimiento televisivo; en 1959 representaron a Alemania en la cuarta edición del Festival de la Canción de Eurovisión, celebrado en Cannes, donde interpretaron la canción *Heute Abend wollen wir tanzen geh’n*, obteniendo el octavo puesto.
La vida de Alice y Ellen estuvo marcada por la disciplina artística y la entrega absoluta a su carrera, un compromiso que se extendió también a su vida personal.
Su relación inseparable y su deseo de permanecer juntas incluso después de la muerte reflejan un vínculo emocional extraordinario, que trascendió los límites de lo convencional.
Este apego mutuo y su concepción de la vida en paralelo con su carrera artística hacen de su historia un ejemplo único de lealtad y afecto familiar, que ha capturado la atención de generaciones de admiradores en Europa y más allá.
El suicidio médicamente asistido en Alemania es un proceso regulado y cuidadosamente supervisado, que permite a los individuos ejercer un control sobre el final de sus vidas en circunstancias de autonomía y plena capacidad de decisión.
El caso de las hermanas Kessler pone de relieve cómo la legislación contemporánea busca equilibrar la libertad individual con la protección legal, ofreciendo un marco ético y médico para quienes toman esta decisión.
La elección de Alice y Ellen se ha descrito como meditada, consciente y coherente con sus convicciones personales, lo que subraya la seriedad de su determinación.
La noticia de su fallecimiento ha sido recibida con sorpresa y respeto en los medios europeos. Figuras del entretenimiento y admiradores de larga trayectoria han destacado su legado artístico y su influencia en la televisión y el espectáculo del siglo XX.
Su carrera, que abarcó desde la danza clásica hasta la televisión y la música popular, dejó una huella imborrable en la cultura mediática, consolidando su posición como referentes femeninos en un panorama dominado por transformaciones culturales y artísticas continuas.
La historia de Alice y Ellen Kessler ilustra también el papel del individuo frente a las decisiones sobre la propia vida y el derecho a elegir un final digno, conforme a principios de autonomía y responsabilidad.
Su relato pone de manifiesto la intersección entre la vida pública y las decisiones íntimas, destacando cómo figuras de relevancia mediática enfrentan y planifican incluso los aspectos más personales de su existencia.
En resumen, Alice y Ellen Kessler no solo serán recordadas por su carrera artística y su influencia en la televisión europea, sino también por la intensidad de su vínculo personal y su decisión de enfrentar la muerte de manera conjunta y consciente.
Su historia representa un ejemplo de dedicación, disciplina y amor fraternal, dejando un legado que combina el talento, la vida compartida y la autonomía sobre el final de su propia existencia.
Su partida marca el cierre de un capítulo excepcional en la historia del entretenimiento europeo, y su vida continúa siendo un referente de entrega artística y conexión emocional entre hermanas.
