Bertrand Ndongo se enfrenta a los matones de Juan Gallardo durante un evento electoral en Extremadura, mostrando valentía ante la agresión.

En un impactante episodio que ha sacudido la escena política de Extremadura, Bertrand Ndongo, conocido por su valentía y determinación, se vio envuelto en un violento enfrentamiento con los matones del candidato imputado, Juan Gallardo.
La situación se desarrolló durante un evento electoral el pasado 22 de diciembre de 2025, donde Ndongo intentó realizar preguntas cruciales sobre las imputaciones que pesan sobre Gallardo.
Sin embargo, lo que debería haber sido un intercambio democrático se convirtió rápidamente en un caos.
“¡Está bien, devuélveme mi móvil o no!”, gritó Ndongo, visiblemente frustrado mientras intentaba recuperar su teléfono, que le había sido arrebatado.
El ambiente se tornó hostil cuando varios individuos, identificados como parte del equipo de Gallardo, comenzaron a empujar a Ndongo, quien no se dejó intimidar.
“Me parece normal su actitud”, continuó, aludiendo a la agresividad de los presentes. “Vamos a denunciarlo”, afirmó con firmeza, dejando claro que no se quedaría callado ante la violencia.
Los gritos de “¡matones!” resonaron en el aire mientras Ndongo enfrentaba a sus agresores. “Le ha pegado varias veces”, insistió, describiendo la brutalidad del ataque.
La tensión aumentó cuando uno de los matones, un exconcejal del PSOE y conocido aliado de Gallardo, intentó desviar la atención, tratando de hacerse la víctima.
“Soy la víctima”, exclamó, pero Ndongo no se dejó engañar. “Pero si has agredido tú varias veces, eres un matón”, replicó, desafiando la narrativa manipuladora de su atacante.
La escena se volvió aún más caótica cuando la policía, en lugar de intervenir para proteger a Ndongo, pareció favorecer a los agresores. “¿Qué comportamiento es ese?”, se preguntó Ndongo, atónito ante la falta de acción de las autoridades.
“Yo no he agredido a nadie, simplemente quería hacerle una pregunta a Gallardo”, reiteró, defendiendo su derecho a cuestionar a un candidato en un evento público.

A medida que la situación escalaba, Ndongo continuó documentando el abuso. “Llama a la policía, arranca el micrófono”, exigió, mientras los matones intentaban silenciarlo.
Su determinación de no ser silenciado resonó en cada palabra. “Me ha roto el móvil”, dijo, refiriéndose al daño físico y emocional que había sufrido. A pesar de la adversidad, Ndongo se mantuvo firme, desafiando a sus agresores a que pidieran perdón.
La brutalidad del ataque dejó a muchos testigos conmocionados. “Parecéis matones, macho”, gritó Ndongo, mientras otros asistentes comenzaban a grabar la escena.
La cobertura mediática de este incidente no tardó en llegar, y las imágenes del altercado se volvieron virales, mostrando la cruda realidad de la política en Extremadura.
El evento, que debía ser una celebración democrática, se convirtió en un campo de batalla. “Venga, Bertran, lo hemos conseguido”, exclamó Ndongo, refiriéndose a la grabación que había realizado.
“Ese cámara también hay que agradecerle”, añadió, reconociendo el trabajo de quienes documentaron la agresión.
Los detalles sobre la identidad de los agresores comenzaron a salir a la luz. “Ese calvo que veis en las imágenes no es seguridad, es un antiguo concejal de Gallardo”, explicó Ndongo, revelando la conexión entre los matones y el candidato.
“Gallardo gobernó en su pueblo durante más de diez años con una mayoría absoluta, un clientelismo impresionante”, continuó, enfatizando la cultura de impunidad que rodea a los políticos en la región.
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El clima de tensión se intensificó cuando se acercaba el cierre de los colegios electorales. “Son las 8 ya, colegios electorales cerrados”, anunciaron los comentaristas, mientras la situación en el lugar se tornaba cada vez más peligrosa.
“Todavía alguien puede robar alguna saca”, alertó uno de los presentes, reflejando la desconfianza generalizada en el proceso electoral.
Ndongo, decidido a no dejar que la violencia le detuviera, continuó exponiendo la verdad. “El calvo este desde que te has acercado a Gallardo ya te estaba metiendo el codo”, comentó, describiendo la agresividad de su oponente.
“Es alucinante”, concluyó, haciendo eco de la incredulidad que sentían muchos al ver cómo la política se había convertido en un espectáculo de violencia.
Este incidente ha puesto de manifiesto no solo la brutalidad que enfrenta Ndongo, sino también la necesidad urgente de una reforma en la política de Extremadura.
La falta de respuesta adecuada por parte de las autoridades y la cultura de agresión entre los seguidores de algunos candidatos han generado un clima de miedo y represión que debe ser abordado.
A medida que las repercusiones de este escándalo continúan desarrollándose, la comunidad espera que se tomen medidas para garantizar un entorno seguro y democrático para todos los ciudadanos.
Ndongo, con su valentía y determinación, se ha convertido en un símbolo de resistencia ante la opresión, y su lucha por la verdad y la justicia apenas comienza.