La exmodelo denunció el maltrato que sufrió durante su relación con el aristócrata

En un testimonio que ha vuelto a sacudir a la opinión pública, Antonia Dell’Atte ha reaparecido para denunciar los supuestos maltratos que sufrió durante su relación con el aristócrata italiano Alessandro Lequio.
La exmodelo, conocida por su trayectoria en el mundo de la moda y la televisión, relató en detalle los episodios de violencia física y psicológica que, según asegura, marcaron su vida durante años.
Hace apenas un mes, Dell’Atte concedió una entrevista que ya había puesto a Lequio en una situación comprometida.
La italiana relató cómo la primera agresión ocurrió estando embarazada, tras la luna de miel: “La primera patada que me dio, estando embarazada, fue a la vuelta de la luna de miel”, afirmó.
La modelo también denunció las amenazas a su integridad física: “Me decía que iba a destruir mi nariz para que no fuera guapa” y que la obligó a “dejar de trabajar” para mantenerla “encerrada en casa”.
Según su relato, cada intento de separarse era respondido con amenazas directas: “Si tú me dejas, te mato, y a tu familia”.
El revuelo mediático que siguió a aquella entrevista fue inmediato. Mediaset decidió prescindir de Alessandro Lequio como tertuliano en menos de 24 horas.
Lequio, por su parte, respondió de manera escueta: “He derivado las afirmaciones de Antonia Dell’Atte a mi abogado para el tratamiento legal correspondiente. Ya está todo dicho. Lo demás, que lo resuelva quien deba”.

En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, celebrado el 25 de noviembre, Dell’Atte volvió a hacer públicas sus experiencias en el programa ‘Directo al grano’, de Televisión Española, presentado por Marta Flich.
La exmodelo llegó puntual y visiblemente nerviosa a la entrevista, consciente de la trascendencia de su testimonio:
“Antonia sabe que se juega mucho y quiere llegar al mayor número posible de personas. No se fía porque este medio es cruel con las mujeres famosas, ricas y aparentemente poderosas, y también con las mujeres maltratadas”, explicó el equipo del programa.
Durante la conversación, Dell’Atte rememoró cómo la prensa de la época la trató de “loca” tras su primera denuncia, y aseguró: “He llevado la verdad como una cruz”.
La modelo describió su relación con Lequio como un inicio idílico que pronto se tornó en un auténtico calvario: “Cuando le conocí, nadie le conocía.
Yo quería una familia y la encontré en esta persona de los modales que te abre la puerta, que te dice que soñaba conmigo, que tenía mis fotos en su habitación…”.
Sin embargo, la situación cambió drásticamente: “Un día me obligó a cenar con sus amigos y me dijo ‘tú eres mi mujer y haces lo que digo yo y si no, me divorcio’. Y me dio una bofetada”.
Dell’Atte narró además el momento en que Lequio reaccionó violentamente al descubrir que conservaba su apellido de soltera: “Cuando vio que conservaba mi apellido de soltera me dio la primera patada de kárate. Y me dijo: ‘Te voy a romper la nariz y nunca más serás guapa’”.
La exmodelo confesó la desesperación que sentía al no saber cómo comunicar a su familia lo que estaba viviendo: “Empezó mi pesadilla y yo pensaba cómo voy a decir a mi familia que me he casado con un maltratador”.

Uno de los pasajes más conmovedores de la entrevista se produjo cuando Dell’Atte recordó las amenazas de muerte que recibía tanto ella como su familia: “Me decía que me iba a matar a mí y a mi familia”, aseguró.
A pesar del miedo, la modelo buscaba ayuda recurriendo a la familia del aristócrata: “Cada paliza llamaba a la Infanta. La familia lo sabía. Lo sabían todos. Tengo todas las cartas”, afirmó en referencia a la Infanta Beatriz, abuela de Lequio.
El desenlace de la relación llegó cuando Dell’Atte descubrió la infidelidad de Lequio. Según contó, un amigo del aristócrata le reveló que él mantenía una relación con Ana García Obregón desde diciembre:
“Me llamó un amigo suyo diciéndome que no podía ser su cómplice y que mi marido llevaba desde diciembre con Ana García Obregón. Desde entonces yo fui libre, gracias a Ana Obregón”, sentenció con firmeza.
El testimonio de Antonia Dell’Atte no solo arroja luz sobre una relación marcada por la violencia y la intimidación, sino que también invita a reflexionar sobre la percepción pública de las víctimas y la responsabilidad de los medios de comunicación.
Su relato combina detalles concretos de las agresiones físicas, amenazas verbales y manipulación emocional, mostrando la complejidad de la violencia doméstica, incluso en contextos sociales privilegiados.

Además, su denuncia evidencia cómo las figuras públicas pueden verse atrapadas entre el escándalo mediático y la necesidad de proteger su integridad.
Dell’Atte ha logrado que su historia llegue nuevamente a un público masivo a través de un canal de televisión pública, recordando la importancia de visibilizar y abordar el maltrato de manera seria y responsable.
Con este nuevo testimonio, Antonia Dell’Atte reafirma su posición y busca concienciar sobre la violencia de género, subrayando la relevancia de que las denuncias no sean minimizadas ni ridiculizadas, independientemente del estatus social de los implicados.
La exmodelo finaliza su relato con un mensaje claro: la libertad y la seguridad personal son derechos inalienables, y denunciarlos públicamente es un acto de valentía que puede inspirar a otras víctimas a no permanecer en silencio.
El caso de Dell’Atte y Lequio continúa siendo objeto de atención mediática y judicial, mientras que el debate sobre la responsabilidad de los medios y la protección de las víctimas sigue abierto.
La fuerza de su relato reside tanto en la precisión de los hechos como en la fuerza emocional con que los narra, generando un eco que trasciende más allá de la esfera del entretenimiento y la prensa rosa, hacia un mensaje social de relevancia crítica.
En definitiva, la historia de Antonia Dell’Atte es un recordatorio doloroso de que la violencia de género no distingue estatus, fama ni poder, y que la denuncia y visibilización de estos casos son esenciales para avanzar hacia una sociedad más segura y consciente.