El cantante comparte una batería de imágenes en sus redes sociales para explicar la nueva realidad que lleva atravesando desde hace tres meses que sufriera un accidente doméstico

Blas Cantó, cantante murciano de 34 años y representante de España en Eurovisión, atraviesa una etapa compleja en su vida personal y profesional tras sufrir un accidente doméstico que le obligó a cortarse el tendón de Aquiles.

El incidente ocurrió hace aproximadamente tres meses, mientras realizaba reformas en su hogar, y desde entonces el artista se encuentra en un proceso de recuperación que combina hospitalización, rehabilitación y adaptación a nuevas rutinas de movilidad.

Cantó ha decidido compartir su experiencia con sus seguidores a través de las redes sociales, ofreciendo un relato sincero de sus dificultades, avances y emociones durante este periodo.

El accidente tuvo lugar mientras Blas trabajaba en su cocina. “Estaba haciendo de manitas en casa y había un perfil de esos de pladur en el suelo.

Sin querer lo pisé, se reviró y me cortó el tendón de Aquiles”, explicó el cantante en su cuenta de Instagram, donde detalló la magnitud del suceso.

Desde el primer momento fue consciente de la gravedad de la situación: “En cuanto pasó, sabía que tenía que ir al hospital porque me tendrían que operar”.

La intervención quirúrgica fue inevitable y marcó el inicio de un proceso largo y exigente, en el que la paciencia y la disciplina se han convertido en herramientas fundamentales para su recuperación.

Blas Cantó ha documentado su evolución con una serie de imágenes y explicaciones que reflejan la complejidad de su situación.

En sus publicaciones, el murciano muestra desde su traslado en silla de ruedas hasta los primeros pasos asistidos con muletas, resaltando los avances que considera significativos:

“Sé que no es mucho, pero para mí es un milagro”, escribió, reconociendo tanto el dolor físico como la frustración emocional que acompaña a estas semanas de recuperación.

En sus palabras, el artista describe con claridad la realidad que está viviendo: “Esta ha sido y es mi realidad durante ya casi tres meses: no poder caminar, dolor, frustración, caídas…”.

Durante este tiempo, Cantó ha intentado mantener su actividad profesional y personal, buscando espacios para continuar con su música y sus compromisos, siempre adaptándose a sus limitaciones físicas.

Su estancia en México, país que considera su favorito, le permitió combinar descanso y trabajo.

En una publicación de Instagram, compartió doce fotografías del viaje, explicando con detalle cada momento: desde la adaptación a los servicios para personas con movilidad reducida en aeropuertos, hasta la dificultad para desplazarse por las pirámides de Chichén Itzá debido a la gravilla, o el pequeño accidente que sufrió en bicicleta durante la visita.

A pesar de estas complicaciones, el cantante destacó su esfuerzo por continuar con los ensayos y la promoción de sus nuevas canciones, manteniendo un compromiso con su público incluso en circunstancias adversas.

El proceso de recuperación, como ha señalado Cantó, es lento y requiere paciencia. Según sus estimaciones personales, “me tomará dos meses poder apoyar, cuatro meses volver a caminar y hasta más de seis meses poder correr”.

Este calendario refleja la gravedad de la lesión y la necesidad de un seguimiento médico constante, combinado con fisioterapia y ejercicios específicos para recuperar fuerza y movilidad en el tendón afectado.

El cantante ha enfatizado que, aunque nada volverá a ser exactamente como antes, está decidido a retomar su rutina y sus actuaciones: “Aún con escayola y muletas me volveré a reunir con vosotros”.

La exposición pública de esta situación no solo tiene un carácter informativo, sino también emocional.

Cantó utiliza sus redes sociales como un espacio para transmitir a sus seguidores la realidad de su recuperación, pero también para compartir sentimientos de vulnerabilidad y resiliencia.

Reconoce la frustración que genera depender de otros para tareas cotidianas, así como el dolor físico que acompaña a la rehabilitación. Sin embargo, estas publicaciones muestran una actitud positiva y determinación para superar los obstáculos:

“Estoy haciendo todo lo posible para avanzar, para volver a mi vida de siempre, y quiero que quienes me siguen vean que incluso en momentos difíciles, es posible seguir adelante”.

El caso de Blas Cantó permite reflexionar sobre la importancia de la prevención en el hogar y la vulnerabilidad que pueden generar accidentes aparentemente cotidianos.

La lesión de un tendón de Aquiles no solo afecta la movilidad, sino que también impacta en la vida profesional de quienes dependen de la actividad física para su desempeño, como los cantantes y artistas que deben mantener energía y desplazamiento durante sus actuaciones.

En este sentido, la experiencia de Cantó subraya la necesidad de medidas de seguridad en espacios domésticos y la planificación adecuada durante reformas o tareas que impliquen riesgos.

Además, la recuperación de Blas se enmarca en un contexto de visibilidad mediática que aporta un componente adicional de presión y responsabilidad.

Como figura pública, sus seguidores observan de cerca cada etapa del proceso, lo que añade un componente emocional y social a la rehabilitación.

La manera en que Cantó documenta sus avances refleja un esfuerzo por normalizar las dificultades físicas y transmitir un mensaje de perseverancia, mostrando que el camino hacia la recuperación puede ser largo, pero alcanzable con disciplina y apoyo.

En conclusión, la situación actual de Blas Cantó, marcada por la lesión del tendón de Aquiles y su adaptación a la movilidad asistida con silla de ruedas y muletas, constituye un testimonio de resiliencia y determinación.

El artista enfrenta la complejidad de su recuperación con sinceridad y apertura, compartiendo no solo los desafíos físicos, sino también las emociones que acompañan este proceso.

Su compromiso con la música, la interacción con sus seguidores y la voluntad de superar obstáculos reflejan un enfoque positivo ante la adversidad, ofreciendo una lección de esfuerzo, paciencia y esperanza ante situaciones inesperadas que alteran la vida cotidiana.

Blas Cantó continúa su camino hacia la recuperación total, demostrando que, incluso en los momentos más difíciles, la perseverancia y la actitud positiva son fundamentales para reconstruir la normalidad y seguir adelante con la vida personal y profesional.

Sus palabras, imágenes y reflexiones sirven de inspiración y ejemplo de cómo enfrentar y superar una experiencia inesperada y desafiante, reafirmando su compromiso con su salud, su carrera y su público.