Cayetana Álvarez de Toledo acusó al Gobierno de Sánchez de manipular la justicia, proteger al fiscal general condenado y erosionar la democracia, exigiendo explicaciones por reuniones y actuaciones que considera opacas.
En una reciente sesión del Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz del Partido Popular, se dirigió al ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Patxi López, en un discurso cargado de acusaciones y críticas hacia el gobierno actual.
La intervención de Álvarez de Toledo se centró en la defensa de la verdad y la crítica a lo que ella considera una erosión de la democracia en España.
“Señor Bolaños, la verdad no se filtra, se defiende”, comenzó Álvarez de Toledo, refiriéndose al caso del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, quien ha sido condenado por filtrar información para proteger a miembros del gobierno.
La portavoz del PP cuestionó la lógica penal y moral detrás de la defensa del fiscal por parte del gobierno, sugiriendo que existe un temor subyacente a las revelaciones que este podría hacer.
“¿Le temen? Lo dijo él mismo cuando ya sabía que iba a ser imputado”, afirmó, insinuando que la administración Sánchez está más preocupada por proteger a sus aliados que por la justicia.
Álvarez de Toledo no escatimó en críticas hacia el presidente Pedro Sánchez, acusándolo de mentir y de estar a la cabeza de un gobierno “en manos de delincuentes condenados y presuntos”.
Su discurso se tornó más intenso al afirmar que “se están derrumbando”, haciendo hincapié en que la situación actual arrastra el prestigio de todo un país.
En este contexto, cuestionó la legitimidad de la reunión secreta entre Sánchez y el líder de Bildu, Arnaldo Otegi, exigiendo una aclaración inmediata.
La portavoz continuó su ataque al señalar que el gobierno intenta “tutelar la justicia” y manipular la independencia judicial.
“Han intentado tutelar la justicia por todas las vías imaginables”, dijo, enumerando los métodos que, según ella, el gobierno ha utilizado: control directo del fiscal general, politización del sistema judicial y ataques frontales a la independencia de los jueces.
Álvarez de Toledo instó a Bolaños a pedir perdón a los magistrados que han sido vilipendiados por el gobierno, sugiriendo que la falta de respeto hacia el poder judicial es un signo de debilidad.
En su intervención, la portavoz también criticó al gobierno por su relación con los medios de comunicación, acusándolos de intentar controlar la narrativa periodística.
“El periodismo ha sido tutelado con palo a los críticos y zanahoria a los serviles”, afirmó, denunciando la falta de pluralidad en los medios públicos y la manipulación de la información.
En un momento particularmente incisivo, recordó las palabras de Sánchez sobre la importancia de la libertad de prensa, preguntando si eso era una reprimenda velada a aquellos que critican al gobierno.
El debate se intensificó cuando Patxi López tomó la palabra en defensa del gobierno. Afirmó que España es una “democracia plena y un estado de derecho sólido”, contradiciendo las afirmaciones de Álvarez de Toledo.
“Los tribunales y juzgados en nuestro país actúan con total libertad de criterio”, aseguró, defendiendo la independencia judicial y acusando al Partido Popular de deslegitimar las instituciones democráticas.
López también respondió a las acusaciones de Álvarez de Toledo sobre el fiscal García Ortiz, defendiendo su trabajo y reiterando que contar la verdad es un acto valiente.
“Mire, se lo he dicho en mi primera intervención, respeto absoluto al Tribunal Supremo y a los jueces”, dijo, mientras criticaba la postura del PP hacia los magistrados que investigan casos de corrupción.
El intercambio de acusaciones continuó, con Álvarez de Toledo insistiendo en que el gobierno ha fracasado en su compromiso con la transparencia y la justicia.
“Ustedes llegaron al poder de forma fraudulenta y lo ejercen de forma fraudulenta”, afirmó, señalando que el código ético del PSOE ha sido ignorado en varios casos de corrupción.
El debate culminó con una llamada a la acción por parte de Álvarez de Toledo, quien exigió que se respete la soberanía popular y la independencia de las instituciones.
“Nosotros sí reivindicamos la soberanía popular del pueblo, que en realidad es la soberanía nacional y constitucional”, concluyó, dejando claro que el Partido Popular se posiciona como el defensor de la verdad y la justicia en un momento en que, según ella, estas están amenazadas.
Este intenso cruce de palabras no solo refleja la polarización política en España, sino también la lucha por el control de la narrativa en un contexto de creciente desconfianza hacia las instituciones.
La defensa de la verdad y la justicia se ha convertido en un tema central en el discurso político actual, mientras que las acusaciones de corrupción y manipulación siguen siendo puntos de fricción entre los partidos.
