Ana Belén Vázquez ha dejado pasmados hoy en el congreso a Cayetana Álvarez de Toledo y otros diputados del PP, al acusar al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de espiarla, denunciando que “ha pedido informes” desde su “primera comunión”.

En un intenso debate en el Congreso de los Diputados, Ana Belén Vázquez, portavoz del Partido Popular en la Comisión de Interior, dejó a los asistentes atónitos al acusar al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de espiar sus actividades desde su infancia.
Durante su intervención, Vázquez no escatimó en críticas, afirmando que Marlaska es el “ministro peor valorado” del gobierno español, según los últimos informes del CIS.
“En octubre de 2018, usted era el segundo ministro mejor valorado, pero en solo siete años ha caído al peor”, afirmó Vázquez, cuestionando la capacidad de Marlaska para gestionar el ministerio.
La diputada continuó su exposición, señalando que la percepción de inseguridad en España ha aumentado drásticamente, triplicándose en el mismo período. “La sensación de inseguridad ha pasado de 2,4 puntos en 2018 a 7,9 en 2025”, declaró.
Además, respaldó sus afirmaciones con datos concretos: “La tasa de criminalidad ha subido más de cuatro puntos, y los delitos de violencia de género han aumentado un 70,4%”.
Vázquez enfatizó que, a pesar de contar con más recursos, la situación de seguridad en el país ha empeorado.
“¿Cómo es posible que con más efectivos tengamos más delitos?”, cuestionó, sugiriendo que la gestión de Marlaska ha sido ineficaz.

Vázquez no se detuvo ahí. En su crítica, mencionó casos específicos de delincuencia, como el incremento del 205% en las violaciones y un aumento del 52% en los homicidios.
“Ustedes son el peor gobierno de la democracia para proteger a las mujeres”, exclamó, mientras el ministro escuchaba en silencio.
La diputada también hizo alusión a la falta de recursos para las fuerzas de seguridad, afirmando que “la Guardia Civil está siendo desmantelada” y que “la seguridad en el medio rural se ha abandonado”.
La respuesta de Marlaska fue defensiva. Aseguró que el gobierno ha incrementado el presupuesto del ministerio en un 35% y que la tasa de criminalidad actual es más baja que cuando él asumió el cargo.
“La situación es bastante diferente. Tenemos 160,000 efectivos frente a los 142,000 que había en 2018”, argumentó, tratando de desmentir las afirmaciones de Vázquez.
Sin embargo, la diputada insistió en que estos números no reflejan la realidad en las calles, donde la criminalidad sigue en aumento.

La discusión se tornó aún más personal cuando Vázquez acusó a Marlaska de haberla espiado. “Sé que ha pedido informes desde mi primera comunión”, afirmó, lo que provocó un murmullo en el hemiciclo.
“Usted quiere machacar a las mujeres cuando ve que somos superiores a usted”, continuó, desafiando al ministro a justificar su gestión.
La tensión en la sala era palpable, con ambos políticos intercambiando acusaciones sobre la eficacia y la ética de sus respectivas gestiones.
Marlaska, por su parte, intentó desviar la atención hacia los logros de su ministerio, mencionando las inversiones en infraestructura y el aumento de efectivos.
“Hemos realizado más de 29,000 detenciones por narcotráfico y contrabando, y hemos incautado más de 2,000 toneladas de sustancias estupefacientes”, afirmó.
Sin embargo, Vázquez no se mostró convencida y replicó que estos logros no justifican el aumento de la criminalidad y la percepción de inseguridad entre la población.
El debate también abordó la política migratoria del gobierno, con Vázquez acusando a Marlaska de haber renunciado a la protección de las fronteras.
“Ustedes han dado carta blanca a las organizaciones que trafican con seres humanos”, afirmó, sugiriendo que el gobierno ha facilitado la llegada de inmigrantes ilegales en lugar de controlar la situación.
Marlaska defendió su gestión, señalando que se han implementado medidas para trabajar con países de origen y tránsito para combatir la migración irregular.
A medida que el debate avanzaba, la confrontación se intensificó. Vázquez no dudó en recordar los escándalos de corrupción que han salpicado al gobierno y cómo estos han afectado la percepción pública de las fuerzas de seguridad.
“Usted está aquí para tapar la corrupción del gobierno”, acusó, mientras Marlaska intentaba mantener la calma y responder a cada uno de los puntos planteados.
La sesión culminó sin un claro vencedor, pero con una evidente división entre los dos partidos. Mientras Vázquez continuaba insistiendo en la incompetencia del ministro, Marlaska trataba de reafirmar su posición y logros en un entorno cada vez más hostil.
Este intercambio no solo refleja la tensión política actual en España, sino también las preocupaciones de los ciudadanos sobre la seguridad y la eficacia del gobierno en la lucha contra la delincuencia y la protección de sus derechos.
El debate en el Congreso ha puesto de manifiesto las profundas divisiones en la política española, así como la creciente frustración de los ciudadanos con respecto a la seguridad y la gestión gubernamental.
A medida que las elecciones se acercan, es probable que estos temas continúen dominando la agenda política y generando intensos debates en el futuro.