Fue la primera directora del Instituto de la Mujer en 1983

La noticia del fallecimiento de Carlota Bustelo, exdiputada del PSOE e histórica defensora de los derechos de las mujeres, ha conmocionado a la política y la sociedad española.
A los 85 años, Bustelo se despide dejando un legado que marcó un antes y un después en la lucha por la igualdad y la participación femenina en la vida pública.
Su trayectoria, que abarcó desde la Transición hasta los primeros años del siglo XXI, refleja el compromiso firme con la equidad y la justicia social, y su influencia sigue presente en cada avance hacia una España más inclusiva y democrática.
Desde sus inicios en la política, Bustelo mostró una determinación incuestionable.
Como diputada constituyente por Madrid en las Cortes, participó activamente en la redacción de la Constitución, asegurando que los valores de igualdad, libertad y justicia quedaran reflejados en el texto que definiría el futuro de la democracia española.
Fue pionera en reivindicar la participación de las mujeres en política, defendiendo que las listas electorales fueran paritarias y que las decisiones sobre igualdad trascendieran lo meramente numérico.
“La democracia paritaria debe ser un instrumento de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, que beneficie a todas y no solo a aquellas que estén en los círculos del poder”, afirmaba con contundencia, dejando claro que su lucha no era simbólica, sino tangible y transformadora.
El compromiso de Bustelo con la igualdad también se materializó en su papel como primera directora del Instituto de la Mujer, cargo que asumió en 1983.
Durante su gestión, impulsó políticas y programas que consolidaron la presencia de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad.

Desde la educación hasta el ámbito laboral, Bustelo promovió medidas que buscaban eliminar barreras históricas y garantizar que las mujeres tuvieran acceso pleno a sus derechos.
Su paso por el Instituto fue un ejemplo de liderazgo eficaz, donde combinó sensibilidad social con rigor institucional, dejando huella en generaciones de políticas y activistas feministas.
Su influencia se extendió más allá de nuestras fronteras, formando parte del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de la ONU, donde representó a España y llevó la voz de las mujeres españolas al ámbito internacional.
Esta labor, pionera en su tiempo, permitió visibilizar las desigualdades y articular estrategias que marcaron políticas globales sobre igualdad de género.
Bustelo comprendía que la lucha feminista no podía limitarse a un país ni a una legislatura: debía ser constante, universal y transformadora.
A lo largo de su vida, Bustelo nunca temió alzar la voz. Desde la primera ponencia sobre mujeres en el Congreso del PSOE en 1975 hasta la participación en la Comisión Mujeres y Socialismo, defendió la autonomía de los grupos feministas y su papel imprescindible en la política.
Su coherencia y valentía se reflejaron incluso cuando decidió renunciar a su puesto ante listas electorales no paritarias, demostrando que los principios eran más importantes que la ambición personal.
“La igualdad está reconocida en dos artículos, y fíjate lo que nos sigue costando… sigue sin estar asumido el reparto de responsabilidades caseras”,
declaraba en una entrevista décadas después, subrayando que la lucha por la igualdad es un proceso continuo, que no se limita a lo legislativo sino que debe permear la vida cotidiana.

La defensa del derecho al aborto fue otra de sus grandes banderas. Bustelo insistía en que permitir a las mujeres decidir sobre su capacidad reproductiva no era un capricho, sino un derecho fundamental en cualquier democracia que se precie.
“El desarrollo de la democracia ha traído consigo el reconocimiento de que las mujeres son ciudadanas de pleno derecho, y que la sociedad no corre ningún peligro cuando se permite a las mujeres decidir libremente sobre su capacidad reproductora”,
afirmaba en 1991, dejando claro que su lucha estaba profundamente ligada a la libertad y la autonomía individual.
El impacto de Bustelo también se sintió en los movimientos feministas contemporáneos. Su ejemplo inspiró a generaciones de mujeres que encontraron en su figura un referente de coherencia, firmeza y compromiso.
Desde activistas jóvenes hasta políticas con décadas de trayectoria, todas reconocen en Bustelo a una mujer que no solo abrió caminos, sino que los pavimentó con dedicación y claridad ética.
Cada logro en igualdad de oportunidades, en representación política y en derechos reproductivos lleva una parte de su legado.
Tras su fallecimiento, las reacciones no se hicieron esperar.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, destacó su contribución a la igualdad y la libertad: “La España de hoy es fruto de mujeres como Carlota Bustelo, que hicieron de la igualdad y la libertad su causa. Gracias por abrir camino y enseñarnos tanto”.
La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, calificó a Bustelo de referencia del feminismo: “Estaremos siempre en deuda con ella.
Gracias por tu lucha, compañera”. Estas palabras reflejan el respeto y la admiración que su trayectoria sigue despertando, confirmando que su influencia trasciende generaciones y fronteras políticas.

Carlota Bustelo no solo dejó un legado político, sino también un ejemplo de vida. Su coherencia, su defensa de los derechos de las mujeres y su compromiso con la justicia social marcan un camino que hoy sigue inspirando a quienes luchan por una sociedad más equitativa.
Su historia recuerda que la igualdad no se conquista en un día, sino a través de décadas de trabajo, valentía y perseverancia
. Cada avance logrado en España en materia de derechos de la mujer tiene su huella, y su voz seguirá resonando en cada espacio donde se reivindique la justicia y la igualdad.
Hoy, al recordar a Carlota Bustelo, la sociedad española celebra a una mujer que transformó la política, la sociedad y la historia del feminismo en el país.
Su legado permanece vivo en cada conquista por los derechos de las mujeres, en cada política que aboga por la equidad y en cada persona que se inspira en su ejemplo.
La muerte de Bustelo no es solo la pérdida de una líder histórica, sino también un recordatorio de la importancia de la lucha constante por la igualdad y la libertad en España y en el mundo.
Carlota Bustelo, pionera del feminismo, defensora incansable de los derechos de las mujeres y primera directora del Instituto de la Mujer, deja un legado imborrable que seguirá inspirando generaciones enteras.
