Cayetana Álvarez de Toledo lanzó un duro ataque contra el gobierno de Pedro Sánchez, acusándolo de corrupción, de manipular las instituciones y de degradar la independencia judicial en España.

La diputada del Partido Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, ha sido el centro de atención en el Congreso de los Diputados tras su contundente intervención en la que arremetió contra el gobierno de Pedro Sánchez y su gestión de la justicia.
En un discurso apasionado, Álvarez de Toledo acusó al ejecutivo de “tutelar” las instituciones y de estar “rodeado de corrupción”, señalando que la situación actual de España es insostenible.
Durante su intervención, Álvarez de Toledo destacó la condena del fiscal general, Álvaro García Ortiz, quien, según ella, “ha sido inhabilitado por haber intentado ser un arma del gobierno para atacar a una adversaria política”.
La diputada no escatimó en críticas hacia el presidente Sánchez, afirmando que “se llena la boca de soberanía popular, pero no se atreve a convocarla”.
Su retórica fue clara: “Nosotros sí reivindicamos la soberanía popular del pueblo, que en realidad es la soberanía nacional y constitucional”.
La diputada no solo se centró en la figura de García Ortiz, sino que también cuestionó la legitimidad del gobierno al afirmar que “los propios presentadores de la televisión de todos se permiten llamar golpista a la justicia”.
Este ataque frontal a la independencia judicial fue un punto crucial en su discurso, donde enfatizó que “la verdad no se filtra, la verdad se defiende”.

Álvarez de Toledo también hizo referencia a la ley de amnistía y a los indultos concedidos a los condenados por el referéndum ilegal de Cataluña, afirmando que “indultar al delincuente que intentó destruir una referente del Partido Popular, Isabel Díaz Ayuso, es un acto de traición a la nación”.
La diputada utilizó un tono desafiante, preguntando retóricamente: “¿Cómo se atreve a hablar de verdad? Si usted debería estar inhabilitada”.
El discurso de Álvarez de Toledo no solo se limitó a la crítica; también presentó un análisis de la situación política actual de España.
“Si en este país la alternancia política estuviera capitaneada por una persona como esta mujer, probablemente la continuidad del sanchismo estaría condenada a una muerte segura”, afirmó, refiriéndose a la necesidad de un liderazgo fuerte y coherente en la oposición.
En respuesta a las acusaciones de la diputada, el ministro de Justicia, Félix Bolaños, defendió la gestión del gobierno, argumentando que “España es una democracia plena y un estado de derecho sólido”.
Sin embargo, la diputada no se dejó amedrentar y continuó su ataque, afirmando que el gobierno “está atacando al Tribunal Supremo” y que “los jueces no son el más poderoso escudo del pueblo”.

Álvarez de Toledo también cuestionó la integridad del gobierno al recordar que “el presidente Sánchez ha sido citado dos veces como testigo en un caso de corrupción”, lo que, según ella, evidencia una doble moral en la política.
“El señor Sánchez ha devaluado la institución el doble que Rajoy y ahí sigue impertérrito”, subrayó.
La diputada concluyó su intervención con una crítica a la falta de respeto hacia la verdad en la política actual. “Saquen la mentira de su ADN”, pidió, instando a sus oponentes a reflexionar sobre la verdadera naturaleza de su gestión.
“La única realidad es que el gobierno ha sido inhabilitado por el Tribunal Supremo por haber intentado ser un arma del gobierno para atacar a una adversaria política”, sentenció.
A medida que la tensión en el hemiciclo aumentaba, Álvarez de Toledo se convirtió en la voz de muchos españoles que sienten que la política actual está alejada de sus necesidades y preocupaciones.
Su discurso resonó entre los ciudadanos que buscan una oposición fuerte y decidida frente a un gobierno que, según ella, está “en manos de delincuentes condenados y presuntos”.
La intervención de Cayetana Álvarez de Toledo ha reavivado el debate sobre la corrupción y la necesidad de una mayor transparencia en la política española.
Su llamado a la soberanía popular y a la defensa de la verdad ha capturado la atención del público, generando un debate sobre el futuro del liderazgo en el país.
En un momento en que la política española enfrenta desafíos significativos, la figura de Álvarez de Toledo se perfila como una potencial líder en la lucha por la integridad y la justicia.