El Congreso vivió una sesión de control especialmente tensa marcada por acusaciones cruzadas de corrupción, reproches sobre la ley de amnistía y un duro intercambio entre Cayetana Álvarez de Toledo, Félix Bolaños y Gabriel Rufián.
La sesión de control al Gobierno celebrada en el Congreso de los Diputados dejó una de las escenas parlamentarias más intensas de las
últimas semanas, marcada por duros intercambios entre representantes del Partido Popular, miembros del Gobierno y portavoces de formaciones independentistas.
En este contexto, intervinieron en primer lugar el diputado popular Miguel Tellado y el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, protagonizando un rifirrafe verbal centrado en las acusaciones de corrupción.
Pero el momento de mayor tensión llegó con la intervención final de la diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, cuyas palabras dirigidas a Gabriel Rufián y sus críticas al informe europeo sobre la Ley de Amnistía generaron una notable agitación en el hemiciclo.
La sesión se abrió con la pregunta de Miguel Tellado al ministro Bolaños, en la que afirmó que “la economía más desarrollada era la del señor Santos Cerdán”,
acusando directamente al dirigente socialista —ya fuera de la cúpula del partido— de haber protagonizado, junto al exministro José Luis Ábalos, “una trama de corrupción que la UCO acredita”.
Tellado aseguró: “Son ustedes el gobierno de la corrupción, investigados por organización criminal”.
Para reforzar su afirmación, detalló casos que calificó de “mordidas” vinculados a obras públicas, contratos en Marruecos y supuestas irregularidades en el puente del Centenario, el túnel de Velate o un piso en Fuencarral.
En uno de los momentos más controvertidos de su intervención, Tellado afirmó que “Santos Cerdán ha trincado 6,7 millones de euros de la trama de Servinabar”, añadiendo que se trataba de “uno de los suyos”, un “socialista comprometido” en palabras de Pedro Sánchez.
También acusó al Gobierno de haber amparado a “la Fontanera que extorsionaba a jueces y fiscales para frenar investigaciones al entorno familiar del presidente”, y cuestionó directamente a Bolaños:
“¿Era usted el responsable de ética del Partido Socialista donde todo eso sucedía? ¿Qué tiene de ético todo este montón de corrupción?”.
El ministro Bolaños respondió con un tono firme, rechazando las imputaciones difundidas por Tellado y lamentando que el diputado popular recurriese a lo que calificó de “tono tabernario, difamador y absolutamente alejado de la realidad”.
Para ilustrar lo que consideró una estrategia de generalización abusiva, señaló:
“Si yo fuera como usted, diría que la detención del presidente de la Diputación de Almería convierte en corrupto a Moreno Bonilla, y por extensión al señor Feijóo. Eso tan de brocha gorda es lo que haría usted”.
Bolaños reprochó al PP su “incapacidad para respetar la verdad” y se preguntó “cuándo pedirá perdón” Tellado al ministro Ángel Víctor Torres, recordando que “un informe de la UCO pone de manifiesto que no hay un solo indicio de criminalidad” contra él.
El ministro fue más allá, diagnosticando un “deslizamiento del Partido Popular hacia la ultraderecha”.
Subrayó que “ningún partido conservador europeo que ha tomado ese camino ha salido vivo políticamente”, advirtiendo de que “les va a devorar la ultraderecha”. Concluyó defendiendo la gestión de su Gobierno y animando al PP a “volver al respeto institucional”.
Tras este intercambio, tomó la palabra Cayetana Álvarez de Toledo, dispuesta a formular su pregunta pero consciente del clima que se respiraba.
En un primer momento, respondió directamente a Bolaños por sus referencias anteriores: “Los que pactan con los bárbaros son ustedes”, declaró, aludiendo a Bildu y a los acuerdos parlamentarios de la legislatura.
A continuación, centró su intervención en el informe del abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Anthony Michael Speilmann, que avala la compatibilidad de la Ley de Amnistía con el derecho europeo.
Álvarez de Toledo lanzó tres preguntas dirigidas a todos los diputados: “¿Es legítimo afirmar, como hace el abogado Spielmann, que nada permite calificar la Ley de Amnistía de autoamnistía?
¿Es legítimo afirmar que no existe un vínculo directo entre el ejercicio del poder político y el beneficio de la amnistía? ¿Y es legítimo afirmar que la amnistía parece haberse aprobado en un contexto real de reconciliación?”.
La diputada ironizó sobre la supuesta autoría de Carles Puigdemont y afirmó que “Turull mintió cuando asumió su autoría”, asegurando que “nada permite sostener que la amnistía fuera el precio de la investidura”.
En una de las frases más recordadas del día, Álvarez de Toledo señaló directamente a Gabriel Rufián: “Aquí el único que ha rectificado es el señor Rufián.
En inmigración se ha hecho de derechas por un puñado de votos y el pánico a Silvia Orriols”. Añadió después una crítica personal: “Se comporta como un cafre y encima desmemoriado.
¿Qué hacía usted la mañana de la DANA? Asaltar RTVE”. La referencia al duro interrogatorio reciente de Rufián a Carlos Mazón en la comisión de investigación sobre la DANA subrayó la intención de la diputada de confrontar al portavoz de ERC en su propio terreno político.
En su réplica, Bolaños reprochó a Álvarez de Toledo haber “luchado contra la verdad durante toda su carrera política”, recuperando su posición en el debate del 11M.
El ministro defendió la legitimidad constitucional y europea de la amnistía: “Ya son cuatro instituciones —el Tribunal Constitucional, la Comisión de Venecia, la Comisión Europea y el abogado general— las que han dicho que la amnistía es conforme a derecho”.
Aseguró que España atravesó “una gravísima crisis constitucional y social en Cataluña” y que “la reconciliación ha sido posible gracias a políticas valientes”.
La diputada replicó brevemente: “Usted también dicta sentencias. El presidente ya ha absuelto al fiscal general y usted dice lo que va a hacer el Tribunal de Justicia de la UE. Defienda la verdad”.
Bolaños cerró la intervención recordando que “no acertaron ni una sola vez cuando dijeron que el Supremo, el Constitucional o Europa pararían la amnistía”, y acusó al PP de mantener un discurso orientado a “movilizar a ultras fronterizos con Vox”.
La sesión terminó dejando en evidencia la profunda polarización que atraviesa la política española.
Las acusaciones cruzadas, la disputa sobre los límites del lenguaje parlamentario y la instrumentalización del informe europeo en sentidos contrarios revelan la complejidad del momento político.
Entre acusaciones de corrupción, debates jurídicos sobre la amnistía y reproches por la trayectoria de los partidos, la Cámara vivió un pleno de alta confrontación, con protagonistas dispuestos a tensar el discurso para consolidar posiciones ante una opinión pública crecientemente fragmentada.
