Isabel Díaz Ayuso critica al Gobierno por la renuncia del Fiscal General del Estado y denuncia una concentración de poder en manos de Pedro Sánchez.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se pronunció este lunes ante la prensa sobre la renuncia del Fiscal General del Estado y la polémica publicación de una reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y representantes de Bildu, entre ellos Arnaldo Otegi, en un caserío del País Vasco.
Durante su intervención, Ayuso criticó duramente al Ejecutivo central, asegurando que estas actuaciones reflejan un “control absoluto” del poder judicial y una estrategia que amenaza la imparcialidad de las instituciones.
“Creo que el máximo responsable de la legalidad de cualquier proceso judicial en España no podía estar un minuto más al frente de la Fiscalía General del Estado tras haber sido condenado.
Su actitud y su respuesta posterior son clarificadoras”, afirmó Ayuso, refiriéndose a la renuncia del fiscal.
La dirigente madrileña señaló que estas decisiones y pactos políticos, en los que Bildu habría intervenido, evidencian que “Sánchez ha entregado la legislatura” a ciertos grupos que, según ella, buscan dividir a los españoles y debilitar la democracia.
En relación con la polémica reunión publicada por un medio nacional, Ayuso insistió: “Ya se corrobora que le ha entregado la legislatura a Pedro Sánchez.

De ahí la obsesión de Bildu con la memoria histórica, con dividirnos en bandas a todos los españoles, ir contra nuestra democracia”.
La presidenta madrileña denunció que estos acuerdos ocultos habrían influido en la expulsión del Partido Popular de Rajoy y en el mantenimiento de la actual legislatura gracias a apoyos de formaciones como Bildu y el PNV.
Ayuso también alertó sobre la expansión de lo que considera un “negocio corrupto” que, según su análisis, involucra la colocación de aliados políticos en medios de comunicación y empresas públicas:
“Asientos en Radio Televisión Española, asientos en Telefónica, asientos para todos ellos en cada empresa pública y privada que han colonizado.
Así es como se mantienen los siete votos del Congreso y por eso no va a romper”. Para la presidenta madrileña, estas prácticas generan un deterioro progresivo de la convivencia y de las instituciones españolas, asegurando que “cada día tienen al presidente más secuestrado”.
Respecto a la renuncia del Fiscal General y las críticas de Óscar López, secretario general de los socialistas de Madrid, Ayuso reiteró su preocupación por lo que considera un uso partidista de las instituciones judiciales:
“Sánchez manda en el Supremo, Sánchez manda en el Constitucional, Sánchez manda en la Fiscalía.
Los tres poderes del Estado son Pedro Sánchez. Por tanto, si él es los tres poderes del Estado y nadie está por encima de Sánchez, ni la ley ni la justicia, ¿quién está?”.
La presidenta insistió en que esta concentración del poder amenaza la separación de poderes y la independencia judicial, pilares fundamentales del Estado de derecho.

Durante la rueda de prensa, Ayuso hizo énfasis en que este escenario no responde a un enfrentamiento ideológico convencional entre izquierda y derecha, sino a un problema estructural que afecta la gobernabilidad y la equidad del sistema:
“No va de izquierda, ni de derecha, ni de un partido ni de otro. Va de que nos hemos dado unas reglas del juego.
Todos los españoles hemos trabajado juntos en base a esas reglas, al respeto, a la justicia, a la separación de poderes. Si eso se rompe, el escenario es otro totalmente diferente y a eso es a lo que nos quieren llevar”.
Además, la presidenta criticó la estrategia de recurrir decisiones judiciales mediante recursos al Tribunal Constitucional y la percepción de que el Gobierno central busca inmunidad frente a la acción judicial: “El Supremo le ha nacido otro supremo.
Nadie puede juzgarles. Todo aquel que ose ser un contrapoder dentro de una democracia será perseguido y acuchillado. Van a por cualquiera que ose hacer su trabajo desde los distintos organismos y poderes que los españoles nos dimos en la Constitución”.
Ayuso enfatizó que, a diferencia de la tibieza y moderación que observa en otros sectores políticos, su postura busca alertar a los ciudadanos sobre lo que considera riesgos graves para la institucionalidad:
“Los que no sufren el acoso del aparato del Estado, como lo hacemos otros, quizás no se atreven a hablar claro, pero los que ya no tenemos por qué vivir de la tibieza, desde la moderación decimos las cosas alto y claro antes de que sea tarde”.

En materia de consecuencias políticas inmediatas, la presidenta madrileña cuestionó la posibilidad de indultos y las decisiones que puedan afectar la imparcialidad judicial, señalando que estos actos reflejan un patrón de concentración del poder:
“Sánchez ordena al Supremo, Sánchez manda en el Constitucional, Sánchez manda en la Fiscalía. Ellos son la ley, ellos son la justicia, ellos son el gobierno”.
Finalmente, Ayuso llamó la atención sobre la gravedad de estos hechos en el marco de la democracia española y la necesidad de preservar las instituciones frente a lo que considera un deterioro sistemático: “Eso es lo que considero.
Mi pregunta era sobre los recursos de constitucionalidad que presentarán. Se creen que están por encima del Supremo, que nadie puede juzgarles, y eso amenaza la convivencia y las instituciones de todos los españoles”.
La presidenta concluyó su intervención reafirmando que la defensa del Estado de derecho y la independencia judicial es esencial para
garantizar la igualdad ante la ley y evitar la concentración del poder en manos de un solo individuo, insistiendo en que esta situación representa un desafío sin precedentes en la democracia española contemporánea.