Judith, de 23 años, protagonizó una segunda cita en First Dates con Abdalilah, un joven de 26 años de origen marroquí, mostrando una química intensa y directa desde el inicio.

La noche de First Dates volvió a sorprender a los espectadores con una de las citas más intensas y polémicas de la temporada.
La protagonista, Judith, de 23 años, se encontró con Abdalilah, un joven de 26 años procedente de Marruecos, en lo que fue una segunda oportunidad para ambos en el programa.
Desde el primer momento, la química entre los dos se hizo evidente y la velada se transformó en un espectáculo lleno de risas, confesiones y momentos de gran intensidad.
“Yo tengo 23 años y tú 26”, comenta Judith al inicio del encuentro. Abdalilah sonríe y ella añade con tono pícaro: “Ay, pareces más mayor, más maduro”.
La interacción inicial, ligera y divertida, marcó el tono de la cita, mientras Judith mostraba su característico sentido del humor y su desinhibición.
Sobera, presentador del programa, no pudo ocultar su asombro ante la personalidad arrolladora de la joven: “Esta chica está superloca, pero ni os lo imagináis”, afirmó, destacando la fuerza y energía que Judith aportaba a la cita.
Desde el inicio, la joven dejó claro su objetivo en esta segunda oportunidad: encontrar una relación que combinara intensidad emocional con atracción física.
“Soy dulce y pervertida. Y he venido aquí a buscar una segunda oportunidad para encontrar el amor”, declaró Judith, dejando entrever la sinceridad con la que abordaba el programa.
Su forma de expresarse, directa y sin filtros, resultó impactante tanto para Sobera como para Abdalilah, quien respondió con interés y respeto a las declaraciones de la joven.

Uno de los momentos más comentados de la cita fue cuando Judith confesó sus preferencias personales de forma abierta:
“Me ha gustado mucho tu estilo, me atraen los hombres morenos”, comentó mientras la cámara captaba su entusiasmo y la complicidad que surgía con Abdalilah.
Sobera destacó la intensidad con la que Judith vivía cada detalle: “Es como muy apasionada, lo mínimo que le pasa lo vive con intensidad”.
La joven, lejos de ocultar sus deseos, se mostró explícita respecto a sus expectativas físicas y emocionales, provocando reacciones mixtas entre el público.
La cita también incluyó un toque romántico y cultural que sorprendió a los espectadores. Abdalilah, consciente de la importancia de los pequeños gestos, preparó un detalle especial para Judith: un mensaje escrito en su idioma natal que reflejaba cariño y atención.
Sobera calificó este gesto como “romantiquísimo”, destacando la mezcla de espontaneidad y ternura en un encuentro marcado por la diversión y la intensidad emocional.
Durante la conversación, Judith y Abdalilah intercambiaron historias personales que aportaron profundidad al encuentro.
La joven relató su experiencia en un convento cristiano, donde buscó encontrarse a sí misma, y cómo esta vivencia había moldeado su personalidad y sus expectativas sobre el amor y las relaciones.
Por su parte, Abdalilah compartió aspectos de su vida en Marruecos y su visión sobre la convivencia y la libertad individual en una relación, incluyendo el respeto a la práctica religiosa:
“Cada uno es libre de creer y hacer lo que quiera. No es necesario imponerse nada por estar con alguien de otra cultura”, aseguró.

A lo largo de la cita, la espontaneidad de Judith se combinó con la serenidad de Abdalilah, generando un equilibrio interesante entre intensidad y respeto mutuo.
La joven no dudó en plantear cuestiones sobre la religión y la vida cotidiana, incluso sobre la práctica del Ramadán y cómo podría afectar a la relación, mientras el joven respondía con comprensión y humor:
“No tienes que preocuparte, cada uno puede manejar sus costumbres sin imponerlas al otro”.
El encuentro también estuvo marcado por la celebración del cumpleaños de Judith, que fue recordada en medio de la cita con un pequeño gesto: la presentación de un postre con velita incluida.
La joven sopló la vela entre risas y comentarios jocosos, mientras Sobera observaba cómo la espontaneidad y la diversión se mantenían presentes en toda la velada.
Este momento demostró, según el presentador, que la cita combinaba diversión, romanticismo y sinceridad de manera equilibrada.
El desarrollo de la velada mostró la capacidad de ambos para adaptarse a la situación y mantener un diálogo fluido, donde se mezclaban bromas, interés mutuo y detalles de atracción física.
Sobera destacó la combinación de personalidad y atracción como elementos centrales del encuentro: “Una persona que tenga una relación con esta chica tiene que estar preparada mentalmente”, señaló, reconociendo la intensidad y complejidad del carácter de Judith.
Al cierre de la cita, quedó claro que ambos habían disfrutado de la experiencia y estaban dispuestos a continuar conociéndose más allá del programa.
Judith expresó su interés en una tercera cita para profundizar la relación: “Me encantaría tener una segunda cita con él, para conocerlo más”, indicó, mientras Sobera subrayaba la sinceridad y la autenticidad de sus palabras.
First Dates volvió a demostrar que las citas televisadas no solo son un entretenimiento ligero, sino también un espacio donde confluyen la personalidad, la cultura, la química física y las emociones intensas.
La cita entre Judith y Abdalilah destacó por su combinación de pasión, humor y honestidad, dejando a los espectadores expectantes sobre la evolución de esta pareja y consolidando a Judith como una de las participantes más carismáticas y comentadas de la temporada.
La velada concluyó con la sensación de que, a pesar de la intensidad y la audacia de Judith, ambos jóvenes habían encontrado un terreno común basado en la comunicación, el respeto mutuo y el interés compartido, elementos fundamentales para cualquier relación que busque trascender más allá de la pantalla.
En definitiva, la cita entre Judith y Abdalilah en First Dates dejó una huella imborrable en la audiencia, combinando espectáculo,
romanticismo y sinceridad, y reafirmando que en el amor, como en la televisión, la intensidad y la autenticidad siempre captan la atención del público.